La casa de los Vitale sobre la calle Estados Unidos al 600, corazón de San Telmo, es otro corazón que late a toda marcha. Corren las horas previas a una gira que llevará a Lito y Juan Carlos Baglietto hacia Bahía Blanca, Olavarría, retorno a Buenos Aires y otras ciudades que conocerán la nueva producción discográfica que los une, una vez más, humana y creativamente.
Donvi, sigue de cerca cada paso que su hijo Lito da, continúa estando en cada salida, en las grabaciones, en la charla con "Río Negro", en la cebada del infaltable mate amargo. Mientras tanto los titulares siguen hablando de la nueva guerra, del ántrax o los bombardeos en Afganistán, del avión que cayó en Queens envuelto en llamas.
-Donvi: Cada vez que nos encontramos hablamos de eso.
-Lito: Así y todo, cada día que me siento al piano, me salen cosas como las del último disco que sacamos. El título lo puse yo "¿Qué más hacer en esta tierra incendiada, sino cantar?". Me sale algo muy ligado a la realidad de todos los días. Estoy como cualquiera de los que me rodean, tanto sea familia como amigos, y mis brazos son una especie de subibaja. En todo momento me dan ganas de bajarlos, pero en todo momento también vuelvo a alzarlos. No los bajo y me rindo, los vuelvo a levantar. En todas las épocas de la historia hubo pasajes difíciles, éste parece ser el más complicado de todos. Cada día busco, insisto en expresarme con mis herramientas.
Yo, le dije a mi viejo que fuera a ver "El hijo de la novia" (la película de Juan José Campanella que protagonizan Ricardo Darín, Héctor Alterio y Norma Aleandro). Se lo dije dos veces, no fue. Tres, cuatro, como en diez oportunidades se la recomendé. Un día me entero que la vio, porque se la pasó hablándome un rato largo y agradeciéndome la sugerencia. Me contó la emoción que había sentido al verla. Independientemente de que sea una gran obra de arte o no, me explicaba, tiene un punto que capta exactamente los sentimientos de un montón de personas. Entre ellas, él. Todo lo que le ocurre al personaje de Darín enloquecido por el teléfono celular, una vida llena de tensiones jodidas, los mil problemas, su historia personal a cuestas, también nos pasa un poco. El final, cuando decide comprar un viejo negocito desmontado y en ese pequeño lugar, recomenzar, empezar todo de vuelta, lo hizo lagrimear. Como diciendo, a mí no me van a derrotar...
- ¿Cuando Lito viene mal de ánimo, con los brazos bajos, qué hacés?
-Donvi: Te vas a reír, ahora le pregunto para qué diablos me pediste que fuera a ver la película. ¿De qué estamos hablando? Mi respuesta es: yo empiezo de vuelta. Y lo estoy haciendo. Empecé a dar clases de música nuevamente. Como las daba hasta hace once años, cuando el cuarteto empezó a viajar a Europa.
-Lito: Yo le pregunté cómo iba a volver a las clases y me retrucó con lo de la película.
-Donvi: Me dijiste, viejo, empecemos todo de vuelta, que no nos van a joder. Porque todo lo que están haciendo responde a un plan. Pero si cada uno de nosotros toma una actitud como la de mucha gente, no nos van a derrotar. Cada uno en lo suyo debe seguir luchando, enseñando, escribiendo, vendiendo frutas, manejando un tractor, componiendo, lo que fuere. Y hay otra cuestión que también conversamos, cómo reacondicionar... Mejor te lo explico de otro modo. Durante años fuimos gente que trabajó y en lugar de comprar bienes de inversión o guardar lo mucho o poco que nos sobraba, pusimos todo en tecnología e instrumentos. Siempre compramos equipos, tuvimos lo último en sonido y estudio de grabación.
Llegó el tiempo de comprender que no se puede dispersar más para ningún tipo de inversión y si hay alguna cosa que fue comprada como un exceso de sofisticación electrónica y aparece alguien interesado, se lo vendemos. ¿Por qué no? Eso no es retroceder, sino entender que uno tiene algo exquisito para momentos de bonanza, pero se puede seguir grabando, componiendo, expresándose con otros elementos, con menos de lo que tenemos. Tranquilamente. Hay que parar la máquina de tener lo último y más sofisticado.
-Lito: Logramos en el estudio ("La casita de mis viejos") no grabar más con dat (cinta que registra audio digital) sino que lo hacemos en disco rígido, que es mucho más económico e inalterable. Lo necesitábamos porque una cinta se estira, se gasta o deteriora y requiere motores que la mueven y siempre había que refaccionarlos. Hasta ahí llegamos y tomamos la decisión, luego de charlarlo bastante, de seguir avanzando siempre que los números den. Si la cuenta cierra, bien, de lo contrario seguimos como estamos, en un muy buen lugar como grabadora.
-Donvi: Ahora nuestras reuniones de trabajo en la parte técnica son de a tres. Asiste siempre Gustavo Segal, un capo en electrónica y computación, que desde hace dieciséis años está con nosotros y yo lo descubrí cuando era un estudiante de electrónica en el colegio secundario. Descubrí, vi su capacidad, imaginé hasta dónde podía dar un chico así. Ahora es un tipo de consulta, ya no somos sólo Lito y yo.
- Te siguen teniendo como referente.
-Me hace sentir muy bien, joven. Soy todo lo joven que puedo, a pesar de los setenta y dos pirulos que tengo. Lito, el 1 de diciembre cumple cuarenta. Está creciendo muchísimo a través de las enseñanzas que le va dando la vida, que le llegan a través de todo lo que ocurrió y está ocurriendo en Argentina y el mundo. Cuando pasó lo de las Torres (Gemelas de Nueva York), estábamos en la camioneta, por una ruta hacia Villa Mercedes, San Luis. Ahí nos enteramos. Primero por una llamada telefónica de la mujer de Baglietto (Jorgela) que estaba en Los Angeles, desesperada. A partir de allí, comenzó una relectura total. Como verás, no somos nada originales.
- Acerca de la inseguridad, la muerte al acecho, el miedo...
-Donvi: Te tenés que plantear una mirada diferente... Jorgela no sabía cómo volver, fueron días de muchísima tensión. No había vuelos, salió por Tijuana (México), vía Brasil, un despiole..."
- ¿El crecimiento pasó ya a la música?
-Donvi: Está pasando. Ha crecido también porque los tiempos son difíciles. Los conciertos, las giras se hacen pero cuestan cada vez más, y hay una relación diferente con la gente. A veces no podés entender por qué hay tantas personas en un teatro o en un estadio, si realmente el ánimo no está para un concierto, pero allí están necesitando esa comunión.
- Lito (como volviendo del vértigo): Perdón, pero hay cosas que no puedo dejar de mirar. En algunos temas del disco nuevo con Juan, hay señales de una transformación, de un criterio nuevo, un embrión de cambio. ¿Está bien, de eso estaban hablando?



Eduardo Rouillet

Un disco con la ayuda de los amigos

"¿Qué más hacer en esta tierra incendiada, sino cantar?" es el último disco que Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale grabaron en Ciclo 3. Como músicos invitados participaron Lucho González en guitarra y Martín, su hijo, en percusión y cajón peruano 
Los once temas que lo integran son inéditos. Fueron convocados autores y compositores de gran trayectoria que sienten y sufren el país como tantos otros argentinos: Adrián Abonizio, Jorge Fandermole, Roque Narvaja, Víctor Heredia, Lucho y por supuesto Lito y Juan, que escribió la letra del primer tema, el rap "Malas Palabras". "Canto Versos" se titula la canción de la cual sale la frase que da nombre a este CD con 46 minutos de alto vuelo musical y poético. (ER)

"Vamos al cine", todo un éxito

Buenos Aires (Télam).- Más de 1.200 por ciento aumentó la asistencia del público a los cines argentinos durante el jueves en comparación con la concurrencia total del jueves anterior, en rotunda respuesta positiva a la campaña "Vamos al Cine" por dos pesos la entrada que impulsó el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa).
Al respecto, el Secretario de Cultura y Medios de Comunicación de la Nación, Darío Lopérfido, expresó su satisfacción por el éxito de público de "Vamos al Cine" y felicitó y agradeció especialmente al INCAA y a los productores, distribuidores, exhibidores y actores, como también a los espectadores que se sumaron a la iniciativa.
En una etapa del año en que la venta de entradas desciende tradicionalmente en los cines nacionales -en alguna medida a causa del clima primaveral- y cuando la cartelera no ofrece precisamente muchos títulos atractivos, el jueves se despacharon 209.538 boletos, contra los 17.849 que se compraron el jueves 8, es cierto que con la localidad a 7,5 pesos en la mayoría de las funciones.
Otra comparación que demuestra que los argentinos van en promedio poco al cine por el efecto combinado del precio de las entradas y de la estrechez de dinero que sufre la mayoría de la población, dice que este jueves, en un solo día, ingresó más gente a los cines argentinos que desde el jueves 8 al lunes 12 inclusive de este mismo mes, cuando el total fue de 196.175. La campaña "Vamos al cine" ofreció como cebo la posibilidad de acceder al solo precio de dos pesos por entrada a cualquier función por dos días.

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