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Martes 6 de noviembre de 2001 | |
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Dos artistas que apuestan por la vida |
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Ana Belén y Víctor Manuel comparten la ruta, la convivencia, el escenario y la forma de ver el mundo. Hoy con sus canciones, que reflejan su pensamiento, estarán en Neuquén. |
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El sol entra más que tibio en el lobby del hotel de la Avenida Corrientes donde desde el atardecer del domingo, corren las horas de descanso y trabajo y teléfonos y citas y entrevistas para Ana y Víctor.
Dos en la canción y en el espectáculo, y uno, a la hora de las opiniones. Ella, María Pilar Cuesta, Ana ante el mundo, él Victor Manuel San José. Antes de presentarse esta noche, a las 22, en el estadio Ruca Che de Neuquén ambos hablaron con "Río Negro". "Hombre, soy una persona con tendencia al pesimismo, pero siempre tengo un lado esperanzador bastante amplio, muy acusado en mi carácter, señaló Ana. Y quizá viene dado porque soy también luchadora, me rebelo contra cosas que parecen sólo ser de determinada manera. Entonces, a pesar de lo que nos rodea, que realmente es tremendo y parece mentira haber comenzado el siglo de un modo tan violento, pues creo que se debe a no hemos sabido terminar el anterior poniendo unas bases mínimas de convivencia". "Se diría que nos hemos dejado ganar la partida de la violencia, de la no tolerancia y todo eso nos lleva a esto que ha comenzado, una guerra muy potente que tampoco tiene nada de extraño porque a lo largo de décadas las ha habido pequeñas en montones de sitios por todo el mundo. Ocurre que como los Estados Unidos no tenía implicado su propio territorio, parecían no existir. Es la gran paradoja de todo esto". - Como les toca, se hace bien visible y... -Todos tenemos que compartirlo, exacto. Cuando cada uno de nosotros hemos vivido como países, situaciones tremendas. En el caso español, respecto del terrorismo, imagínate los años que llevamos sufriendo esa terrible desgracia, porque no es otra cosa que eso, y sin embargo ahora, cuando EE.UU. lo sufre en su propia tierra, en sus propias carnes, abren los ojos a ese problema tan gordo. - ¿Qué valor le da esta situación a las canciones, a seguir cantando? - Siento que en cualquier circunstancia es necesaria una canción, una obra de teatro, un cuadro, cualquier manifestación cultural; mucho más en crisis como la actual. Siento -quiero creer y no me voy a poner pedante- que puedo ser necesaria, vamos, cada uno de nosotros, todos los que conformamos una población. En momentos así, las gentes no necesitamos recapacitar porque tenemos las cosas suficientemente claras, sino válvulas, como una reafirmación en la vida. Yo, espectadora, lo siento con respecto a otros artistas. - En estos tiempos nos estamos planteando el valor de tantas cosas que hacemos, sirven para fijarnos el para qué... -Me he dicho, sigamos en esto porque –sin dudas- de lo primero que nos va a salvar es del miedo. Lo más peligroso que tenemos frente es caer en el miedo, que ya está entre nosotros. Y una manera de luchar, es sentir que estás vivo y apuestas por la vida. Hay que enfrentar el miedo, en un momento en que realmente estás cagao... Es la palabra. Sentado a un lado de Ana, Víctor esperó atento su momento en el encuentro con "Río Negro", oyéndola, compartiendo, afirmando con la cabeza y las miradas, quedando pensativo. Es un hombre de mirar tranquilo, firme, de pensamiento y militancia política, de dichos concretos, de poemas transparentes y al día. Repasando algunas de sus canciones-pretextos para gritar pensamientos, "Cruzar los brazos" reza "tal vez mañana no haya / nada que escupa fuego / y al que se inventa el tirachinas / lo colgaremos..." (Sonríe al recitarla). - Siguen inventando tirachinas para desparramar violencia en el mundo. - Ese es el fin de los fabricantes de armas, de los accionistas de esas fábricas. El fin último de las guerras, vamos viendo, es probar armamento nuevo. Cuando tienen exceso de armas, inventan un foco para probarlas. Curiosamente esa letra estoy cambiándola para adaptarla a los nuevos tiempos. A ver si me da tiempo y la canto en Neuquén. Sentí que le faltaba una estrofa que hable de estos días, donde los poderes ponen una vela a Dios y al diablo y en la misma olla se están cociendo Mahoma y el Vaticano. Son gente que juega con doble moral y está dispuesta a tener una vela en cada sitio. Y mientras tanto ya nos han dicho que la guerra será muy larga. No nos han comunicado todavía quién la paga, pero me supongo que la misma gente de siempre. - La realidad se encarga de revalorizar las palabras de los poetas, que los creadores escribieron en otro contexto. Una nueva lectura es posible, siempre... - Muchas veces hay canciones que pasado el tiempo, parecen estar dormidas y las circunstancias renuevan sus fuerzas, la hacen tomar nuevo impulso. Ana canta "Sólo le pido a Dios" de León Gieco, desde 1982. Antes del 11 de setiembre, entonarla en el país vasco, era un choque fortísimo para nosotros y para la gente que estaba allí. Después del 11 de setiembre, pues lo es en todas partes. - ¿Te preguntan mucho sobre estas cuestiones? Están en la televisión, en las radios y casi no podemos escapar de su influencia. - A veces, no siempre. El noventa por ciento de las entrevistas son superficiales. Después hay gente que se ocupa de otras cosas, además, porque siente que uno además de cantar y subirse a un escenario, tiene opinión. Eduardo Rouillet |
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