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Lunes 8 de octubre de 2001 | |
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Producen peces de súper crecimiento en Junín de los Andes |
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Se los deja estériles, y crecen mucho más que las truchas criadas de modo natural.No son transgénicos ni clones. Sólo hembras glotonas que pesan hasta 3 kilos. |
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| JUNIN DE LOS ANDES (Enviado especial).- Un equipo científico del Centro de Ecología Aplicada de Neuquén (CEAN) consiguió desarrollar exitosamente una técnica que permite que truchas arco iris crezcan entre un 25 y un 30 por ciento más que las comunes en un mismo período de tiempo. Los súper salmónidos se conocen como truchas triploides y si bien la provincia del Neuquén es la primera en producirlos en Argentina, hay varios países del mundo que trabajan con este método que, desde Junín de los Andes, se exporta a otros lugares de Latinoamérica. Las criaturas, multiplicadas por cientos, están siendo sembradas en cursos de agua donde no hay posibilidades de reproducción natural. Y se proyectan como una excelente opción para la pesca deportiva en lugares no tradicionales, e incluso asoman como una alternativa para la futura producción de carne de pescado, para consumo y exportación. La técnica desarrollada en el laboratorio de Producción y Genética del CEAN se basa en la reproducción artificial de ejemplares hembra que luego se esterilizan mediante golpes o baños de calor. Los peces, al alcanzar la adultez, no llegan a la maduración sexual (el período donde el crecimiento se estaciona) y comiendo tanto o más que los salmónidos comunes gastan mucho menos energía. De esta manera, obtienen una asimilación óptima de cada uno de los muchos bocados con los que intentan saciar su natural voracidad. "Comen y comen, y no dejan de comer, crecen y crecen y no dejan de crecer", se esfuerza para simplificar Pablo Núñez, una suerte de papá de los triploides desarrollados Neuquén. Estos bichos, que de fieros no tienen nada, obtienen rápidamente una mayor masa muscular y un mejor aprovechamiento de la carne que los peces comunes. Y además conservan la coloración natural de la especie. Así como miles de pequeños ejemplares de estas truchas nadan y crecen en el lago artificial Pichi Picún Leufú, unos cuantos gigantes salmónidos son observados con ojo científico en los piletones que el CEAN tiene a unos diez kilómetros del centro de Junín de los Andes, pegadito al famoso río Chimehuin. La primera prueba de adaptación y crecimiento de estos peces se hizo hace unos tres años en un pequeño lago en cercanías de Aluminé. Núñez y sus compañeros quedaron con la boca abierta cuando, dos años después de la siembra, se encontraron con que algunos ejemplares habían llegado a los tres kilogramos de peso. Es que en ese período, la tara normal de las truchas arco iris se estaciona en el kilo y medio. El nombre de estas truchas estériles resulta extraño a cualquier desprevenido. Y en tiempos donde las clonaciones y los trasgénicos empiezan a meter miedo, es válido aclarar que los triploides nada tienen que ver con cualquiera de esas sofisticadas y polémicas técnicas. La producción de hembras (con los machos los experimentos no tuvieron éxito) y su esterilización se consigue a través de choques de temperatura en el período temprano de la vida del animal. "La técnica para lograr ejemplares transgénicos, como bien expresa su nombre, es el cambio de genes de un embrión a otro entre diferentes especies", explicó Núñez parado delante de una pecera cilíndrica en la que giraban una decena de golosas arco iris esterilizadas. "La producción de estos peces se puede comparar con la de corderos capones, que se obtienen a través de técnicas habituales en forma muy sencilla: Son ejemplares que no se reproducen pero que producen una ventaja comparativa en la carne", fue elocuente el piscicultor. El especialista habla de semillas, siembras y huertas para describir los procedimientos que le permiten conseguir las truchas triploides. Las semillas son las ovas (o huevos), las siembras son de alevinos, y las huertas los cursos de agua. La primera gran siembra de alevinos triploides se realizó este año en el embalse de Pichi Picún Leufú, donde Núñez y sus compañeros liberararon 5.000 pequeñas truchas bebé. Las expectativas son muchas. "Este lago y estos peces pueden cambiar radicalmente el futuro de Piedra del Aguila: Ahora la gente para, carga nafta, estira las piernas y sigue de largo. Con un lago con peces de estas características podemos conseguir que muchos turistas paren a pescar y se queden una o un par de noches en el lugar", se ilusiona el subsecretario de Turismo Roberto Sacconi, de quien depende el Centro de Ecología Aplicada. Los encargados de tamaño desafío tienen ojos redondos y aletas. Dejan escapar brillos desde una panza plateada y de las escamas que le cubren el lomo. Y a pesar de que no llegan a la madurez sexual, del otro lado del anzuelo hacen valer su fortaleza física como el que más. Perspectiva a futuro JUNIN DE LOS ANDES (Enviado especial).- En un recodo del río Chimehuin, que corre mañoso, helado y trasparente por el costado de los edificios del CEAN, las truchas libres se dejan tentar y devoran alimento balanceado que, de tanto en tanto, los hombres y mujeres del organismo arrojan desde la orilla. La relación resulta curiosa a los ojos de un extraño. Rodolfo Chávez |
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