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Martes 20 de noviembre de 2001 | |
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El joven Hewitt parece no tener techo |
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El polémico australiano basa su liderazgo en lo físico y mental. |
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| BUENOS AIRES (ABA).- El australiano Lleyton Hewitt pegó un espectacular salto de canguro y desplazó al brasileño "Guga" Kuerten de la cima del tenis mundial. Con su consagración como invicto en el Masters de Sydney (algo que no ocurría desde 1993 con Michael Stich), Hewitt cerró como singlista un año excepcional que alcanzó su punto culminante con la obtención del US Open -su primer Grand Slam-, donde aplastó a Pete Sampras. Y por si fuera poco, aún puede ser campeón de la Copa Davis cuando su país enfrente a Francia desde el 30 del corriente en Melbourne. Con un juego que se adapta a todas las superficies, Hewitt basa su éxito en la espectacular velocidad de piernas, que le permite no dar ningún tanto por perdido, y en su poder de concentración, factor que termina desgastando a sus adversarios. Posee una gran devolución de saque y desde el fondo del court desequilibra con el drive sobre las líneas para luego rematar con su furibundo revés a dos manos. "Y aún tiene cosas que mejorar como su servicio, no tiene techo", resumió el afamado Guillermo Vilas. En los comienzos de su campaña en 1998, Hewitt hizo historia. Ganó en el primer torneo de la ATP que jugó. Fue en Adelaida (su tierra natal), certamen en el que derrotó nada menos que a André Agassi. En la actual temporada, el joven australiano consiguió seis títulos y dentro de los Masters Series (los diez torneos más importantes) sólo perdió en una primera ronda ante el ecuatoriano Lapentti en París. En el Masters que concluyó pasado domingo, Hewitt venció al francés Sebastien Grosjean (en la etapa previa y la final), a Agassi, al español Juan Carlos Ferrero y a su compatriota Patrick Rafter frente a quien se constituyó en el tenista más joven en terminar una temporada como número uno. Precisamente, fue viendo a Rafter que Hewitt se convirtió en jugador de tenis ya que hasta ese momento dedicaba la mayor parte de su tiempo a jugar fútbol australiano, deporte en el que se habían consagrado su abuelo y su padre. Claudio Rabinovitch Estilo agresivo e insoportable Hewitt es el malo de la película en el holywoodense tour de tenis, el que les grita los tantos en la cara a sus rivales y que salvo en Australia juega siempre de visitante. |
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