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Domingo 18 de noviembre de 2001 | |
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No le pagaron la cerveza y lo asesinaron de un tiro |
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La víctima era un almacenero de la zona de la costa de Cipolletti.Un hijo de 13 años del comerciante hirió al agresor de un escopetazo.Está internado y sus dos cómplices fueron detenidos posteriormente. |
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| CIPOLLETTI (AC).- La vida de un hombre parece valer cada vez menos. Un almacenero fue asesinado el viernes a la noche, cuando tres sujetos se negaron a pagarle una cerveza. Cuando el dueño del almacén les reclamó el pago, recibió como respuesta un balazo que le atravesó el brazo y quedó alojado cerca del corazón. Un hijo de 13 años de la víctima, al ver lo que sucedía, tomó una escopeta e hirió a uno de los malvivientes y se encuentra internado y fuera de peligro. Cuando se conoció el hecho, la Policía realizó tres allanamientos simultáneos (dos en Puente 83 y uno de Fernández Oro) y detuvo ayer a la mañana a los otros dos sujetos que acompañaban al sindicado como el asesino. Además secuestró el arma homicida, por lo que según la Policía, el caso estaba prácticamente esclarecido. Sin embargo, trascendió uno iba a quedar en libertad, pero los dos restantes se hallaban seriamente comprometidos con el caso. "Eran tres, y los conocemos. Se llevaron una cerveza, sin pagar, riéndose. Mi marido los encaró en la calle, uno sacó un revólver y le tiró. El se llevó la mano al pecho y cayó", relató ayer, acongojada, la mujer del infortunado almacenero, rodeada de vecinos en su casa aledaña al negocio. El jefe de la unidad Cuarta, comisario Mario Corzo, se limitó a confirmar los allanamientos, las detenciones y el secuestro del arma homicida. Todo comenzó a las 22.30 del viernes, en el almacén "Los Tilos", ubicado en el barrio Puente de Madera, a la vera del desagüe que luego pasa por Puente 83, y a unos 500 metros del camino de ripio que une la colonia La Falda con la ciudad. Estaban en la casa sus propietarios, Artemio Peralta, su mujer Adriana Pichún, su hijo de 13 años, y otros familiares. El almacén, ubicado delante de la vivienda, era atendido por la señora, cuando ingresaron tres jóvenes, de entre 20 y 23 años, y pidieron una cerveza, llevándosela sin pagar, según lo que contó la mujer pero entregando sólo 50 centavos, de acuerdo con otros testimonios. Cansada de que "siempre pase lo mismo", Adriana Pichún le avisó a su esposo lo que había sucedido. De acuerdo con lo que dice la mujer, el dueño salió a buscarlos, cuando el trío había caminado unos 20 metros. Peralta encaró a uno y se trenzó en una feroz pelea. En un momento dado, el que lidiaba con el almacenero sacó un arma de fuego y le disparó. El herido quedó en la calle, oscura, apenas iluminada con una lamparita a casi 60 metros, desangrándose. Fue llevado de urgencia al hospital, donde murió casi a la medianoche. La otra versión es que el tiro que impactó en Peralta se escapó en el contexto de la pelea, involuntariamente, pero no se le daba demasiada verosimilitud. El chico, cuando vio a su padre en el suelo, tomó una escopeta y disparó contra el que lo había agredido hiriéndolo con perdigonazos múltiples. El pequeño estaba ayer a la tarde en la casa, descansando, muy shockeado por la situación, mientras la madre y otras hermanas, y vecinos, esperaban el arribo del cuerpo para el velatorio. |
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