Sábado 24 de noviembre de 2001 | ||
MAS INFORMACION Bombardeo y ataques mientras negocian la rendición de Kunduz |
Avión de la CIA ubicó a Ben Laden, pero no pudo dispararle |
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Ocurrió hace poco más de un año, en un campo afgano de Al Qaeda |
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NUEVA YORK (ANSA) - Hace poco más de un año, en septiembre de 2000, aviones norteamericanos Predator detectaron y fotografiaron al líder de Al Qaeda, Osama Ben Laden, pero no iban armados y no pudieron eliminarlo. Los especialistas de la CIA quedaron sin aliento frente a los monitores encendidos en el cuartel general de Langley: sobre la pantalla estaba el terrorista saudita, tomado "en directo" desde Afganistán por un avión espía mientras visitaba campos de adiestramiento. Si hubiesen tenido el arma adecuada, habrían podido matarlo desde 11.000 kilómetros de distancia, pero el aparato estaba desarmado y la Casa Blanca de Bill Clinton no estaba demasiado convencida de la conveniencia de eliminar a Ben Laden. El terrorista más buscado del mundo había estado en la mira de los norteamericanos varias veces, un año antes del ataque contra Nueva York y Washington, gracias a los Predator, los aparatos sin piloto de suma eficacia, según se reveló en la campaña que se está realizando ahora contra Afganistán. Fue uno de estos aviones, que integraba la dotación de la CIA, el que permitió matar días atrás a Mohammed Atef, uno de los más estrechos colaboradores de Ben Laden. Más aún, las telecámaras de un avión de reconocimiento a principios de la guerra habían encuadrado también al mullah Omar, el líder de los talibán, pero la orden de ataque no llegó. Si estos aparatos están mostrando su eficacia en la guerra de 2001, en Langley, Virginia, están los que se lamentan por no haberlos utilizado plenamente cuando tenían posibilidades en 2000. El diario norteamericano Wall Street Journal (WSJ), citando fuentes anónimas de inteligencia, reveló los entretelones de la tormentosa historia del Predator, un poco elegante avión de 8 metros de largo con una apertura alar de 14, que cuesta 3 millones de dólares el ejemplar pero parece valerlo. Y lo demostró un año atrás, cuando la CIA trasladó en gran secreto un escuadrón a un aeropuerto del Uzbekistán y dio la orden de que volaran sobre Afganistán, en busca de Ben Laden. Un proyecto -cuenta el WSJ- que buena parte de la administración Clinton trataba de boicotear porque existía el temor de que uno de los aparatos cayera -ya se perdieron cuatro-, poniendo en situación difícil a Estados Unidos. Además, hubo resistencias y barreras burocráticos en la gestión del Predator entre la CIA y el Pentágono. Disputas de poder retrasan la conferencia en Alemania Diversos signos de divisiones y pujan internas se observan en la Alianza del Norte, mientras continúan los preparativos para la conferencia interafgana que comenzará el próximo martes 27 en Bonn auspiciada por la ONU, un día más tarde de lo previsto. La apertura oficial de la Conferencia interafgana estaba prevista para el lunes 26, pero se ha retrasado un día por cuestiones de logística y para permitir conversaciones bilaterales entre las partes, informó Ahmed Fawzi, portavoz del representante especial de la ONU para Afganistán, Lajdar Brahimi. Ayer se supo que el ministro del Interior de la Alianza del Norte, Yunis Qanuni, será quien encabece la delegación de esa facción afgana. El encargado de asuntos políticos de la "embajada" de Afganistán en Alemania, Abed Nadjib, declaró que con Qanuni viajarán a Alemania entre nueve y once delegados, entre ellos dos mujeres. Nadjib rechazaba así que la Alianza del Norte no tenga ultimada su delegación a causa de disputas internas por el poder. La nominación de Qanuni constituye una victoria del ala crítica al retornado presidente de origen tayiko Burhanudín Rabani, y confirma su creciente aislamiento no ya en el seno de la Alianza, sino entre los propios tayikos. En la conferencia, que deberá sentar las bases del futuro político de Afganistán, participarán, además del Frente Unido, representantes del rey en el exilio, Mohamed Zahir Shah, del llamado "Grupo de Chipre" -en representación de la diáspora afgana-, y miembros de la Conferencia de Peshawar, celebrada el pasado mes de octubre en esa ciudad paquistaní, en la que participaron cerca de 1.500 delegados de la etnia pashtún, mayoritaria en Afganistán. Las divergencias entre grupos rivales afganos, aliados en la Alianza del Norte, se profundizaron en los últimos días y abren un gran interrogante de cara al futuro de Afganistán en la era postalibán En las puertas de Kabul centenares de rebeldes resisten los repartos de poder realizados por la Alianza del Norte o Frente Unido, nueva autoridad de la capital afgana.. (EFE) |
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