Domingo 21 de octubre de 2001

 

Cuesta combatir el alcoholismo

 
  ROCA (AR).- El alcoholismo es una enfermedad que poco a poco va dejando de ser un tabú en nuestra sociedad, lo que ha permitido que cada día más personas se acerquen a organismos para tratar este "mal social".
En Roca, los Grupos Institucionales de Alcoholismo (GIA) encaran distintos tratamientos con personas que tienen la voluntad de abandonar el hábito de tomar alcohol. La tarea se hace en conjunto con el personal de salud mental del Hospital de esta ciudad.
Actualmente el grupo no cuenta con financiamiento directo para continuar con el grupo de autoayuda integrado por las personas que se acercan diariamente. Solo un profesional cobra un sueldo de Salud Pública pero el resto de las personas trabajan "ad honorem".
El GIA funcionas todas las mañanas en las instalaciones del nosocomio, y también coordina acciones con los jóvenes que quieren rehabilitarse del consumo de drogas.
Alcides Pérez es uno de los coordinadores del grupo que ha avanzado con su tratamiento para combatir en alcoholismo y trabaja a la par de los profesionales con la intención de darle otro enfoque a la enfermedad.
Consciente de que la dependencia del alcoholismo todavía sigue generando prejuicios y se enmarca dentro de los tabúes sociales, se animó a confesar que "la recuperación del adicto es diaria, de por vida".
Como muchos que participan de esas asociaciones se encarga de brindar su testimonio de experiencia de vida a todos aquellos que se incorporan al grupo. Sin embargo, el compromiso de darle un curso más eficiente a la enfermedad hace que se necesite la ayuda indispensable de profesionales, muchos de ellos encargados de dar orientación psicológica y otras veces psiquiátrica.
"Necesitamos financiación para pagar recursos humanos. Los funcionarios de Salud Pública tienen que interesarse por esta problemática. El alcoholismo es un tema que siempre crece y cada vez lo padecen más personas en estos tiempos", señaló Pérez.
Por otra parte, el problema no se limita sólo al tratamiento del enfermo, sino que el padecimiento requiere de un abordaje global.
"Generalmente viene de un problema ligado a la violencia familiar, el desarraigo, las familias multifacéticas, el hecho de abandonos de hijos", insiste ante "Río Negro" el entrevistado.
Además están los denominados "padres sociales" que son precisamente los modelos de publicidad e incentivación al consumo de alcohol, que es otra de las influencias que deben "cortar" si se desea dejar de beber.
"Generalmente somos grupos jóvenes los que vienen a tratarse. Es difícil abordar el tema porque siempre está la relación de la mala imagen del borracho y del linyera. Esto se trata de una enfermedad que tiene recuperación, pero sabemos que alcohólicos vamos a ser toda la vida", agregó el coordinador.
   
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