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Jueves 22 de noviembre de 2001 | |
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Juzgan a un parapsicólogo acusado de violación |
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Habría ocurrido en Bariloche y la víctima es una pequeña de 13 años. Sin embargo, la abuela de la niña negó lo relatado por su nieta. La menor fue revisada por médicos, quienes constataron lesiones. |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Cámara Segunda del Crimen, integrada en esta ocasión por César Lanfranchi y sus pares Edgardo Camperi y Ariel Asuad, de los fueros Civil y Laboral respectivamente, comenzaron a juzgar a José Loayza Saavedra, un parapsicólogo ecuatoriano acusado de haber violado a una menor de 13 años con el pretexto de librarla de "un grave daño". La única presunta testigo parcial del hecho, abuela de la víctima y clienta del imputado, dijo que no había existido la violación, pero los informes psicológicos y otros indicios fueron valorados de manera positiva por el juez de instrucción y el agente fiscal para efectuar el requerimiento y llevar a Loayza a juicio oral. Durante la instrucción de la causa uno de los testigos denunció que había sido obligado a prestar una declaración determinada para apuntalar la acusación contra Loayza, pero el juez Juan Manuel García Berro fue sobreseído por la denuncia porque la jueza que entendió en esa causa determinó que no había encontrado una conducta reprochable por parte del magistrado. Un condimento especial en esta controvertida causa fue introducido por la madre del imputado, que llegó hace varios meses desde Ecuador y fogonea al consulado de su país para que interceda en favor de su hijo, según ella, acusado de manera injusta. El agente fiscal le imputa a Loayza que después de las 21 del 17 de junio pasado, luego de atender a la abuela de la menor, engañó a la niña diciéndole que le habían "hecho un daño muy grande" y que podía pasarle algo a sus hermanitos menores. Agrega que el imputado hizo que la menor se desvistiera y se acostara en una cama, con la recomendación de que mantuviera los ojos cerrados, y que después de accederla carnalmente le acercó un recipiente con agua y una toalla para que se higienizara. En base a esa acusación el fiscal elevó la causa con la calificación de "abuso sexual con acceso carnal mediando amenazas". La denuncia fue formulada por la madre de la menor al día siguiente, y el médico policial y el ginecólogo constataron que la niña presentaba una desfloración "de menos de cinco días aproximadamente", sin evidencias de lesiones o violencia externa en la zona genital o el resto del cuerpo. La menor ratificó en sede judicial la denuncia presentada por su madre, y varias personas vinculadas a ella también relataron los comentarios que le habría hecho la víctima en igual sentido. Según la denuncia, el acto se habría ejecutado en una habitación sin puerta, cerrada con una cortina, mientras la abuela de la menor se encontraba en la cocina. La abuela de la víctima negó haber asistido a una consulta con Loayza ese 17 de junio, y que había concurrido con su nieta cuando el acusado atendía en otro domicilio. Agregó que en esas ocasiones nunca había dejado a la niña a solas con el imputado y que desconocía que su nieta hubiera sido abusada sexualmente por él, pues la víctima nunca le había dicho nada. |
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