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Jueves 15 de noviembre de 2001 | |
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Desde una moto hirieron de un balazo a una nena de tres años |
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El hecho ocurrió en el barrio Anai Mapu, en Cipolletti. El disparo ingresó en uno de sus brazos, a la altura del hombro, cuando la nena jugaba con sus amigos y hermanos en el patio de la casa de su abuela. Sus padres y los vecinos del barrio no encuentran palabras para explicar el suceso. |
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| CIPOLLETTI (AC).- Una nenita del barrio Anai Mapu salvó su vida por milagro, porque mientras jugaba en la casa de su abuela dispararon, al parecer al bulto, desde una moto. La bala interesó el brazo izquierdo, casi a la altura del hombro de la niña, una bella rubiecita que ayer se acurrucaba, protegida, en los brazos de su papá, ya recuperada. "Un poquito más al centro y, Dios mío, lo que pudo haber pasado", exclamó una señora, poniendo el dedo a la altura del corazón. El episodio, atípico, aún para un barrio donde hay armas al por mayor y suceden hechos de violencia con asiduidad, se produjo el martes aproximadamente a las 18, en una vivienda situada casi en la esquina de El Bolsón y Río Neuquén. La nena, de tres años, estaba jugando en el patio delantero de la casa de su abuela, con hermanitos y amigos. De pronto -de acuerdo con testimonios de los pibes, todos de corta edad, porque el mayor no pasaba de los 10 años- se vio que circulaba una moto y se escuchó un ruido. "Abuelita, un cuete, un cuete", alcanzó a decir la chiquilina, paradita, con cara de asombro. Y al momento empezó a sangrarle el brazo, por lo que la abuela y los vecinos que empezaron a congregarse se percataron de la agresión. El primer llamado fue para la policía, que tiene su destacamento cerca. Llegó un patrullero y llevaron a la herida al hospital, donde se la atendió de urgencia y se le extrajo la bala, del calibre 22, sin otra consecuencia, por suerte. Ayer por la tarde la chiquilina se encontraba en su casa, con su papá Horacio Casiano, su mamá Viviana, y sus cinco hermanitos. Con su hijita en brazos, Casiano se mostraba tan desconcertado como los otros vecinos. "No sé qué pudo haber pasado. Y menos quién pudo haber sido. Nosotros no tenemos problemas con nadie. Por ahí se le escapó un tiro al que iba en la moto. No encuentro explicación. Esto parece no tener sentido", reflexionó. Casiano se enteró del tremendo suceso cuando regresaba al barrio Mapu del hospital, donde había sido atendida otra hijita por un problema menor. En el casco viejo del Mapu varios vecinos comentaban ayer, impresionados, el incidente. "Mire si la matan. Aquí hay que trabajar mucho con asistentes sociales, no sólo es cosa de la policía", expresó un hombre mayor, mientras barría la vereda. "Yo estaba cerca, no con ellos. Sentí un "pum", un tiro. Y empezó a llenarse de gente. Todos atendían a la piba", relató un avispado botija, de unos 11 años, tal vez con algo de fantasía, resguardándose luego en un denso mutismo de ojos bajos. En la Comisaría 24 del barrio Don Bosco había tanto desconcierto como en el vecindario. "Estamos investigando. Esto es un hecho atípico", dijo ayer un efectivo afectado a la investigación. Aún así, se supo que uno de los nenes habría indicado con meridiana claridad a la policía que un hombre pasó despacio, en moto, apuntó y tiró directamente al grupo que jugaba en el patio, huyendo de inmediato en una acelerada feroz. |
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