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Viernes 26 de octubre de 2001 | |
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El mismo sexo, el mismo derecho |
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Las presas homosexuales de Talavera Bruce en Brasil reclaman visitas íntimas. |
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| Las presas homosexuales de la penitenciaría Talavera Bruce de Río de Janeiro decidieron reclamar su derecho a las visitas íntimas, informó el diario "Jornal do Brasil". La reivindicación fue hecha en una carta enviada hace alrededor de dos semanas a la secretaría de Justicia del estado de Río de Janeiro y firmada por "decenas" de presas. "Entre nosotras tenemos sexo todos los días, pero queremos tener relaciones con nuestras parejas que están fuera de la cárcel", explicó Shirley da Silva, de 25 años, quien ya cumplió seis de los siete años de cárcel a que fue condenada por asalto a mano armada. Da Silva explica que tanto ella como sus compañeras lesbianas quieren los mismos derechos que las presas heterosexuales, quienes cuentan con instalaciones especiales, cuartos de cuatro metros cuadrados con cama, para recibir a sus compañeros en visitas íntimas. La portavoz se quejó de que, además de no tener derecho a recibir a sus parejas, las lesbianas son reprimidas dentro del presidio. "Si los del Desipe (guardias) nos ven, nos colocan con tranca (celdas solitarias)", argumentó. La presa reveló que muchas internas se esconden en las salas de las visitas íntimas para sus encuentros furtivos o, menos discretas, tienen relaciones dentro de "cuartos" improvisados con sábanas colgadas del techo. El subsecretario de Derechos Humanos de Río de Janeiro, Joel Rufino, afirmó que el gobierno regional está estudiando con seriedad la petición hecha por las presas lesbianas, pero que la decisión no dependen del Ejecutivo. "Nosotros estamos de acuerdo, pero la autorización la tienen que dar los juzgados de ejecuciones penales", explicó. Sin embargo, algunas guardias de la penitenciaría Talavera Bruce consideran que la autorización puede generar varias peleas por celos entre las presas, ya que la mayoría de las homosexuales asumidas que exigen derecho a visita íntima también tiene pareja estable dentro de la prisión. Hace dos años, el gobierno regional del estado de Pernambuco fue elogiado por varias organizaciones de defensa de los derechos de los homosexuales por haber permitido que las presas lesbianas recibieran visitas íntimas. Tales organizaciones calculan que el 10 por ciento de los 170 millones de brasileños son homosexuales. (EFE) |
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