Miércoles 10 de octubre de 2001

 

Sin ventas mientras esperan el asfalto
 

Nunca imaginaron varios comerciantes cipoleños que una obra les iba a generar tanto perjuicio. El asfalto en el tramo final de la avenida Alem se demora -lleva 6 meses- y ellos aseguran que disminuyeron sus ventas en un 60 por ciento. Para colmo, parece que falta bastante para su finalización.

  CIPOLLETTI (AC).- En un "60 por ciento" disminuyeron las ventas los comerciantes ubicados al final de la Avenida Alem, desde que hace seis meses comenzó una obra de pavimento y cerraron el ingreso vehicular. Quienes utilizaban esta vía como acceso a la ciudad o salida hacia Fernández Oro y Allen, dejaron de hacerlo. Algunos propietarios de los locales anticiparon ayer que "si la cosa sigue así vamos a tener que cerrar".
El sector afectado abarca desde Naciones Unidas hasta Circunvalación. Son cuatro cuadras de la Avenida Alem que desde hace meses están parcialmente habilitadas o clausuradas al tránsito. "Los días de lluvia directamente ni la gente del barrio puede venir", expresaron los vecinos.
Ayer al mediodía la mayoría de los comerciantes de ese sector se reunieron para protestar.
Por un lado, se quejaron porque el municipio "no tuvo en cuenta al iniciar los trabajos en abril que iban a venir días de lluvia que impedirían avanzar". Y por otro, denunciaron que los operarios que tienen que hacer las tareas no cumplen como deberían hacerlo. "Leen el diario y comen facturas", mencionaron.
Todavía las calles no se pavimentaron; solo tienen hecho el cordón cuneta. Por eso los comerciantes saben que aún falta bastante tiempo para que puedan volver al ritmo normal.
"Si esto no se soluciona, yo no voy a poder resistir más. Voy a tener que cerrar", dijo Adriana Benedeti, propietaria de una carnicería ubicada en Río Neuquén y Alem.
Justo ayer se cumplieron seis meses desde que comenzó la obra. "Podemos festejar el cumpleaños", dijeron irónicamente algunos de ellos.
Raúl Horacio Cantera tiene un mini shopping, Hugo Sarrat un restaurant, Miriam Lanzi una panadería e Indelfonso Sandoval una telefónica.
Todos coincidieron en señalar que las ventas disminuyeron "muchísimo" desde que cerraron las calles para hacer el pavimento. Como promedio, hablan "de un 60 por ciento".
"La gente no puede llegar al negocio porque por el lado que vengan está cortado. No hay acceso. Y está removida la tierra. El día que llueve se llena de barro, se tapa de agua, y los compromisos están. Uno tiene que seguir pagando los impuestos", comentó Lanzi. La dueña de la panadería recordó que "sobrevivir en este momento ya es difícil, y si nos cortan las calles se torna imposible".
Cantera, por su parte, pidió "que venga Arriaga con sus asesores a dar una explicación porque estos señores son empleados nuestros. Que pongan la cara. Y yo le digo al señor Arriaga que más vale que no venga a inaugurar esto, porque no lo voy a dejar hablar", advirtió.
Benedeti se quejó porque el intendente "ve a esta obra como un progreso cuando la plata la ponemos nosotros". Y el dueño del restaurant dijo que "como los autos van y vienen por un solo carril hay riesgos de accidentes".
   
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