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Domingo 14 de octubre de 2001 | |
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Un nuevo satélite se está gestando en Bariloche |
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El Invap ya trabaja en el desarrollo de los SAOCOM 1 y 2. |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El nuevo satélite que la empresa Invap construye para la Comisión Nacional de Actividades Espaciales ya está en plena etapa de desarrollo y tendrá como principal novedad tecnológica el empleo de un radar para la recolección de datos sobre la superficie terrestre. Cuando todavía está en pleno uso el SAC-C, lanzado en noviembre pasado, los técnicos ya tienen la mente puesta en los pasos futuros del cronograma, que incluye al SAOCOM-1 y el SAOCOM-2, el primero de los cuales deberá ser puesto en órbita dentro de tres años. La continuidad del plan espacial es de por sí todo un logro, en medio del vendaval de recortes presupuestarios que afectan al Estado en pleno. Los especialistas en el área espacial consideran vital defender los avances logrados por la Argentina en la materia, que la colocan en posición de transformarse ya en proveedora de satélites para compradores internacionales (ver aparte). Tanto el SAC-C, como sus antecesores más pequeños el SAC-A y el SAC-B (que se perdió por fallas en el lanzamiento) fueron construidos enteramente por Invap, que es la única empresa en Latinoamérica con esa capacidad. Según indicó el responsable de los proyectos de satélites en Invap, Roberto Harán, con el SAOCOM darán un nuevo salto cualitativo al reemplazar por un radar la cámara fotográfica multiespectral utilizada en el SAC-C. El técnico explicó que la prestación es "prácticamente la misma", es decir la recolección de datos en la superficie terrestre con aplicación a la agricultura, oceanografía, fenómenos atmosféricos, forestación, desertificación, minería, seguimiento y prevención de catástrofes. "Pero la cámara no puede trabajar de noche y tampoco si hay nubes -agregó-. Ese problema con el radar no existe, porque la antena emite pulsos eléctricos y tras recoger los rebotes arma una imagen de calidad similar a la fotográfica". La sofisticación de la tecnología permite captar de manera distinta el eco en un árbol que en una piedra. También puede identificar si un objeto presenta la típica humedad matinal o si ya fue secado por varias horas de insolación diurna. Esta ventaja es decisiva (por ejemplo), para el seguimiento de cosechas. Si es necesario tomar una imagen por semana del mismo campo cultivado, ya no serán obstáculos las masas de nubes u otros imponderables. Algo que, se supone, permitirá sacar mejor partido a los datos que hoy maneja la CONAE y que son aprovechados por más de un centenar de usuarios. Harán señaló que el radar también será diseñado por Invap y que el satélite todo será más grande que el SAC-C "porque debe portar una antena que tendrá 10 por 2 metros". Completo pesará entre 1.400 y 1.500 kilos, el triple que su antecesor, algo que también encarece su lanzamiento hasta un costo cercano a los 20 millones de pesos. El responsable del proyecto dijo que actualmente "se está terminando la ingeniería básica" del SAOCOM y el año próximo se construirán los primeros prototipos. La idea es que esté listo para entregarlo a la CONAE en 2004 y dos años después debería quedar concluido el SAOCOM 2. Según Harán, Invap está en condiciones de construir o comprar en el país la mayor parte de los componentes de sus satélites. La CNEA, por caso, está desarrollando ya los paneles solares. En tanto que deberá adquirir en el exterior los materiales y el instrumental electrónico. De todos modos, la principal inversión al construir un satélite, se encargó de aclarar Harán, "es la mano de obra especializada, que en el caso del SAC-C requirió 500 mil horas hombre". Un detalle revelador de por dónde pasa el capital que el país no debería desaprovechar. Oferta a precios "muy competitivos" Hasta ahora Invap sólo produjo satélites para el plan espacial nacional, pero la aspiración de sus directivos es comenzar a intervenir en licitaciones de otros países, como lo consiguió con sus reactores nucleares experimentales. Roberto Harán dijo que "con el éxito alcanzado con el SAC-C hoy ya nadie duda de que los satélites funcionan" y eso será determinante para dar el salto internacional. De todos modos calculó que "llevará no menos de 4 ó 5 años" conseguir que Invap logre un contrato en el exterior para vender tecnología espacial. El responsable de proyectos satelitales de la empresa rionegrina aseguró que los precios que pueden ofrecer "son muy competitivos", debido al costo relativamente bajo de la mano de obra altamente calificada respecto de los países del primer mundo. En Invap se quejan de que el Estado nacional no tiene un plan de subsidios para las industrias y actividades estratégicas, como las de tecnología avanzada. Algo que sí ocurre en otras latitudes. Según Harán, los satélites que produjo Invap hasta ahora han sido todos de recolección de imágenes "pero sería posible también producir satélites de comunicaciones, hasta son más simples de hacer, pero nadie los compra". En ese rubro la Argentina utiliza dos Nahuel Sat (que son privados) y fueron adquiridos en Alemania. (AB) |
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