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Jueves 4 de octubre de 2001 | |
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Acuerdo provincia-municipio contra la aftosa |
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El convenio está a la firma. Establece medidas preventivas, fundamentalmente con porcinos. Es condición de la Nación para el levantamiento de la barrera sanitaria. Mayor control. |
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| NEUQUEN (AN).- La provincia y la municipalidad de Neuquén tienen a la firma el convenio que establece las medidas preventivas contra una eventual epidemia de aftosa en los chanchos, una condición impuesta por el Senasa para levantar la barrera sanitaria. Su implementación implica reconvertir la producción en la meseta y sacar de la clandestinidad la venta de carne porcina. El programa contempla la sustitución de alimento proveniente del basural por balanceado y la construcción de un puesto de faena controlada, para lo cual la provincia aportará para su financiamiento un total de 55.000 pesos. El municipio, a través de la subsecretaría de Gestión Ambiental, controlará la salida de residuos orgánicos del basural con destino a alimento a las chancherías, como ocurre en la actualidad. También fumigará y realizará tareas de control de plagas, aportará material calcáreo para el piso de los porquerizos, realizará el mantenimiento vial y vigilará la limpieza. Los aportes provinciales saldrán del Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo (Iadep) y serán devueltos por la comuna en cinco años con uno de gracia, a una tasa anual del 8% mediante un original sistema de trueque que compensa dinero por servicios. El convenio se encuentra desde ayer a la firma del intendente Horacio Quiroga y del secretario de Coordinación y Producción, Marcelo Dotzel. Producto de un acuerdo anterior con Nación, el gobierno de Neuquén suscribirá convenios similares con el resto de los municipios de la Confluencia. En el caso particular del capitalino, se compromete a controlar la alimentación de puercos con basura, la venta ilegal de carne porcina y evitar la salida de vísceras crudas provenientes de los frigoríficos. A cambio requirió la sustitución de alimentos de cerdos de los productores de Colonia Nueva Esperanza, mejorar las condiciones de crianza y de comercialización a través de un puesto de faena controlada. La reconversión implica acciones simultáneas que apuntan a normatizar la producción total porcina en el término de seis meses a un año en la jurisdicción de la capital. En la ciudad hay relevados 2.000 cerdos distribuidos entre 100 crianceros, concentrados principalmente en Nueva Esperanza, próximo al centro de disposición final de residuos sólidos urbanos. El 66% de los productores tienen a la cría de cerdos como complemento económico y el 24% restante maneja criaderos de cierta envergadura, orientados a colocar lechones a los particulares y en menor medida en las carnicerías. La mitad de los productores alimenta a los animales con restos orgánicos procedentes del basural, el 33% con descarte de verdulerías y panaderías, y sólo el 15% está organizado y lo hace con alimento balanceado o granos. El programa prevé acciones en paralelo de sustitución de alimentos, control de las condiciones sanitarias, capacitación autogestionaria, control de faena, recursos, equipamiento e insumos, por un total de 81.500 pesos. Mantener 2.000 cerdos requiere 1.900 kilos diarios de cereal o su equivalente en balanceado, que será provisto por la gerencia provincial de Producción. Para tal fin, se promoverán acuerdos individuales con los productores. |
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