Los petroleros, en pie de guerra ante los despidos

Una asamblea votó por un plan de denuncia, alerta y movilización.

NEUQUEN (AN) - El gremio petrolero se puso en guardia. Ante el despido de una veintena de operarios y la amenaza que pesa sobre otros 700 como consecuencia de la paralización de equipos de perforación, los dirigentes sindicales lanzaron ayer un plan de lucha que incluye una campaña de denuncias y la declaración del estado de alerta y movilización permanente en defensa de la fuente laboral.
Una concurrida asamblea realizada en el cámping del sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro y Neuquén, conducida por sus máximos dirigentes, resolvió una serie de medida que apuntan a frenar la embestida de las empresas, que según denunciaron ya despidieron a varios obreros y suspendieron a otros, a raíz de la "bajada" de equipos que operan en los yacimientos.
"La situación que atraviesa el sector es grave y no vamos a permitir que se siga profundizando. Hubo despidos, hay compañeros a los que se les dio vacaciones por no echarlos, existe una paralización de la inversiones a pesar de las desmentidas y ante este panorama no nos vamos a quedar con los brazos cruzados", dijo Guillermo Pereyra, secretario general del gremio.
Los delegados llegados de distintas localidades de Río Negro y Neuquén, que ofrecieron un espontáneo respaldo a la consignas lanzadas por la conducción gremial, colmaron el amplio salón que la entidad posee en la zona de Confluencia.
"Nosotros sabemos muy bien que después de las vacaciones obligadas, si no hay trabajo sobrevienen los despidos. Y no lo vamos a permitir bajo ningún punto de vista", dijo Pereyra, quien presidió la asamblea secundado por Roberto Lagos, Ricardo Astrada, Osvaldo Marín y Juan Zúñiga.
Con datos en la mano, Pereyra dijo que "la verdad es que las inversiones se paralizaron en el sector petrolero y el argumento de que los compañeros serán reincorporados es una mentira en la medida de que no haya reactivación".
Denunció que en setiembre la empresa DLS despidió a 15 personas y que Pride, International y Panamerican Energy suman más de 300 suspendidos.
Añadió que también la firma Almería Austral atravesaba una situación similar y que cuando se paran las perforadoras, en cascada también se paralizan los trabajos de las empresas que realizan trabajos complementarios.
El dirigente agregó que a la fecha hay 11 equipos de perforación, diez de pulling y siete de terminación, sin trabajar. Dijo que deben sumársele los que hacen los trabajos de fractura y cementación de pozos, de perfilado y de soldaduras, entre otras actividades conexas.
"No vamos a permitir que nuestros afiliados pasen a integrar la lista de desocupados que alimentan las estadísticas y estamos dispuestos a enfrentar los intereses de las empresas, con las que cabe señalar mantenemos un excelente diálogo, si se afecta la fuente laboral", sostuvo.
El gremio petrolero ya mostró las uñas en julio pasado cuando movilizó sus punteros y en una recorrida por una serie de bases de empresas afincadas en una amplia zona de Río Negro y Neuquén, sembró la violencia con atentados y amenazas. La embestida duró dos días y les sirvió para posicionarse de cara a un paro que habían programado para un par de días después.
Las negociaciones que llevaron adelante en Buenos Aires les dieron resultado, porque lograron un significativo aumento de salarios y otros compromisos de futuros beneficios.

Foto: Pereyra encabezó la asamblea. Entre despidos y suspensiones hay más de 300 afectados.