Domingo 21 de octubre de 2001 | ||
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La basura invade la ciudad de Neuquén |
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Faltan políticas para romper una tradición cultural de los vecinos.Cualquier espacio público es utilizado para arrojar desperdicios. |
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NEUQUEN (AN).- Neuquén no acierta en cómo sacar la basura que inunda terrenos públicos, desagües y baldíos. Aparece de un día para otro como por arte de magia. A la falta de políticas y acciones coherentes se suma la desidia de la gente, que desaprensivamente arroja residuos en la vereda, en el terraplén de las vías, en zanjones y canales que cruzan la ciudad. La barda, inundada de camas viejas y todo tipo de artefactos en desuso, es una cruda muestra de un problema que nadie sabe bien cómo resolver. La basura parece ser, en definitiva, uno de los peores males de la capital. El municipio destina alrededor de 3.500.000 pesos al año en limpiar espacios públicos y los barrios, pero casi no se nota. Cada tanto hace controles pero tampoco bastan. El problema no radica en sancionar a los infractores sino en una gravísima falla de educación. Y educar lleva tiempo y no se hace en forma continua. Una solución pasaría por acordar con la población pautas de manejo de los residuos, una manera directa y efectiva de mantener limpia la ciudad. Lo cierto es que el plan de limpieza barrial recorre a lo largo del año todo Neuquén, de punta a punta. Se levantan toneladas de basura y sin embargo no resulta efectivo, porque a los pocos días la mugre renace, como el ave fénix. El municipio aparece atrapado en un dilema, entre mandar pelotones de operarios a limpiar lo que levantó el día anterior o educar a los vecinos. Quizá el gran fracaso de todas las administraciones fue concebir a la limpieza urbana con el mismo mecanismo de recolección de residuos domiciliarios. Limpiar un lado y tirar la basura juntada en otro tampoco sirve. Ya se ve. Una parte va a parar al centro de disposición final y el resto a la cantera, cuando no a depresiones de la barda o en canteras abandonadas. En teoría, a esos lugares deberían llegar únicamente escombros para relleno pero una recorrida indica que se tira cualquier cosa. O por lo menos, el concepto "escombros" es muy amplio. "Hay que tener una visión ambientalista", aporta el subsecretario de Gestión Ambiental Carlos Roca. Comenta la puesta inminente de centros de transferencia, sitios habilitados por donde pasarán periódicamente los camiones a recoger desperdicios. En esos lugares "haremos control permanente de roedores, con lo cual evitaremos que se transformen en basureros habilitados", dice. Una idea en danza es habilitar un 0800 para un nuevo servicio, puerta a puerta. Consiste en recolectar todo lo que no le sirve a los vecinos a un costo muchísimo más bajo que cualquier empresa de contenedores. Roca redunda en que son ideas que se están evaluando en conjunto con Servicios Públicos. Remarca el beneficio del nuevo sistema porque "nos permite seleccionar la basura para su disposición final" separando escombros de vidrios y de la basura común, maderas, calefones, sillas de plástico y chatarra. Un operativo barrial le cuesta al municipio unos 25.000 pesos, una cifra que se multiplica por los 40 barrios que hay en Neuquén. La hora de la máquina sale 100 pesos y otros 40 de la pala cargadora frontal. Se gasta 1.000.000 de pesos para que al par de días la situación vuelva a ser similar. Hay barrios en los que se ha hecho hasta cinco operativos en lo que va del año. En Colonia Valentina la gente tira basura en el canal pese a que el servicio de Cliba pasa por el frente de sus casas. Una pequeña montaña de pasto en un rincón invita a los vecinos a arrojar restos de todo tipo. Algo similar sucede al final de la calle Tronador, donde las familias conviven con un basurero maloliente invadido por las moscas. La cuestión cultural no distingue entre clases sociales: en sólo tres fines de semana, en mayo pasado, los inspectores sorprendieron a 126 vecinos en coches último modelo en infracción y evitaron el volcado en la barda de una montaña de basura de 50 metros de ancho y 10 metros de altura. No hubo multas: a los contraventores se les indicó el camino hacia el basurero oficial. Aplicar sanciones es impracticable, sobre todo porque las infracciones deben ser demostradas con testigos en el mismo momento en que se producen. El problema de la basura es el resultado de un comportamiento social que tienen consecuencias muy serias para la salud, el medio ambiente y la economía de la ciudad de Neuquén. El manejo integral de los residuos implica trabajar sobre cuatro grandes aspectos: Operativo limpieza en los barrios NEUQUEN (AN).- Nada menos que 140 toneladas de basura retiró el municipio el mes pasado en contenedores mientras que 70 camiones rotan por distintos lugares de la ciudad con carga residual. Proponen generar conciencia NEUQUEN (AN) - "La gente no tiene un cabal conocimiento de la importancia de gozar de un ambiente sano y libre para preservar su salud integral y por otro lado los gobiernos tampoco tienen claro qué manejo deben darle a la basura", dijo el diputado Eduardo Fuentes, presidente de la comisión de Medio Ambiente de la Legislatura neuquina. |
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