|
CIPOLLETTI (AC).- Aunque no pudieron dar pruebas precisas al Tribunal, tanto Ulises González como Juan Villar acusaron al ex subcomisario Luis Seguel de "encubridor". Cada uno contó cómo fue la búsqueda de sus hijas y las actitudes del imputado que los hacen sospechar de un delito más grave que un incumplimiento de deberes de funcionario público. "Espero que le cambien la carátula y entonces sí voy a confiar en la justicia", le dijo el padre de Verónica a los jueces cuando terminó de declarar.
Villar aprovechó la oportunidad para descargar toda su indignación. Sus acusaciones no fueron solo hacia Seguel sino también hacia el juez de instrucción Pablo Iribarren, el ex fiscal Alvaro Meynet, la policía y el Ejecutivo provincial. "Cuando ocurre un crimen no piensen en homicidas sino en la policía asesina de Pablo Verani", denunció Villar una vez más.
En vano fueron las distintas interrupciones de los jueces o del fiscal para que el padre de Verónica diera elementos concretos ante cada acusación. "A nosotros nos piden pruebas y a los malos funcionarios no", se quejó.
Ayer se realizó la segunda audiencia del juicio por incumplimiento de deberes de funcionario público en el que está imputado el ex jefe de la subcomisaría 69, Luis Seguel. Los padres de las jóvenes asesinadas en noviembre de 1997 fueron quienes inauguraron la jornada de testigos propuestos por la fiscalía.
Ulises González fue el primero en declarar. Apenas el juez César López Meyer le preguntó por las generales de la ley (si conocía a Seguel o si tenía algún grado de parentesco o amistad con él) respondió: "lo conozco y lo detesto".
Seguel solo lo miraba. Mientras González iba respondiendo en forma detallada cada una de las preguntas realizadas por el fiscal Edgardo Rodríguez Trejo, el ex policía permanecía con los brazos cruzados, sin bajar la cabeza en ningún momento.
En el paquete de consultas, el padre de las chicas recordó cómo fue la búsqueda y también las cartas anónimas que recibió en su momento que apuntaban a la presencia de policías en el hecho o en el encubrimiento. "En algunas se mencionaba a Seguel", manifestó. Pero no pudo dar datos puntuales que avalaran esa hipótesis.
-Entorpecer, demorar, no actuar como debía, ¿descarta que pueda deberse a una incapacidad? -le preguntó la jueza María Evelina García.
-Podría ser así. Pero en ese momento Seguel era el oficial estrella de Cipolletti y por eso (el juez) Iribarren le entregó el expediente. Me cuesta creer que haya sido por incapacidad. -le contestó González.
El Tribunal insistía en buscar elementos de prueba. Y mucho más cuando Villar desparramó acusaciones para todos lados. "Acá hubo encubrimiento", indicó el padre de Verónica. Seguel permanecía inmutable.
Ninguno de los testigos pudo precisar que el ex subcomisario haya ordenado "detener" la búsqueda en algún momento. Si bien tanto González como la periodista Alejandra Reyes dijeron que cuando surgió el dato de que habrían visto a las chicas en Barda del Medio, se desarticuló el rastrillaje en la zona rural, ninguno pudo confirmar que Seguel impidió que continuaran allí. El grupo resolvió replegarse por su voluntad.
Tampoco pudieron asegurar que Seguel u otra persona impidiera buscar por algún lugar concreto. "No me consta", reconoció González.
Entre el escaso público que se convocó ayer en el sindicato de Luz y Fuerza estuvieron los abogados que representan a las familias González y Villar. Ninguno de los dos es parte querellante en este juicio.
El debate se reanudará la semana entrante. Habrá audiencias el lunes, miércoles y viernes.
"No volvería a confiar en el aparato policial"
CIPOLLETTI (AC).- "Yo creí que hacer la denuncia policial era poner en marcha una organización que se movía con capacidad, decisión, y que contaba con los elementos suficientes como para buscar ante la desaparición de tres personas. Confié en ese aparato policial. Sería una de las cosas que no volvería a hacer".
Las respuestas de Ulises González fueron menos efusivas que las de Juan Villar, pero no dejaron de lanzar críticas.
"Yo no sé si fui engañado, lo que sí sé es que (Seguel) no actuó como debía en su momento", afirmó. El padre de las hermanas asesinadas fue contestando cada una de las preguntas que le hicieron ayer sobre el momento de la búsqueda y los contactos que tuvo con el imputado.
-Llegamos al lunes al mediodía -le indicó el fiscal Edgardo Rodríguez Trejo-. Hasta ese momento, ¿tuvo algún requerimiento por parte del subcomisario Seguel respecto de "déjeme mirar su casa para ver si puedo tener algún tipo de indicio", "deme alguna foto de las chicas", "dígame por qué las chicas se pudieron haber ido"?
-No, nada de eso -respondió González.
El testigo también recordó el momento en que le dijo a Seguel por qué no buscaban por la zona de "Pollolín" y el ex policía le contestó que "esa zona ya la habían rastrillado como seis o siete veces". Además mencionó cuando surgió un dato en Barda del Medio que indicaba que las chicas habían sido vistas subiéndose a un colectivo. "A mí me pareció todo insólito", afirmó.
"Seguel insistía en que por lo menos tenían una pista", expresó González. Pero ni él ni Juan Villar creían que sus hijas pudieran haberse ido en colectivo hasta Barda del Medio para luego subirse a un camión, como creyó percibir un policía de ese sector.
El padre de las hermanas hizo varias apreciaciones, como por ejemplo, que la cantidad de policías que se veía "era muy poca" y que "se tendría que haber hecho un rastrillaje sobre calle San Luis". Estas acciones, lo llevaron a pensar "que Seguel demoró o entorpeció la búsqueda".
La bronca del padre de Verónica
CIPOLLETTI (AC).- Descargó su bronca con dureza. Y volvió a apuntar en forma directa contra el juez Iribarren, el ex fiscal Meynet y "la policía corrupta de Verani". Juan Villar, el padre de una de las víctimas del triple crimen, no esquivó ninguna de las preguntas que realizó el Tribunal, pero tampoco ahorró críticas hacia la justicia y los crímenes impunes en la ciudad. Incluso se trenzó en un entredicho con el juez López Meyer y el fiscal Rodríguez Trejo.
"Los únicos que vamos a decir la verdad vamos a ser los padres", aclaró de entrada. Luego se despachó con declaraciones que tensaron la jornada.
"Ni me haga mirarlo, mirar a un cretino como éste, porque me da asco. Yo tengo odio, don. Tengo un resentimiento que no sé cómo sacármelo. Tengo el diablo encima", dijo.
Varias de sus frases impactaron en la sala:
* "Como ya estaban todos en conocimiento de que había sido la policía asesina, tenían que cubrirse".
* "Estoy arrepentido, maldigo la hora que lo abracé (a Seguel)".
* "Estoy angustiado, amargado, entre Iribarren y Meynet arreglaron todo".
* "Mire todos los crímenes que hay en Cipolletti, y ninguno se descubrió. Acá tenemos un Ben Laden o no sé qué".
* "Verani e Iribarren tendrían que estar sentados acá".
* "Espero nunca más volver a estar sentado acá. Uno tiene que venir acá a rogar que nos encuentren una solución por el crimen de nuestras hijas".
Cómo se enteró la prensa de la desaparición
CIPOLLETTI (AC).- Cuatro periodistas explicaron ayer cómo se enteraron de la desaparición de las chicas y cómo difundieron la noticia. La mayoría coincidió en que la novedad se conoció por familiares, amigos y allegados a las víctimas; no por parte de la policía.
Baltazar Fuentes Rivas, director y propietario de "FM Creciendo" de Cipolletti, detalló su papel dentro de la búsqueda, en la cual sólo tuvo participación como periodista. "Estaba detrás de la información únicamente", según aclaró.
El primer dato que obtuvo sobre la desaparición "fue verbal", y posteriormente se encargó de confirmarlo vía telefónica con Ulises González. En esta oportunidad "no tuvimos ninguna comunicación oficial, a veces esperamos una notificación escrita", distinguió en referencia a otros casos similares.
Luego fue el turno de Alejandra Reyes, quien en ese entonces brindó una cobertura del caso para LU19. La periodista aseguró que González se dirigió directamente hasta los estudios de la radio alrededor de las 10 del lunes, para dar a conocer a la población sobre la desaparición de las chicas.
"Participé de la búsqueda, y desde el principio la gente se fue sumando", comentó Reyes, "parecía una búsqueda más espontánea de la comunidad que de la policía".
Allí y con el correr de las horas sin obtener resultados, comenzaron a aflorar ciertos cuestionamientos por parte de algunos familiares sobre la escasez de policías afectados a la tarea y por el hecho de que "no había una búsqueda concreta", indicó.
Finalmente también declararon Néstor Radivoy y Oscar Bastoneros de radios locales. Bastoneros manifestó que participó de las tareas que se pusieron en marcha para encontrar a las tres chicas, aunque reconoció que tras el hallazgo de los cadáveres, sintió "temor" debido a presuntas amenazas que habría recibido por parte de policías.
Además relató que en una oportunidad fue detenido en la subcomisaría 69 por una contravención, y efectivos de esta dependencia "me trataron muy mal, y me decían "esto te pasa por meterte con nosotros"". |