Miércoles 21 de noviembre de 2001

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Quién es quién en Afganistán (Infograma)

Identifican a periodistas asesinados

 

El futuro de Afganistán comienza a discutirse en Alemania

 

La Alianza del Norte aceptó negociar fuera del país.

  Kabul (Télam-SNI).- El futuro de Afganistán se debatirá a partir del próximo lunes en Alemania, durante una reunión a la que asistirán miembros del gobierno provisional afgano, así como representantes del ex rey en el exilio y de la etnia pashtún, la más numerosa en ese país, anunció hoy la ONU.
La conferencia de Berlín será la primera de cinco etapas de un plan de la ONU para la organización de un nuevo gobierno multiétnico afgano, tras el derrocamiento de los talibanes.
El representante permanente de Alemania ante las Naciones Unidas (ONU), Hanns Heinrich Schumacher, informó a la prensa que las conversaciones se celebrarán en el centro de conferencias del Ministerio de Asuntos Exteriores en Berlín.
Al encuentro asistirán representantes del gobierno provisional del presidente Burhanuddín Rabbani, actualmente instalado en Kabul, la capital afgana, y representantes del ex rey exiliado en Roma, Zaher Shah, y otros grupos considerados representativos.
Asimismo estarán presentes varios intelectuales afganos, conocidos como "Grupo de Chipre", y los pashtunes que el pasado mes asistieron a la llamada Conferencia de Peshawar, en Pakistán, liderados por Pir Gailani.
El enviado especial adjunto de la ONU para Afganistán, Fransesc Vendrell, manifestó su esperanza de que el Frente Unido -que mayormente representa a etnias norteñas como uzbecos y tayikos- envíe entre sus representantes a algún miembro de la comunidad hazara, los chiítas afganos.
Vendrell apareció en una rueda de prensa en la capital afgana acompañado por el ministro de relaciones Exteriores del Frente Unido -como ahora se hace llamar la Alianza del Norte en el gobierno en Kabul desde el 13 de noviembre-, Abdullah Abdullah. Sin embargo, Vendrell dijo que no tuvo la oportunidad de asociar a ese foro a los pashtunes del este, liderados por el gobernador de Nangarhar, Hajji Qadiri, cuya fidelidad al gobierno es dudosa.
Nangarhar, cuya capital es Jalalabad, es una de las zonas "problemáticas" por la inseguridad reinante. Fue precisamente allí donde ayer fueron asesinados cuatro periodistas -un español, una italiana, un australiano y un afgano-.
Al respecto, el canciller Abdulá Abdulá dijo que su gobierno no sabe quiénes son los autores de dicha matanza, pero estimó que debe tratarse de un puñado de talibanes que rondan por la zona, pero que no forman parte de un gran grupo.
Abdullah Abdullah dijo que es "improbable" que en la conferencia de Alemania se pueda decidir la formación de una fuerza multinacional que garantice la paz y seguridad en Afganistán, tal como había sugerido el enviado de la ONU.
El gobierno de Rabbani se mostró muy reacio a aceptar la instalación de fuerzas extranjeras en Afganistán, incluso las de sus aliados británicos y norteamericanos, a pesar de que su apoyo aéreo resultó fundamental para el avance de la alianza opositora sobre kabul y otra ciudades.
Un contingente de 6.000 soldados británicos está a punto de llegar al aeródromo de Bagram, en el norte de Kabul. Pero Abdullah se mostró contrariado al conocer la noticia y señaló que "no hemos sido consultados" y repitió que su gobierno debe ser consultado ante decisiones de esa magnitud.
Por su parte, Vedrell consideró que la conferencia de Alemania es de todas formas "un primer paso, no el último" en la búsqueda de un gobierno representativo para Afganistán. Vendrell precisó que esa conferencia, cuya duración es indeterminada pero no debería superar un mes, conducirá a la convocatoria de la Loya Jirga o gran asamblea de notables afganos de reconocido prestigio, quienes a su vez deben ponerse de acuerdo en la convocatoria de futuras elecciones "en unos años".

Caos fortalece a los "señores de la guerra"

Con los talibán aún resistiendo en el norte y sur, Afganistán sufre un vacío de poder que tratan de llenar facciones enemigas entre sí mientras proliferan los "señores de la guerra" a la conquista de feudos propios.
Los integristas de Kunduz, en Afganistán septentrional, y Kandahar, en el sudeste, aguantan la doble ofensiva, bélica y negociadora, de la Alianza del Norte. Además de los núcleos de resistencia en esas dos ciudades, por todo el país empezaron a proliferar bandas que se disputan el saqueo o el dominio de una aldea, una ciudad o una montaña para sus clanes.
Muchos afganos empiezan a comparar la situación actual con el caos que siguió a la caída del presidente Mohamed Najibullah en 1992, cuando los "muyahidín" que habían derrotado a los soviéticos tomaron finalmente Kabul en una masacre que dio paso a una nueva guerra civil.
Burhanudín Rabaní, líder de la Alianza y presidente depuesto por los talibanes, afirmó que su formación, que agrupa a las minorías norteñas tayika, hazara y uzbeka frente a los pashtunes que dominan en el resto del país, está lista "para compartir el poder".
Pero la realidad es que Rabani, que gobernó entre 1992 y 1996, no cuenta siquiera con el reconocimiento de sus propios comandantes como líder.
Además, los tayikos de la Alianza desconfían de los uzbekos de Abdul Dostum, quien podría hacerse fuerte en su antiguo feudo de Mazar-i-Sharif con apoyo de Uzbekistán.
Si en la Alianza ya hay rivalidades, más aún entre éstos y los pashtunes antitalibanes, muchos de los cuales ya se están haciendo fuertes en provincias orientales como Paktia, Paktika, Nangarhar, y en el sur, para contrarrestar a los tayikos.
Entre 1992 y 1996, miles de personas murieron en Kabul, cuando la capital estaba en manos de los hombres de Rabani enfrentados a otros señores de la guerra por el botín. (EFE)

Los "marines" se suman a la caza de Ben Laden

Los pashtún buscan a Osama ben Laden en Afganistán alentados por una recompensa millonaria, mientras la CIA opera en ese país donde se espera, además, la llegada de 1.500 marines estadounidenses.
Pero el Pentágono cuenta sobre todo con la ayuda de las fuerzas crecientes de los guerrilleros pashtún, la etnia predominante en el sur del país, en la riesgosa tarea de inspección de las numerosas cavernas y túneles protegen a Ben Laden.
El mayor incentivo para los pashtún debería ser, en verdad, el precio de 25 millones de dólares que EE.UU. puso a la cabeza del jefe de los terroristas.
Los habitantes de Afganistán meridional siguen recibiendo afiches en lengua local donde se recuerda la enorme recompensa que se pagará por la cabeza del jefe de Al Qaeda. La esperanza del Pentágono es que la enormidad de la cifra produzca la tan esperada "la delación" que lleve a la individualización del refugio del terrorista. Con las tres cuartas partes de Afganistán ya en poder de las fuerzas antitalibán, según estimaciones del Pentágono, se va restringiendo cada vez más el área donde Osama Ben Laden puede esperar hallar un escondite
El Pentágono está convencido de que el jefe de Al Qaeda está aún vivo y en Afganistán.
El número de los equipos de las Fuerzas Especiales comprometidas en la caza del terrorista sigue aumentando ahora son ya algunos centenares de militares norteamericanos. Las Fuerzas Especiales se ven ayudadas en esta tarea por agentes de la CIA que mantienen contactos con los líderes pashtún de modo de "lograr" su contribución para dar con el dirigente de Al Qaeda.
El Pentágono confirmó que podía contar desde ayer con 1.600 marines dispuestos a intervenir en la región.
     
     
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