Domingo 25 de noviembre de 2001

 

Preocupa la calidad de la hotelería en Bariloche

 

Un relevamiento realizado por el municipio reveló falencias alarmantes.

  SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Según un exhaustivo estudio realizado por el municipio, la hotelería de esta ciudad arrastra un fuerte déficit en infraestructura y calidad de servicio que exige una urgente reconversión.
Alrededor del 60 por ciento de los establecimientos no alcanza los parámetros exigidos para su categoría y también es amplia la proporción que presenta serias deficiencias en materia de seguridad.
El relevamiento fue realizado por la secretaría de Turismo el año pasado, pero recién vio la luz en estos días, cuando el municipio y los hoteleros están a punto de suscribir con el BID un acuerdo de financiamiento para encarar las necesarias reformas.
El secretario de Turismo, Omar Contreras, aseguró que las problemas encontrados "están presentes en toda la oferta hotelera del país", pero Bariloche "es la única que la está midiendo".
La ciudad cuenta con 172 hoteles y 81 complejos de bungalows, que en total ofrecen 18.856 camas. La mayor proporción corresponde a los hoteles de una estrella (6.439 plazas) y a los bungalows (2.220). También hay 1.149 camas en hoteles de 5 estrellas.
La superficie construida de la oferta alojativa total es de 307.432 metros cuadrados y la inversión conjunta fue estimada en 329,5 millones de pesos.
Los créditos que los hoteleros podrán suscribir con el BID serán a 10 años de plazos con un interés del 9 por ciento. Deberán destinarse exclusivamente a la reconversión de las instalaciones ya construidas, no para levantar nuevas plantas ni para absorber pasivos.
Contreras dijo que el próximo 5 de diciembre llegarán emisarios del banco para difundir la propuesta. Reiteró también que el propósito del municipio es que firmen sus planes de reconversión la mayor cantidad posible de empresarios y luego el municipio dejará de habilitar por un tiempo nuevos hoteles y bungalows.
Esta es la zanahoria ofrecidas a los empresarios, pero no será gratis. Según el secretario de Turismo, la reconversión no será "forzosa", pero "todos deberán adecuarse, a riesgo de cerrar o bajar de categoría". El plazo todavía no está establecido pero sería de "unos dos años".
Muchos hoteles tienen los pasillos, habitaciones y baños de un tamaño menor que el requerido por el decreto provincial 204, que desde hace años regula la categoría de cada alojamiento.
En esos casos habrá que derribar paredes para las necesarias ampliaciones, lo que significará para ciertos establecimientos una reducción en el número de plazas.
La sobrecategorización es un engaño que en general pasa desapercibido para el turista primerizo, pero no para los argentinos que viajan mucho y tampoco para los extranjeros.
La incongruencia entre las estrellas del hotel y la calidad del servicio es una de las denuncias que con mayor frecuencia recibe en sus mostradores la secretaría de Turismo.
Contreras explicó que el déficit de calidad en la oferta de alojamiento turístico es una "situación heredada" por la actual gestión y se originó en la laxitud de los controles cuando estuvieron a cargo de la provincia. El municipio recién las tomó a su cargo en 1994.
Dijo el funcionario que uno de los datos más preocupantes es el 71 por ciento de las construcciones que no tienen estructura antisísmica y lo atribuyó a que "antes de 1980 el código de edificación no lo exigía".
Aseguró que tanto esa falencia como la falta de salidas de escaleras de emergencia o de reserva de agua por incendios no fueron determinantes para disponer clausuras inmediatas al cabo del relevamiento. Sólo cuatro establecimientos fueron obligados a cerrar hasta corregir los serios problemas estructurales que presentaban, y no pudieron abrir hasta efectuar las reparaciones.

Son pocos los que cumplen

El decreto provincial 204 y sus anexos establecen los requisitos que debe reunir un hotel para quedar encuadrado en cada una de las categorías previstas, de una a cinco estrellas.
Pero según lo detectado por el municipio en el 66 por ciento de los alojamientos locales las habitaciones no llegan a las medidas mínimas requeridas para su categoría. Los baños no cumplen en un 53 por ciento y las salas de estar en un 65 por ciento.
En materia de seguridad los datos no son menos alarmantes. Cuando se realizó el relevamiento, el 52 por ciento de los establecimientos no tenían disyuntores (algunos ya lo corrigieron) y el 80 por ciento no tenía matafuegos en los espacios comunes.
En un 80 por ciento de los casos el tamaño de pasillos es menor al exigido por la legislación nacional para facilitar una evacuación, y las escaleras tampoco cumplen en un 70 por ciento. Sólo el 11 por ciento del personal tiene capacitación en hotelería y apenas el 25 por ciento es bilingüe.
También los problemas de diseño encarecen la prestación de servicios. Fueron comparados -por ejemplo- 12 edificios de superficie y ocupación similar y algunos consumían hasta 7 veces más agua, gas y electricidad que otros.(AB)

   
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