Miércoles 7 de noviembre de 2001
 

ETA atacó en Madrid, pero perdió un comando

 

Un centenar de heridos provocó un coche-bomba que explotó en la capital española, cuyo objetivo era matar a un funcionario de investigación. Sin embargo, el estallido no logró su objetivo (un funcionario resultó ileso) y dos terroristas fueron atrapados, desarticulándose el comando.

  MADRID (ANSA) - ETA hizo ayer explotar en Madrid un coche bomba que causó decenas de heridos pero falló en su objetivo de asesinar al máximo responsable de la investigación pública, y recibió además un duro golpe policial al ser detenidos los dos etarras presuntos autores del atentado cuando intentaban huir.
Se trata de la primera detención "in fraganti" en Madrid de etarras desde los años 80 y desató la operación mas importante de los últimos años contra la célula armada de ETA en la capital -el "comando Madrid"- que permitió localizar parte de la infraestructura más inexpugnable de la organización.
El coche bomba, cargado con más de 25 kilos de explosivos, según informaron fuentes policiales, explotó a las 9.10 (5.10 de Argentina) en la calle Corazón de María, en una zona residencial en la que viven militares y que ya fue blanco de otros cinco atentados de ETA.
La fuerte explosión del coche bomba, que saltó por los aires, provocó heridas de gravedad a cuatro personas: una británica que perdió el globo ocular, un tunecino que viajaba en un taxi y que presenta quemaduras en el 3% y traumatismo craneal, y una mujer de 39 años y su hijita de 3, que caminaban por la acera, con heridas de metralla.
En total, un centenar de personas fueron atendidas en los servicios de emergencia con cortes y ataques de nervios, informaron fuentes sanitarias, entre ellas muchos del millar de trabajadores de las oficinas del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) situadas en frente del lugar de la explosión.
Además, un centenar de viviendas y una veintena de coches resultaron afectados por la explosión.
El alcalde de Madrid, José Maria Alvarez del Manzano, dijo que el atentado tenía como blanco a Juan Junquera, secretario general de la política científica, máximo responsable de la investigación pública y que en los últimos 20 años ha ocupado cargos importantes en cinco ministerios.
Junquera, como todos los días, fue recogido en su domicilio, próximo al lugar de la explosión, por un coche oficial y, según algunas fuentes, el chofer redujo la marcha al resultarle sospechoso el coche bomba.
La explosión se produjo tres segundos antes de que pasara a la altura del coche bomba el vehículo de Junquera, que se quedó unos nueve metros detrás, informó Juan Cotino, director general de la policía.
Junquera resultó herido levemente por la rotura de los cristales de su vehículo.
Tras la explosión, los dos presuntos etarras autores del atentado intentaron huir en un coche, pero un hombre, que en ese momento subía a su todoterreno, alertó a la policía y facilitó la matrícula del coche sospechoso y comenzó una persecución de quince minutos en contacto telefónico con la policía. Cuando los presuntos etarras se disponían a bajar del vehículo para continuar la huida en otro vehículo fueron detenidos por agentes de la policía.
Los detenidos, fichados desde hace tiempo por la policía, son Aitor García Aliaga, alias "Karpetas", prófugo desde agosto de 2000, y Belén Egues, ex concejal de Batasuna (brazo político de ETA) en Elduayen (Guipúzcoa, País Vasco), huida durante la tregua.
Los etarras llevaban una mochila de la que trataron de desprenderse antes de su detención con dos pistolas 9 milímetros parabellum (habitual munición etarra), documentación falsa, y pelucas para cambiar de imagen en su interior.
Sus declaraciones en dependencias policiales desencadenaron la operación más importante contra el "comando Madrid" desde los años 80, pues desde entonces la policía no había conseguido detener a miembros de esta célula armada cuando estaban en activo y localizar infraestructura en Madrid de la organización.

Una célula muy activa

La Policía española dio por desarticulado el "comando Madrid" de ETA después de que dos terroristas fueran detenidos ayer tras colocar un coche-bomba en Madrid. Así lo afirmó ayer el ministro español del Interior y vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien explicó que un tercer miembro del "comando" se encuentra prófugo.
A estos tres presuntos miembros del "comando Madrid" -uno de los más mortíferos de la banda terrorista y que "suele renovarse periódicamente", según recordó Rajoy-, la Policía atribuye la colocación de los últimos cinco coches-bomba en la capital española.
Los detenidos son Ana Belén Egues y Aitor García Aliaga
Egues, ex concejala de Herri Batasuna (HB, brazo político de ETA) en la localidad vasca de Elduayen, y García Aliaga componían el "comando Madrid", que hace unas semanas había abandonado Juan Luis Rubenach Roiz, al que las autoridades tratan de localizar.
A este grupo se le considera responsable del asesinato del general Justo Oreja, en junio pasado, y del policía Luis Ortiz de la Rosa, un mes después, así como de la colocación de otros tres coches-bomba en la capital que dejaron numerosos heridos.
En el momento de su detención, García Aliaga y Egues Gurruchaga llevaban dos pistolas de nueve milímetros parabellum (arma habitual de ETA), pelucas y otros elementos para ocultar su identidad, así como documentos falsos de las fuerzas de seguridad.
Como consecuencia de las investigaciones, la Policía descubrió tres departamentos en Madrid donde vivían los terroristas y en los que se ha hallado armamento y documentación diversa, así como otro en Salamanca (noroeste) con 40 kilos de explosivos.

Con la ayuda de un ciudadano común

MADRID.- Un ciudadano persiguió con su propio automóvil y propició la detención por la policía de los dos presuntos terroristas, tras la explosión de un coche-bomba en Madrid.
Este hombre, cuya identidad se desconoce, tomó los datos de la matrícula del coche en el que viajaban los supuestos terroristas y salió tras ellos. Según fuentes policiales, nada más producirse la explosión este ciudadano observó a dos sospechosos que huían en un turismo, que se encontraba a 20 metros del lugar donde se produjo la detonación, ante lo cual decidió perseguirles con su coche, un todoterreno, y llamó al 092 a través de su teléfono celular.
Este ciudadano estuvo en contacto permanentemente a través de su móvil con una unidad Zeta de la Policía Nacional, que fueron coordinando toda la información en contacto con la Policía Nacional y transmitiendo instrucciones al ciudadano, así como la necesidad de mantener prudencia. Los presuntos terroristas abandonaron el vehículo y al verse sitiados intentaron sacar sus armas pero tras una persecución a pie fueron capturados. (Diario "El Mundo")

Foto: Así quedó la esquina de Madrid luego del atentado. Cinetos resultaron heridos.

     
     
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