Domingo 25 de noviembre de 2001

 

A las voces se sumaron el glamour y el humor

 
 
SAN MARTIN DE LOS ANDES (Enviada Especial)- Con "Connie Berger trío" y "Clara Bo Jazz Band" llegaron las voces al Encuentro Regional de Jazz Fusión de San Martín de los Andes que ayer sí pudo hacerse en el hermoso escenario de Plaza San Martín.
Calor no hizo (para qué decir una cosa por otra) pero el cielo se mantuvo prudentemente despejado y el viento no llevó las temperaturas por debajo del cero. Para los sanmartinenses, un día espléndido. Para los no cordilleranos, fresco, pero hermoso. Para los músicos, fresquito, pero con onda.
Connie Berger, una joven holandesa radicada en San Martín de los Andes, tiene una voz sonora y hermosa, y modula de manera muy bella las baladas del jazz. El ritmo y la melodía se le hacen cómodos instrumentos para su expresión, y el trío que la acompaña brilló con solvencia.
Eduardo "Tuto" Reyes en contrabajo y Federico Peterbag en guitarra conforman una base envidiable: buenas armonías y versatilidad para ir de un ritmo a otro. Y Carpo Pirién es un buen complemento en saxo, completando el marco de glamour que la voz de Connie le aportan a las baladas del jazz.
Su versión de "Summertime" de Gershwin fue para recordar, con un buen arreglo de guitarra y una síncopa permanente con la voz y el bajo, y lo mismo podría decirse del "Autumn leaves" que marcó el cierre de su presentación. En medio, Florencia cantó, como invitada, un tema con un hermoso fraseo.

Clara Bo y el humor

Cuqui Hönik es un artista, quién lo duda. Lo muestra escribiendo, y lo luce en la música, para placer de quienes estuvieron ayer en la plaza San Martín.
"Clara Bo Jazz" es un grupo vocal y banda de jazz de excelente nivel. Son ocho voces conocidas, confiadas, que juegan a hacer música riéndose de la formalidad y poniéndose serios en el humor. ¡Qué lujo escucharlos!
Usando las voces y ayudándose con las bocas, las manos, las narices y hasta algo que lucía bastante parecido a un peine envuelto en un papel manteca, "Clara Bo" fue desde temas con todo el sentido negro de los ritmos del Mississipi hasta una hermosa versión vocal de "Take five" más melodiosa que las habituales, hasta mostrar todo el glamour de un grupo vocal en una balada romántica.
Las voces son Silvia Posardi, Manuel Cancio, Adriana Bomparola, Osvaldo García Noria, Viviana Marchessi, Julio Arias, Viviana Zárate y Alejandro Graham, Jorge Guarnieri en guitarra y bajo, Gabi Blanco en batería y Cuqui Hönik en guitarra, bajo y dirección. En el final, una opereta de Rossini fue la base para mostrar maestría y más humor que despertaron un fervoroso aplauso entre el público, que reclamó más y lo tuvo, en un "boogie boogie" como los que saben.
En el comienzo de la tarde se había presentado el grupo Pulso Trío, de Valdivia, un trío ajustado y solvente de guitarra, bajo y batería que se lució en jazz tradicional con buena propuesta de fusión entre estilos.
En el final de la tarde, la "convivencia pacífica" entre el encuentro de jazz y los empleados del cerro Chapelco que se manifiestan con una olla popular en la esquina de la plaza parecía camino a complicarse. Los manifestantes consiguieron un equipo de sonido que poco tenía que envidiarle al del escenario, e hicieron sonar la música de "Soledad" a un volumen que competía con el encuentro de jazz. Hubo algunos ánimos que se caldearon, pero el diálogo se imponía, por fortuna.

Un espacio de la región en la música

Durante dos días, San Martín de los Andes albergó un más que saludable encuentro de músicos ávidos, por mostrar y hacernos escuchar el género sincopado del jazz y la fusión con otros ritmos, lamentablemente, siempre poco difundido en nuestro país.
El festival se concretó y logró la amalgama y el intercambio del conocimiento entre los grupos.
Cada uno de ellos lo hizo con honestidad y profesionalismo para que el evento tuviera seriedad y coherencia.
El hecho de que este género musical se vaya ganando en esta zona un espacio, producto del Festival Internacional de año pasado, contribuye a despertar el interés de tantos jóvenes por entender que la música en sí, bien elaborada e interpretada, obliga a seguir estudiando, seguir escuchando y liberar y realimentar el cuerpo y la mente.
Se ha dicho en infinidad de libros que el jazz es el género que revolucionó la música del siglo XX, que del jazz se desprendieron el rock, el rock sinfónico, el pop. Es posible.
Lo que sí es posible es que continuando con estos eventos, dando lugar a jóvenes que expresen lo que con tanto sacrificio producen durante el año, podamos también alegrarnos de que el tiempo no habrá pasado en vano.
Esto alcanza para abrazar en una fuerte felicitación a los organizadores de este Encuentro Regional de Jazz Fusión.

Una agradable novedad del encuentro

SAN MARTIN DE LOS ANDES (Enviada Especial).- Caía la noche del viernes y el teatro San José se llenaba de rumores y acordes. La añeja construcción de madera dio abrigo (es literal) a la música y a los músicos que participan del Encuentro Regional de Jazz Fusión.
Lo más novedoso de la noche fue el trío integrado por los neuquinos Pedro Giorlandini en piano, Federico Del Cerro en bajo y Mario Giménez en batería. Tocaron temas y arreglos de Giorlandini.
Nos encontramos ante una novedosa interpretación del piano, producto de estudios, de conocimiento y de una búsqueda de un sonido propio, muy influenciado por Thelonious Monk en los espacios y en los climas creados con sonidos y silencios y por Bud Powell, con toda una expresión extra-instrumento que contribuye a dar un sentimiento profundo en sus interpretaciones, en los que no faltan sus movimientos y gritos.
Contribuye a hacer atractivo el show, de una musicalidad permanente, en el que la melodía debe ser rastreada por el público. Y todo, sustentado con una base rítmica eficiente y sólida aportada por el bajo y la batería. Del Cerro y Giménez cubren holgadamente los espacios dejados por Giorlandini. Giménez es ya conocido y reconocido en la zona, y Del Cerro se muestra como un músico interesante que trabaja muy bien las cadencias, con una pulsación muy original.
La noche había comenzado con los locales "Blues de Valentín", con Valentín Cora en guitarra, Tomi Stancatti en teclados y Guillermo Yonas en batería, a quienes se sumó en algunos temas el guitarrista Gustavo Navarro. Un grupo que inicia su camino con buenos elementos pero sin mucha variación y riqueza en su propuesta.
Los neuquinos de "Sueño Cipayo" marcaron distancia. Sólidos, con una búsqueda más "jugada" de atreverse a juegos armónicos y rítmicos, le aportaron la necesaria incertidumbre a una música que nació inquietante, precisamente como reacción y conmoción.
Sebastián Luna en guitarra, Leo Nebbia en saxo y flauta traversa, Gustavo Gándara en bajo y guitarra y Sebastián Díaz en batería integran "Sueño Cipayo", que suena como una verdadera banda aportando desde la estridencia hasta toda la onda del blues. Así lo mostraron en "Punch" el tema propio que inauguró su actuación del viernes y dio paso a varios más en los que no faltaron los ritmos candomberos y otros en una verdadera fusión.
Y, luego de Giorlandini, cerró la noche "La Hermida Trío Jazz" de Buenos Aires, con versiones de varios "standards" del jazz y un show que pivotea entre el buen manejo de los instrumentos y en el histrionismo del líder de la banda. Fueron momentos de verdadera fiesta, con todos ellos.
Pablo Celoria

   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación