Jueves 8 de noviembre de 2001

 

Un compromiso como para "calentar los motores"

 

La única exigencia que tiene hoy Argentina ante Perú es tratar de hacer un buen partido.

  BUENOS AIRES (DyN) - El seleccionado argentino, cómodo líder de las Eliminatorias y clasificado con mucha antelación para el Mundial 2002, seguirá calentando motores y ajustando detalles para la máxima competencia ecuménica cuando reciba hoy y sólo para cumplir con la estadística, a un Perú que ya no tiene chances de lograr su pase.
El partido se jugará a las 18 en el "Monumental", según una postergación de un día a la fecha original dada la prórroga que los clubes europeos lograron para ceder sus futbolistas a las respectivas selecciones sudamericanas.
La poca trascendencia del encuentro, comparada con otros esenciales en la fecha de eliminatorias para ir definiendo los demás pases para el Mundial, contrasta con el gran interés de los aficionados por asistir dos días después al homenaje a Diego Maradona, quien desde mañana se entrenará con la selección en el predio de la AFA en Ezeiza.
La formación local correrá por los carriles conocidos, con los hombres que animaron las eliminatorias, el regreso del arquero Germán Burgos y una posibilidad especial de mostrarse para el centrodelantero Julio Ricardo Cruz, por lo general suplente, a la sombra de Gabriel Batistuta o de Hernán Crespo.
Los peruanos pretenden dejar una buena impresión y la figura del equipo, Claudio Pizarro, apeló a una curiosa definición: "Venimos a demostrar que podríamos habernos clasificado".
Argentina, puntero cómodo, va de favorito, porque además de la localía presenta la demoledora tarjeta de su campaña, con 39 puntos en 16 presentaciones (12 victorias, 3 empates y una derrota.
Un grupo nutrido de jugadores argentinos llega con una amonestación y de recibir otra quedará fuera de la última fecha de eliminatorias, algo que dentro de todo sería tranquilizador pensando en el Mundial a jugarse a mediados del año próximo.

Se lesionó Gallardo y llamó a Romeo

Los entrenadores son dueños de hacer lo que les plazca con sus planteles. Esto es, desde convocar a los jugadores, armar el equipo, planificar estrategias, disponer cambios, etc.
Nadie puede discutir ese derecho. Se supone que menos aún, cuando una racha de victorias lo acompaña.
Es el caso de Marcelo Bielsa, cuya tarea al frente de la selección nacional no deja dudas de que ha sido eficiente. La campaña en la Eliminatoria es más que elocuente
Sin embargo, ser eficaz no lo deja inmune ni menos protegido a alguna queja. Y aunque ésta no le haga mella, no debería pasar por alto la "movida" que efectuó ayer cuando se informó de que una lesión (dolencia en el aductor derecho) de Marcelo Gallardo dejaba al volante al margen de una actuación en el partido de hoy como en el del miércoles ante Uruguay.
Producida la baja del "Muñeco", Bielsa convocó a Bernardo Romeo, cuyo rendimiento justificaría un llamado de esta naturaleza. Es más, quizá no ahora, sino antes. Su racha goleadora (fue el máximo artillero en el torneo anterior) es un dato fuerte.
Pero hay una pregunta que no pasa por alto así nomás. Si el lesionado es un volante armador, ¿por qué decide llamar a un delantero neto?
Se reitera, Bielsa es dueño y absoluto de hacer lo que quiera. Eso no se discute
Pero, ¿no hay mediocampistas en actividad en la Argentina? ¿No le interesa tener a un jugador de la calidad de Riquelme, que como Bielsa en su tarea, también está fuera de toda discusión?

   
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