Sábado 6 de octubre de 2001

 

Cien familias tomaron dos lotes y no piensan irse
 

Son vecinos de Plottier que pretenden construir sus viviendas.Quieren que el municipio compre y les entregue las tierras.Uno de los propietarios estaría dispuesto a vender su parte.
  NEUQUEN (AN).- Con estacas, carpas, palos y lonas, unas cien familias de Plottier ocuparon dos lotes privados donde delimitaron otros tantos terrenos en los que piensan construir sus viviendas. Mientras un grupo desmaleza y limpia, una docena de hombres mantiene ocupado pacíficamente el edificio del Concejo Deliberante para presionar una solución: "Queremos que la municipalidad compre esos lotes y que los entregue para la gente", afirmó Héctor Ulloa, un albañil que está al frente de la movida.
El tema, a una semana de las elecciones legislativas, alimenta muchas suspicacias. Sobre todo porque el intendente de Plottier Sergio Gallia (PJ) está lanzado en busca de una de las tres bancas del senado nacional que le corresponden a Neuquén.
Los encargados de "la toma", sin embargo, quieren quitarle cualquier tufillo político a la ocupación. "Que vengan todos los partidos políticos que a todos los vamos a recibir, pero que ninguno nos ponga la bandera porque no estamos con nadie", agregó Ulloa, un hombre que nació en Chile hace 31 años pero que lleva 27 en nuestro país. "Y hace 26 que estoy en Plottier y le puedo decir que el 90 por ciento de la gente que está en los terrenos no tiene para pagar un alquiler", agregó el hombre quien admite que la idea de tomar las tierras -ubicados a un costado de la avenida del Trabajo- surgió hace más de una semana. En total, la zona tomada completa unas cuatro hectáreas.
Según confiaron algunos de los flamantes usurpadores la idea empezó a madurar en ese momento y se llevó adelante con la convicción de que ni la provincia y mucho menos la intendencia se opondrían abiertamente a la usurpación en las puertas de una elección. Por eso, a pesar de algunas versiones, no hay posibilidades de un desalojo. Los tres bloques del Concejo Deliberante aceptaron buscar una salida al conflicto, sobre la base de atender el reclamo de la gente.
Ayer a la tarde, cuando el sol, las nubes y el viento se entretenían confundiendo a todos, un camión enviado por la comuna llevó dos baños portátiles (químicos) y un tanque para cargar agua.
Es que desde el jueves a la noche, hay familias que duermen en el predio dentro de carpas que se instalan en el centro de cada terreno, cada uno de los cuales fue mensurado de manera precaria por los representantes de la comisión que eligieron las familias.
Los predios ocupados tienen dos propietarios, uno de Neuquén y otro de Cipolletti. Al parecer uno de los dos estaría dispuesto a vender el terreno mientras que el otro dueño todavía no pudo ser ubicado.
Desde hace unos años ese lugar estaba señalado. Se decía que allí, a través de la gestión de una cooperativa, se iba a construir un plan de viviendas para las cuales hubo gente que llegó a pagar unas cuantas cuotas. De esa iniciativa, sólo queda el esqueleto de un par de casas a las que les sacaron todo. "Era la casita que habían hecho de muestra, era linda pero no quedó nada", explicó Mario, uno de los jóvenes que marcó su terreno en uno de los extremos de la toma, a pocos metros del plan de las 54 viviendas de Plottier.
El lugar, además del barrio mencionado, está rodeado por un par de aserraderos y por una muralla de álamos híbridos y sauces que esconden a un asentamiento que también está sobre tierras usurpadas.
Así como muchas otras máquinas que se movieron en las últimas semanas en Plottier, la semana pasada una retroexcavadora limpió buena parte de los lotes. La intención no era despejar la zona a los usurpadores sino alistar todo para colocar arcos y hacer una canchita de fútbol. Si bien en los costados los lotes están a nivel, en el centro hay un socavón que forma una laguna cada vez que llueve. En ese lugar, tapizado de verder por la humedad, habían ayer seis familias haciendo limpieza.

Las carencias son la razón principal

NEUQUEN (AN).- Julio, de 31 años, recién ayer a la tarde se sumó a la ocupación de los lotes que miden trece de frente por treinta de largo. Con su esposa y sus tres hijos a la carga, el hombre peleó por su espacio no menos de una hora.
Un largo debate de dudosa solvencia técnica precedió la rudimentaria cesión de un terreno ubicado en uno de los "mejores" lugares que quedan disponibles. El sitio, al parecer, había sido reservado "por alguien y por las dudas" pero Julio consiguió quedarse allí.
El muchacho, que vive en una casa "prestada", está trabajando en el tendido de una red eléctrica, una obra que se prolongará por dos meses. Después debe esperar que "aparezca algo". Desde ayer la esperanza está en poder levantar algunas paredes lo más rápido posible "antes de que se termine la obra".
Daniel y Edith, padres de un chico de dos meses, se abrazan por la dicha de tener donde hacer la casa propia. Tienen 18 años y viven en la casa de Daniel.
"Espero que mi jefe no me despida pero yo ni puedo dejar la toma porque viene cualquiera y se agarra el terreno", dice el ayudante de albañil.
   
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