Viernes 30 de noviembre de 2001 | ||
Enron podría ser la mayor quiebra |
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La compañía de energía estadounidense intenta salvarse de la quiebra, que podría resultar la mayor de la historia, con un acuerdo de última hora con acreedores. El fracaso de su adquisición por la Dynegy y sus deudas por más de 15.000 millones de dólares hacen temer por el futuro del gigante energético. |
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Nueva York (EFE).- La compañía eléctrica Enron está al borde de declarar la mayor bancarrota en la historia de EEUU, en un caso que inquieta y sorprende a los inversores, por tratarse de una empresa con activos de 62.000 millones de dólares y operaciones en cuatro continentes. Si se considera el valor contable de Enron, ésta sería la mayor bancarrota registrada en los EEUU, superando los 35.900 millones de dólares de la quiebra de Texaco en 1987. Sin embargo, y tras los serios problemas contables de los que ha dado cuenta Enron, y que son la causa de su actual colapso, muchos dudan de que el valor de los activos en poder de la empresa valgan de verdad los 62.000 millones de dólares que alega la compañía. Con todo, sólo la deuda de Enron, de cerca de 15.000 millones de dólares, hace de este colapso uno de los mayores de la historia. Esta eventual quiebra, que es dada por segura por casi todos los analistas de Wall Street, no afecta tan sólo a la empresa, sino que repercute también en una serie de compañías que tienen negocios o créditos con ella. Enron, en su calidad del mayor mercado de compra y venta de energía en los EEUU, posee una serie de contratos con firmas del sector energético, que hoy se encuentran evaluando cuánto dinero pueden perder en caso de quiebra. Además, una serie de bancos tiene préstamos con la empresa, que hasta hace pocos meses era un verdadero ejemplo de innovación y ganar dinero gracias a la libertad del mercado energético estadounidense. JP Morgan Chase informó ayer de que tenía una exposición en Enron de 500 millones de dólares en créditos no asegurados y de 400 millones de dólares en créditos con colateral (garantías). Los analistas consultados creen que Citigroup, banco que no ha entregado información oficial al respecto, tiene una exposición similar. Aún con todo, se cree que una quiebra de Enron no tendrá grandes consecuencias sobre la economía, como ocurrió en otros famosos casos, en especial el del fondo de inversión de riesgo Long Term Capital, cuyo colapso en 1998 obligó a las autoridades estadounidenses a intervenir en su ayuda. Los analistas creen que el colapso de Enron puede ser absorbido sin grandes problemas por los bancos prestamistas, en gran parte porque sus créditos fueron siempre sindicados (suscritos por grandes grupos financieros). Por eso, lo que más inquieta a los expertos es la serie de batallas legales y complejos procedimientos que puede seguir a una declaración de bancarrota, debido al tamaño y la extensión de las operaciones de Enron. Los acreedores ponen sus ojos en los activos de la empresa, en particular en sus gasoductos. De uno de ellos la firma Dynegy, que ofreció comprar Enron el pasado 9 de noviembre por 9.000 millones de dólares, obtuvo derechos de compra. Dynegy, que anunció ayer su decisión de no seguir adelante con la fusión (lo que hizo descender las acciones de Enron un 85 por ciento), había invertido 1.500 millones de dólares en Enron tomando como colateral el gasoducto. El presidente de Dynegy, Chuck Watson, señaló ayer a la cadena de televisión CNBC que en el caso de que Enron declare la bancarrota, ellos harán valer su derecho a hacerse con el gasoducto. Pero en ese caso, Enron pasará inmediatamente a estar bajo una serie de protecciones y reglas especiales para pagar sus deudas, y los acreedores con garantías tienen prioridad a la hora de ser pagados. Con presencia en Neuquén NEUQUEN (AN).- La compañía Sempra Energy, que se dedica al negocio de distribución de gas y electricidad desde su cuartel general en San Diego, California, se anotó para quedarse "con los activos pesados de Enron" en Transportadora de Gas del Sur, la principal red de gasoductos de la Argentina. En 1992, Enron -dueña del 43% de Sodigas Sur y Sodigas Pampeana, que controlan las dos versiones de Camuzzi-, había accedido a parte del paquete accionario de TGS, que con más de 6.600 kilómetros de caños es la más extendida de Sudamérica. Enron había diseñado para TGS -que abastece sus ductos con gas de la cuencas austral y neuquina- numerosos proyectos de expansión y el Estado provincial le reclamaba por las operaciones de compraventa de gas unos 12 millones de dólares en concepto de impuesto de sellos. El interés de Sempra en adquirir los activos "pesados" de Enron -tal como explicó un vocero de los californianos- consiste en que la compañía es dueña del 15% del consorcio Conecta, que se adjudicó la concesión de construir en Uruguay los sistemas de separación de gas y distribución domiciliaria del fluido para Montevideo. Esa red se abastecerá también con el gas proveniente de Neuquén. En Argentina, Enron operaba otro negocio que fue conflictivo: la red de agua potable y cloacas en 70 localidades de la provincia de Buenos Aires -mediante la empresa Azurix- y había anunciado que renunciaría a esa concesión el primer día hábil de 2002, pero el gobierno de Carlos Ruckauf se lo prohibió y rechazó sus argumentos. La retirada de Dynegy de la fusión hizo caer definitivamente el precio de las acciones de Enron, que el martes cotizaron a 0.85 dólares cuando un año antes valían 87 dólares. Vinculada con la familia Bush y la más importantes en el negocio, Enron estuvo a punto de construir a finales de la década de 1980, durante la gobernación de Pedro Salvatori, la planta de fertilizantes neuquinos, Fertineu. |
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