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Sábado 17 de noviembre de 2001 | |
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Investigan si un comisario incurrió en encubrimiento |
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Es el titular de la Unidad 23 de San Martín. Lo acusan de dejar escapar a un sospechoso. |
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| SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- El comisario Néstor Figueroa, a cargo de la Unidad 23 de San Martín de los Andes, está siendo investigado por la fiscalía y Asuntos Internos de la fuerza, sospechado de colaborar para que el sospechoso de un robo logre eludir los controles policiales. Los uniformados estaban custodiando la vivienda del sujeto buscado, pero inexplicablemente logró escapar sin ser visto. Además, hay una llamada realizada desde el despacho del comisario al padre del prófugo, con quien comparte su afición por el tiro. Sin embargo, el comisario negó las acusaciones. Figueroa se encuentra en la capital provincial, donde permanece con licencia por razones de salud de su esposa. En diálogo telefónico, desmintió que haya habido allanamientos a la comisaría 23, según había trascendido. El jefe policial aclaró que días atrás se respondió a una requisitoria de información de la fiscalía, propiciada por la misma brigada de investigaciones a su cargo. En esa oportunidad se accedió al detalle de las llamadas telefónicas realizadas desde su despacho a la casa de un familiar del presunto delincuente, cuando estaba en pleno desarrollo la pesquisa. El comisario dijo que merced a esas comunicaciones se logró dar con el paradero del sospechoso y "esclarecer" el caso. Pero Asuntos Internos de la Policía investiga si Figueroa, una vez ubicado el paradero del presunto atracador, suspendió o dejó caer el procedimiento para facilitar la huida, a propósito de una relación de amistad con el padre del sospechoso. Figueroa negó enfáticamente esa hipótesis y afirmó que fue la colecta de pruebas que encabezó desde la brigada, la que permitió ubicar al sospechoso y, meses después, elevar los resultados a la Fiscalía que hace apenas una semana pidió la captura. El comisario dijo que el sujeto que habría asaltado la farmacia de La Vega es el joven Matías Ruedas, de 25 años. Explicó que el nombre de Ruedas había aparecido en el submundo de la droga días antes, a propósito de indagaciones por un asalto a mano armada a un estudio de abogados. Luego, cuando ocurrió el robo a la farmacia con un modus operandi similar, Figueroa dijo que "naturalmente pensé que la misma persona estaba involucrada. De allí que hice unos llamados desde mi despacho el mismo día del asalto, en la presunción de que un familiar del sospechoso podría saber de su paradero". "Pero hasta ese momento tenía una mera sospecha, ni siquiera una presunción fundada en indicios firmes, y no se puede detener a alguien sólo con eso". "En la Argentina -continuó- hubo 30.000 desaparecidos por meras sospechas; debemos ser respetuosos de los derechos y garantías, de modo que yo no podía actuar hasta tener una orden judicial". El funcionario policial advirtió que se montó una vigilancia sobre una vivienda de Altos del Chapelco, pero no tan estricta debido a que "era una línea más entre varias puntas de la investigación". El caso es que ese mismo día, Ruedas se fugó de San Martín. Figueroa admitió conocer al padre del implicado en las investigaciones, pero dijo que "compartimos la práctica del tiro; somos conocidos pero aún cuando fuese amigo personal eso nada tendría que ver con el cumplimiento de mi deber... que es lo que he hecho". Subrayó que "si hubiera querido beneficiar al joven no hubiera llamado al padre desde mi escritorio. Es difícil de entender que las mismas acciones que llevaron a esclarecer el hecho sean tomadas para poner en duda mi actuación, pero son situaciones a la que nos exponemos los policías y estoy seguro de que todo se va a aclarar debidamente", concluyó. |
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