Viernes 9 de noviembre de 2001

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De la Rúa viajó a EE. UU. sin el crucial apoyo de gobernadores del PJ

 

Escenario: Con el corazón en la boca hasta el domingo

 
  BUENOS AIRES (ABA).- En el gobierno no tienen descanso. Además de haber buscado ayer el consenso con el PJ hasta el último segundo antes de que los gobernadores aliancistas firmaran el pacto fiscal, el propio presidente encomendó a sus hombres de confianza la misión de ir convenciendo -uno a uno si es necesario- a todos los mandatarios justicialistas para que rubriquen el acuerdo con la Nación antes de las 11 de la mañana del próximo domingo.
Y la precisión del pedido no es capricho. En ese puntual momento, Fernando de la Rúa se reunirá en Washington con su par estadounidense, George Bush, para plantear la reestructuración ordenada de la deuda externa argentina.
"Desde este mismo instante siguen las negociaciones y la intención del gobierno es que los justicialistas firmen el pacto antes de las 11 de la mañana del domingo. Con esa puntualidad. Ni un minuto antes, ni uno después. No hay un segundo que perder para llegar a la reunión con un frente consolidado", reveló a "Río Negro" una alta fuente de la Rosada tras el acto de acuerdo con los aliancistas.
La tensión por conseguir el apoyo de los mandatarios de las provincias justicialistas fue patente durante toda la jornada.
Tanto, que los intentos por convencerlos para que aceptaran la propuesta del Gobierno se prolongaron hasta los últimos instantes previos a la suscripción del documento por parte de los radicales.
El acto, previsto para las 16, se llevó a cabo en el Salón Sur a las 17.30 y transcurrió en completo hermetismo. La prensa no pudo ingresar allí ni tampoco ver lo que sucedía ya que hasta las cortinas del sitio estaban cerradas.
Es que en el tiempo previo a la firma, se llevaron adelante los últimos intentos por persuadir a los justicialistas.
Según reveló un legislador que fue testigo de los acontecimientos, el jefe de gabinete, Chrystian Colombo, fue quien encabezó las negociaciones.
"Atendía y llamaba por teléfono cada dos minutos al interlocutor del peronismo en la Casa de Salta. Por momentos parecía que se daba, pero después el teléfono sonaba de nuevo y otras vez marcha atrás. Y así transcurrió durante casi toda una hora", relató.
A pesar de la negativa final, Colombo clarificó un poco más el panorama a los allí presentes.
"Siete de los gobernadores querían firmar. Entre ellos, estaban José Manuel de la Sota y parecía que también Reutemann. Pero al final no se cerró nada", agregó el diputado.
Fue en ese momento cuando Colombo dio la noticia. "No se espera más, firmamos ahora", dicen que dijo el presidente. Y los aliancistas rubricaron el acuerdo.
     
     
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