Lo bueno
* La organización en general se destacó por su eficiencia. El área de prensa, encabezada por Maximiliano Altieri, brilló.
* El programa incluyó a algunos de los mejores exponentes de la música clásica y a un maestro del tango como Atilio Stampone.
* El repertorio escogido por Abel López Iturbe se destacó por su versatilidad. Fue pensado para mostrar obras poco ejecutadas y emocionar con algunas piezas famosas.
* La humildad de la mayoría de los maestros y músicos que intervinieron en el festival, quienes se hicieron un tiempo para conversar con el público presente y la prensa sin innecesarios divismos.
* La actuación del "Trío Argentino". Mostró su pasión, su "garra" y una vocación por conmover a su auditorio. Mereció la ovación que recibió después del Mendelssohn.
* El pequeño librito del programa, en general bien escrito y detallado.
* Los chocolates a la entrada, el brindis necesario en el intermedio y las sensaciones extrañas de los finales.
* La predisposición de la audiencia que mantuvo tanta expectativa con Horacio Lavandera como con Atilio Stampone.
* El festival entendido como un producto de "exportación" sin chimeneas y de indudables beneficios. Paisaje y buena música son un menú competitivo.
Lo malo
* Horacio Lavandera y Rafael Gintoli manifestaron sus dudas con respecto a la calidad del piano. Lo mismo hizo una excelente pianista regional que participó de las jornadas como parte del público. Uno de los comentarios más reiterados fue que el piano estaba bajo. Si bien el instrumento es de calidad, no está a la altura del genio de quienes participan en el festival. Algo dijo en la conferencia el propio Lavandera.
* El lamentable comentario de Abel López Iturbe acerca de los "ruidos molestos" ocasionados durante el recital de Atilio Stampone por un sector en el que estaban la prensa y los chicos de "Cofradía", que teóricamente afectó a la producción de un documental que se estaba grabando. No sólo es falso sino que también deja a relucir una serie de prejuicios. Unos fueron indicados por jóvenes y otros por ¿poco cultos? Su comentario dejó muchas dudas.
* La sala del Llao Llao si bien es bella y está ubicada en un marco excepcional, tiene algunas deficiencias que deben ser resueltas. El piso cruje al menor movimiento, con lo cual los espectadores deben mantener una postura casi de estatua durante el concierto. No es seguro que el escenario, por su diseño, ofrezca las mejores posibilidades de repercusión del sonido.
* El aroma a comida que llega hasta la sala incita, claro, pero además perturba.