Martes 6 de noviembre de 2001

 

Condenaron a un ex gendarme por un homicidio

 

Recibió una pena de nueve años y medio de prisión, por el crimen del novio de su hija cometido en Bariloche

  SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El ex gendarme Jorge Agüero fue condenado a nueve años y medio de prisión por el homicidio de su yerno, a quien baleó a través de una ventana irritado por la relación que mantenía con su hija.
La Cámara Primera del Crimen optó por una pena menor a los 18 años que había pedido el fiscal Carlos López, pero tampoco le impuso el mínimo para el homicidio simple.
Los jueces merituaron como agravante en contra de Agüero el hecho de que haya sido un eximio tirador e incluso que haya participado del llamado "operativo Independencia" en la provincia de Tucumán en los meses previos al golpe de estado de 1976. De modo que "lo más probable" es que se haya representado el daño que causaría.
Agüero, de 50 años, fue dado de baja de la Gendarmería debido a la cantidad sanciones disciplinarias acumuladas y las bajas calificaciones. Desde entonces administraba una bailanta. En la tarde del último 17 de marzo fue a la casa de su hija dispuesto a "conversar con ella" para disuadirla de la relación sentimental que mantenía con Víctor Navarro, luego de separarse de su primer marido, quien residía entonces en Mar del Plata.
Al ver que la joven se encontraba con Navarro se irritó aún más y le disparó con una pistola 9 milímetros a través de una ventana. La bala lo alcanzó en un hombro y lo mató en forma casi instantánea. Durante la indagatoria, Agüero dijo que la víctima "portaba siempre un cuchillo" y que se sintió amenazado, algo que la defensa no pudo probar. También dijo que estaba borracho, que quiso efectuar un disparo al aire y no entiende cómo el proyectil hirió a su yerno.
Los jueces consideraron que las excusas fueron inverosímiles. A juicio del primer votante, Alejandro Ramos Mejía, quedó demostrado que el alcohol que Agüero ingirió previamente no le impidió manejar su auto, dirigir sus acciones y comprender acabadamente lo que había hecho. "Me mandé una cagada", le dijo a un amigo que lo acompañó a entregarse.
Ramos Mejía también descartó, en criterio compartido por sus pares Alfonso Pavone y Marcelo Barrutia, el atenuante de la "emoción violenta" esgrimido por la defensa.
En el informe sobre los antecedentes de Agüero remitido por Gendarmería a pedido del juez instructor, quedaron reflejadas las numerosas sanciones que motivaron su baja.
Pero también en el punto C de escrito se puntualiza como un mérito que entre el 2/12/1975 y el 5/1/1976 el ex suboficial participó en el operativo "Independencia", uno de los tantos capítulos oscuros de la represión desatada contra los grupos revolucionarios armados en los años 70.
A los ojos del tribunal, ese detalle del legajo se le volvió en contra. Al momento de ponderar la pena, los jueces recordaron que el ex suboficial participó de aquel operativo "y de ser así debió enfrentarse con grupos armados asumiendo riesgo de vida en cumplimiento de las tarea de un hombre de armas".
"Si ello fue así -agrega el fallo-, y si además Agüero ha sido un experto tirador (...), aparece como repudiable la naturaleza de la acción cometida, no ya respecto de peligrosos "guerrilleros" sino contra un joven desarmado.
   
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