Miércoles 17 de octubre de 2001

 

Los senadores que se van y el futuro que preparan

 

Con el final de sus mandatos a la vista, se alistan para dejar las bancas. Unos se quejan por haber descuidado su patrimonio, otros quieren ordenar sus empresas y todos piensan en un futuro con algo en común: la política. Se tomarán un tiempo de descanso, pero sólo para "cargar las pilas" y retomar las actividades. Baum, Silvia y "Pipe" Sapag por Neuquén, Costanzo, Massaccesi y Gagliardi por Río Negro cuentan lo que será su futuro después del Senado.

  Tomarán un respiro y después seguirán

NEUQUEN (AN) - A dos meses de dejar sus bancas en el Senado de la Nación, los representantes neuquinos ya se imaginan cómo será el día después de sus mandatos. Habrá un período de descanso, de distensión y de reencuentro con actividades familiares y laborales que quedaron un poco olvidadas. No será más que un paréntesis, porque de una cosa están seguros: seguirán abrazados a la política.
Silvia y su primo Felipe "Pipe" Sapag, del Movimiento Popular Neuquino y Daniel Baum, del Partido Justicialista, dejarán sus bancas en el Congreso Nacional en diciembre próximo. "Pipe" Sapag ocupó el lugar que dejó vacante su padre Elías al morir, en junio de 1993. En ese momento era el vicegobernador de Jorge Sobisch. Silvia y Baum fueron consagrados en las elecciones de 1995.
Silvia Sapag dijo que asume la circunstancia con absoluta tranquilidad, pero sus palabras reflejaron un inocultable desencanto por los proyectos inconclusos y los obstáculos que debió afrontar.
"Lo primero que tengo pensado hacer después del 10 de diciembre es tomar un tiempo de descanso. Vendrá el momento de reflexión y luego retomaré las actividades particulares que venía desarrollando antes de llegar al Senado", dijo la senadora.
Precisó que se dedicará a atender sus negocios inmobiliarios y otras cuestiones de familias, pero que de ningún modo piensa dejar la actividad política. "A esta altura de la vida, es imposible abandonar lo que se ha hecho toda la vida. Seguiré militando en mi partido, por supuesto", sostuvo.
Sin embargo, comentó que "el año que viene será de un largo paréntesis, habrá un impasse hasta el 2.003. La situación general va a condicionar lo que desarrollemos los políticos".
Ante la pregunta respondió espontáneamente, con inocultable desencanto, que no quedaba conforme con lo realizado en el Senado. "Me voy con muy pocas satisfacciones, se me complicó mucho el panorama después de las denuncias de soborno que hice en torno del proyecto de la ley de hidrocarburos... Me boicotearon la mayoría mis iniciativas", señaló.
El senador Baum está desde el martes en Guatemala participando de un encuentro del Parlamento Latinoamericano, que integra desde poco tiempo después de acceder al Congreso. Tenía previsto su arribo al país esta noche. "Descansar, ese es el primer objetivo para cuando termine su mandato. Son muchos años de viajes, de tensión, de un trabajo muy intenso y necesita reencontrarse con su familia y retomar sus obligaciones comerciales", dijo María, la esposa del senador Baum.
"¡No! De la política mi esposo no se va a desprender jamás. Seguirá trabajando con la misma pasión de siempre, desde cualquier otro escenario, ya sea social, deportivo o de cualquier otra institución intermedia, pero seguirá haciendo política con el mismo entusiasmo de siempre", respondió ante la consulta.
"Pipe" Sapag aseguró que le quedó mucho por hacer, pero se va con la tranquilidad de haber "puesto lo mejor de mi" en cada día de gestión. Las presiones, las sospechas "terroríficas" por el tema de las coimas y el desgaste propio de la tarea "me marcan la necesidad del descanso", pero de ninguna manera un alejamiento de la política. Dijo que retomará la conducción de su empresa minera, que se ha visto sometida a los vaivenes de una situación general inestable y necesita repuntar, que descansará y que seguirá en la política porque "a pesar de las broncas, los sinsabores, los cuestionamientos a veces injustos, es algo que nunca dejaré de hacer".
El jueves subió al palco en el gimnasio del Parque Central donde los candidatos de su partido cerraron la campaña. Se abrazó con Sobisch y con sus hermanos Luz y Jorge.

Tres que pretenden recuperar sus espacios

Remo Costanzo, Edgardo Gagliardi y Horacio Massaccesi terminan este año su mandato en el Senado. Pero cada uno a su modo, saben que el político sigue siendo político y que no dejarán esa actividad jamás.
El aún senador peronista anticipó que primero se tomará unas vacaciones y luego va a escribir la segunda parte de un libro y a empezar otro. Dice que seguirá trabajando en política, pero (no muy convincentemente) que no aspira a ninguna candidatura. Afirma que va a volver a su actividad profesional como escribano "porque de algo hay que vivir", y anuncia que seguirá con su fundación, donde le da de comer a cuatro mil habitantes de la provincia. "¿Ese esfuerzo no vale nada?", se pregunta Remo Costanzo con un tono de queja que no lo abandona.
Con un sabor amargo por la estela de sospecha que recayó sobre él a raíz del sonado caso de los supuestos sobornos en el Senado, el dirigente justicialista tiene varias apuestas hacia el futuro.
Vuelve a la carga sobre las cuentas en rojo que le quedaron tras su paso de más de una década por el Congreso: "Quiero recomponer mi debilitado patrimonio y mi complicada situación financiera y demostrar que no me llevé ni siquiera un alfiler".
Costanzo seguirá con su Fundación Sur. "Está la biblioteca, el coro de niños, le doy de comer a cuatro mil personas en la provincia, pero parece que el esfuerzo no vale nada", se lamentó.
Buscar la candidatura a gobernador por el radicalismo. Luego, ganar las elecciones del 2003. A esto - confiesa muy seguro - se dedicará en lo que hace a política, el ex mandatario Horacio Massaccesi una vez que deje la banca de senador nacional.
Y - siempre según su confesión-, compatibilizará ese plan político con el manejo de los diarios que fundó en Viedma y Cipolletti.
Massaccesi ni siquiera computa que para lograr esa candidatura la UCR tendrá que darle la amnistía, única forma de levantar la expulsión del partido de la que fue blanco tiempo atrás. ¿Motivo?. Aliarse a la Democracia Cristiana en las elecciones comunales de Viedma, en el `99.
- Mi razonamiento es simple: Pablo Verani seguirá apoyando a su socio Julio Arriaga (líder del Frente Grande rionegrino) para que sea candidato a gobernador por la Alianza. Y como en el partido no hay nadie que quiera cruzarse a ese proyecto, bueno... yo me haré cargo de la candidatura y ganaré la interna contra cualquiera y luego ganaré la general - sostiene el ex mandatario.
Edgardo Gagliardi llegó a Bariloche para votar, analizó su paso por el Senado, y manifestó sus intenciones de disputar cargos partidarios y su objetivo de volver a ser intendente de esta ciudad.
Para Gagliardi dejar el Congreso "será un alivio, porque me tocó estar en un Senado muy cuestionado, donde ser senador es una mala palabra para cualquier persona. Quedó la imagen de un Senado corrupto", lamentó, a la vez que confesó que "mi vocación es ser intendente y no senador". Se manifestó conforme con su trabajo y recordó que ha sido el de "mayor asistencia a las sesiones y presentación de proyectos de ley dentro de los senadores patagónicos, con muchas de ellas aprobadas. Expuso sobre las dificultades que padeció al iniciar su gestión y justificó su falta de protagonismo durante el primer período legislativo. Gagliardi proyecta quedarse en Buenos Aires "trabajando con algún senador o en el Bloque radical", para luego volver por la intendencia.

   
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