Lunes 19 de noviembre de 2001

MAS INFORMACION

Días críticos depara el futuro

 

Cayó Kunduz, el último fortín del Talibán en el norte afgano

 

La rendición sería al abrigo de la ONU y condicionada a garantías de seguridad.

  Joyá Bahauddín, Afganistán.- La noche cayó ayer sobre Kunduz, último fortín talibán en el norte de Afganistán, en medio de versiones conflictivas de rendición condicional, juramentos de lucha hasta la muerte y relatos de horror dentro de la ciudad.
Tras los bombardeos más arrasadores de la aviación norteamericana en seis días de asedio de la Alianza del Norte a miles de talibanes y mercenarios acorralados en Kunduz, los informes dispares dieron un panorama de rápida y cambiante evolución.
Las milicias talibanes propusieron rendirse tras expirar la prórroga del ultimátum que habían dado las tropas de la Alianza, que a su vez no dijeron si aceptaban el trato, informaron portavoces oficiales afganos.
La rendición, que sería al abrigo de la ONU y condicionada a unas garantías de seguridad, se acordó tras las negociaciones mantenidas por radio con los defensores de la ciudad, único foco de resistencia talibán en el norte de Afganistán, añadieron.
Mientras todas las miradas se depositaban en Kunduz, continuaban las negociaciones de la ONU para la conformación del futuro gobierno afgano.
Un grupo de ancianos de Kunduz que participó en las negociaciones dijo también en la ciudad paquistaní de Peshawar que los defensores habían ofrecido que la ONU nombrara una administración provisional en la ciudad.
Funcionarios de la ONU en Pakistán ya habían sido contactados días atrás para que mediaran para evitar lo que podría convertirse en el mayor baño de sangre de la guerra, aunque respondieron que esa función no estaba dentro de sus atribuciones.
Pero el anuncio del supuesto fin pacífico del cerco contrastó con las escenas de horror dentro de Kunduz, que dieron lugar a relatos de matanzas de niños y talibanes a cargo de los feroces mercenarios árabes seguidores de Ben Laden.
Un portavoz de la Alianza manifestó que los comandantes talibanes pusieron dos condiciones para la rendición: garantías de seguridad "a los mercenarios extranjeros" atrapados en Kunduz y que la capitulación tuviera lugar "bajo el control de la ONU".
Los comandantes de la Alianza habían prometido la amnistía y "un abrazo" a los talibanes que se entregaran y se pasaran a sus filas, pero rechazaron anteriormente clemencia para los mercenarios árabes.
Entre 2.000 y hasta 40.000 extremistas, según diversas fuentes, se atrincheraron desde el lunes pasado en Kunduz tras huir de las ciudades de Mazar-i-Sharif, Talokán y otras del norte afgano cedidas ante una fulgurante ofensiva de la Alianza.
Pero los defensores eran una mezcla heterogénea de talibanes más o menos fanáticos, miembros árabes de la red terrorista Al Qaeda y de la famosa Brigada 55, ambas fundadas por Osama Ben Laden, y del Movimiento Islámico de Uzbekistán encabezado por Yumá Namangani.
Los comandantes de la Alianza, que aceptaron el miércoles dar un plazo de dos días solicitado por el alcalde de Kunduz para negociar la rendición, prometieron "el perdón" a los talibanes arrepentidos, pero afirmaron que nunca negociarían con "asesinos terroristas".
En cuanto al futuro gobierno afgano, el ministro de Asuntos Exteriores de la Alianza del Norte, Abdullah, expresó ayer que el grupo armado acatará la convocatoria de la ONU para realizar un encuentro al más alto nivel de todas las facciones políticas de Afganistán para discutir la conformación del futuro gobierno. A la reunión asistirían representantes de la Alianza, del depuesto rey afgano, Mohammad Zahir Shah, otros opositores afganos y delegados de la coalición antiterrorista, así como el grupo "seis más dos" -los países fronterizos de Afganistán más EEUU y Rusia-. (EFE y Reuters)

Volvió la tevé tras cinco años de prohibición

KABUL.- La televisión de Kabul reanudó ayer su transmisión tras cinco años de prohibición del régimen talibán, en un clima de expectativa para el público y los trabajadores del canal afgano.
La sede del canal, reducida por los bombardeos y casi desierta desde 1996, estuvo ayer poblada de técnicos que se movían entre cables y obsoletos equipos de control con la intención de volver a transmitir desde las 13.30 GMT.
"Tenemos programados una serie de programas para esta tarde: una entrevista, una mesa redonda, música, noticias en lengua pashtun y dari", precisó el director de la televisión Kabul, Humayon Rawi.
Lida Azimi, la presentadora del noticiero afgano estaba ansiosa por retomar su profesión: "Estoy tan feliz", comentó la periodista con un pañuelo blanco en la cabeza y anteojos. "La vida me sonríe de nuevo. Permanecí encerrada en mi casa todo el tiempo que los talibán estuvieron en Afganistán. Nunca trabajé en estos cinco años", contó la mujer.
La red de Kabul tenía una gran parabólica que fue destruida en los bombardeos entre los mujaidin a comienzos de los años "90 y el martes pasado, tras la huida de los talibán, comenzó la carrera para volver a poner a punto al medio de comunicación. "Teníamos un montón de problemas técnicos", dijo el experto Mir Mohammed.
"Parte de nuestro equipo tiene 30 años y tenemos un solo transmisor de 10 Watt. Nunca logrará llegar a toda Kabul pero,al menos, las personas en el centro de la ciudad deberían ver algo. Si Dios quiere, esto funcionará", agregó.
En esos años en que la información televisiva fue eliminada sólo pocos ciudadanos afganos transgredieron las reglas de los fundamentalistas talibán siguiendo, de tanto en tanto, programas a través de una señal satelital.
Muchos otros se las ingeniaron, arriesgando el pellejo, para mantener escondidos los aparatos de televisión en los armarios de sus casas.
El único medio de información permitido en ese período fue la radio, caja de resonancia de la actividad de propaganda talibán, que emitía a diario y sin variantes las oraciones islámicas.
(ANSA)

Ben Laden, "acorralado"

LONDRES / WASHINGTON.- Las tropas británicas y estadounidenses redujeron el espacio de acción de Osama ben Laden a un área de sólo 78 kilómetros cuadrados en el sur de Afganistán, informó ayer el Ministerio de Defensa del Reino Unido.
Las tropas de las fuerzas especiales británicas (SAS) fueron enviadas con helicópteros a la zona sur de Afganistán, cerca de la ciudad talibán de Kandahar, para prevenir que Ben Laden abandone el país con rumbo a Pakistán.
"El plan siempre ha sido reducir el espacio de acción de Ben Laden", declaró el ministro de Defensa británico, Geoff Hoon y agregó que "el espacio que posee para operar es ahora muy limitado".
Hoon advirtió también que es muy probable que en poco tiempo se dé con el paradero de Ben Laden, tras reportes oficiales sobre la posibilidad de que se encuentre "estático" en algún lugar al sur de Kandahar.
"Por un número de razones podemos estar seguros que no se ha podido mover demasiado lejos", dijo Hoon.
La Consejera para la Seguridad Nacional de Estados Unidos, Condoleezza Rice, afirmó ayer que "no hay dudas de que Ben Laden todavía se encuentra en Afganistán".
"Estamos cada vez más cerca, lo estamos cercando y cada vez tiene menos posibilidades de escapar", agregó la funcionaria, al tiempo que no afirmó ni desmintió que se haya ordenado el asesinato de Ben Laden.
"Lo más importante es que se haga justicia", remarcó al respecto Rice.
Fuentes militares, aseguraron que Ben Laden se encuentra en Maruf, localidad a unos 130 kilómetros de Kandahar, al sur de Afganistán, zona controlada por el régimen Talibán.(ANSA)

Foto: Refugiados afganos esperan ansiosos su regreso a Kabul tras la huida de los talibanes.

     
     
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