Domingo 25 de noviembre de 2001

 

Ibarra se lanzó en Cipolletti a la presidencia del Frente

 

Su designación quedaría plasmada el 16 de diciembre.

  CIPOLLETTI (AC).- En uno de los hechos político partidarios más relevantes del día a nivel nacional, Aníbal Ibarra lanzó ayer desde Cipolletti su candidatura a presidente del Frente Grande, marcando el inicio de la reorganización de esa fuerza luego de la dimisión de Carlos "Chacho" Alvarez.
Todo encajó a la perfección, dado que el jefe de Gobierno de Buenos Aires ya había aceptado el desafío, minutos antes, respondiendo una pregunta en la conferencia de prensa que se realizó en el Centro Cultural, con el Foro de intendentes como marco.
La designación quedaría plasmada -por el sólido andamiaje que sustenta la pretensión del porteño y sus seguidores- en la asamblea del 16 de diciembre, para la que, por otra parte, no hay oponentes de fuste a la vista que puedan ponerle freno a esta carrera con final que muchos dan como seguro.
El encargado del pronunciamiento en favor de Ibarra fue el intendente local y líder del Frente Grande pro-aliancista en Río Negro, Julio Arriaga, quien quedó posicionado en la vanguardia de la próxima conducción del partido, aunque con un cargo no definido aún. Esta conclusión radica en el tratamiento que le dieron ayer sus pares, Ibarra incluido. No se descarta la vicepresidencia para Arriaga, por más que él lo niegue, lo que conformaría un eje entre la urbe por excelencia y una típica ciudad del interior argentino.
"En el partido necesitamos reorganizarnos, con una conducción nacional firme, que nos convoque a todos, después de la renuncia de "Chacho" Alvarez, a quien reivindico por su honor y su trabajo. Estamos convencidos que el que puede conducir el Frente Grande para que los argentinos vivamos mejor es Aníbal Ibarra", enfatizó Arriaga.
"Con Ibarra en la conducción el Frente Grande volverá a ser la gran esperanza de los argentinos", agregó.
Ibarra contó ayer con la apoyatura logística de jefes comunales de importantes poblaciones del país. Hermes Binner no vino por el tremendo aluvión que azotó a Rosario, pero se expidió por nota, lo que garantiza también, por su condición de socialista, el relanzamiento del Frepaso. Sí estuvieron en el acto los que participaron en el encuentro de la mañana -Arriaga lo calificó de "enormemente productivo"- como Edgardo Didío, Oscar Laborde, Martín Sabatella y demás, aparte de dirigentes y cuadros frentegrandistas rionegrinos y de otras regiones patagónicas, y referentes radicales que responden al gobernador Pablo Verani.
El salón de Bomberos se hizo chico y la concurrencia superó las 600 personas.
Ibarra le dedicó un párrafo especial a reivindicar a la actividad política, dividiendo las aguas entre los que la usan para sus fines personales y la que la toman como un servicio hacia la gente, y criticó a los que pregonan que "todos son iguales", calificándolos de cuasi golpistas.
Reconoció que la situación del país es difícil pero -sostuvo- "nosotros mantenemos los brazos en alto. No nos entregamos. Eso es lo que nos distingue".
"No resignamos a conformar un espacio político que una a los que queremos redistribuir los ingresos, a los que estamos convencidos que la educación es una herramienta central y a los que exigimos que haya recursos para la acción social", sentenció Ibarra. También -en lo que apareció como una propuesta formal de un presidente de partido- dijo que "no vamos a encerrarnos en nosotros mismos y buscaremos a otras fuerzas políticas, para tener la fuerza necesaria y darle a la gente las respuestas que necesita".
Además dejó una advertencia al gobierno de Fernando de la Rúa, indicando que si bien se apoya la reprogramación de la deuda "no vamos a bancar un ajuste más".
"Queremos tener autoridades en el partido. Los convocamos a seguir trabajando", finalizó.

"El déficit cero puede ser suicida"

CIPOLLETTI (AC).- Habló casi media hora, sin pausas. Pasó desde la realidad de la ciudad de Buenos Aires hasta el plano nacional. No ahorró críticas hacia el déficit cero ni al "cóctel explosivo" que significa unir una situación de crisis con un gobierno debilitado. La propuesta: la reprogramación de la deuda. El desafío partidario: tener la coherencia de no encerrarse y la audacia de generar y ampliar un espacio político que está disperso.
El discurso de Aníbal Ibarra cerró el Foro de intendentes del Frente Grande que se realizó ayer por la mañana en Cipolletti. Estuvieron también Edgardo Didío (Lomas de Zamora), Oscar Laborde (Avellaneda), Raúl Azcárate (Bernasconi) y Martín Sabatella (Morón). De los previstos, solo faltó Hermes Binner, de Rosario, aunque expresó su apoyo en una declaración escrita.
Como lo hicieron los demás funcionarios que lo precedieron, en primer lugar, el Jefe de la Ciudad de Buenos Aires detalló sus experiencias de gestión administrativa. Mencionó la prioridad que se le dio a la educación, invirtiendo para este año el presupuesto más alto de la historia de la ciudad de Buenos Aires; el apoyo a las pequeñas y medianas empresas por medio de subsidios y vinculaciones empresariales; el pago de los sueldos en pesos; y el fuerte impulso a la obra pública.
Poco a poco, fue ingresando al plano nacional, analizando el descreimiento de la gente, el voto bronca y el déficit cero. "No nos vengan con que es una panacea. El déficit cero es un buen objetivo cuando hay crecimiento. Pero en una situación de recesión, plantearse el déficit cero como una única estrategia de gobierno es prácticamente suicida", manifestó.
Ibarra cree que si el gobierno nacional restringe sólo su política a una cuestión de cierre de cuentas, "va al fracaso", pero "si incorpora la oportunidad de la reprogramación de la deuda, dejar de pagar arriba de 4.000 millones de pesos en intereses que pueden ser recursos que se vuelquen al mercado interno, que signifiquen reactivación, si se replantea la situación de desequilibrio en el intercambio comercial con nuestros socios regionales, entonces podemos aportar a un desarrollo productivo nacional que alcance y que posibilite el equilibrio de esas cuentas".
"Una sociedad puede bancarse y puede plantearse salir de una crisis cuando tiene un gobierno fuerte, donde tiene una estrategia, y donde hay una luz en el camino. Una sociedad puede bancarse un gobierno débil en una etapa de crecimiento. Pero cuando se juntan las dos cosas, una situación de crisis y un gobierno debilitado, es un cóctel explosivo y es la situación que tenemos en la Argentina", afirmó.
     
     
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