Miércoles 10 de octubre de 2001

 

Toman tierras del Obispado en Cervantes

 

Son 60 familias de "Las Angustias". Monseñor Pedro Pozzi afirmó que el lote podría ser cedido

  CERVANTES (AR).- Sitiados por la desocupación y la falta de respuestas a sus reclamos habitacionales, unas 60 familias del barrio cervantino Las Angustias decidieron ocupar un terreno del Obispado del Alto Valle, lindante con el conglomerado de viviendas del lugar.
Con decenas de chicos en riesgo de contraer enfermedades por la falta de un lugar seguro para vivir, las primeras construcciones precarias se instalaron en las últimas horas sobre el inmueble ubicado en la intersección de las calles Paraná y España de Cervantes, cercano a Puente Cero, en el oeste de la localidad.
"Estamos cansados de que los políticos vengan sólo para la época de las elecciones. Al intendente no lo vemos desde hace mucho tiempo y nosotros no podemos seguir viviendo amontonados en casas que no son nuestras", señaló un grupo de mujeres ayer al mediodía.
A su lado, una docena de hombres y jóvenes advirtieron sobre el alto porcentaje de desocupación que hay en el sector, donde conviven alrededor de 400 familias.
El panorama en Las Angustias se torna más oscuro si se conoce que ninguna de las casas que alberga a más de 500 chicos y sus familiares tiene gas y el resto de los servicios públicos escasean.
Ante la crisis cotidiana, que cada vez golpea más, un amplio sector de vecinos definió ocupar ilegalmente -en forma provisoria- el terreno del Obispado. Ellos tienen en claro que la propiedad no les pertenece y por eso apelaron a la sensibilidad de los responsables de la congregación religiosa del Alto Valle para que lo cedieran al municipio y a partir de allí se divida en parcelas para casa familia.
Monseñor José Pedro Pozzi confirmó ayer la intención del Obispado de ceder el inmueble a los carenciados de Las Angustias, pero advirtió que aún resta conseguir la aprobación de los sucesores de quienes lo donaron años atrás.
Ocurre que, al momento del traspaso, los anteriores dueños establecieron una cláusula en la que prohibieron cualquier tipo de fraccionamiento.
"Creemos que no habrá problemas, pero no está todo definido. En principio se firmará un acta de compromiso para la ocupación momentánea y cuando la cuestión esté en regla se traspasará el dominio al municipio. Allí los vecinos deberán abandonar el terreno para que lo emparejen y seguramente luego será dividido para cada familia", manifestó Pozzi.
Mientras tanto, la bronca de los vecinos en Las Angustias pasa por "el olvido que el municipio parece tener con nosotros".
Con su pequeño hijo en brazos, una madre relató que cuando llueve las casas se inundan y por la precariedad de las instalaciones eléctricas hay riesgo constante de sufrir un accidente. Como si fuera poco, comentaron que esta época del año es la más dura para ellos, porque la mayoría de los jefes de familia sólo tiene trabajo durante la cosecha en las chacras y "de lo poco que se puede ahorrar ya no queda nada".
   
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