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Jueves 4 de octubre de 2001 | |
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Decomisaron 2.500 kilos de carne en Centenario |
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Un empresario y el chofer del camión intentaron huir. La mercadería no tenía certificados y fue incinerada. |
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| CENTENARIO (AN) - Un conocido empresario, propietario de un supermercado y miembro del directorio de la cooperativa de matarifes de Centenario, fue sorprendido ayer cuando intentó ingresar desde Río Negro alrededor de 2.500 kilos de carne vacuna sin los certificados correspondientes. La mayor parte de los cortes eran con huesos, cuya venta en la zona está prohibida por disposición del Servicio Nacional de Control y Sanidad Agroalimentaria (SENASA), por el plan de la lucha contra la fiebre aftosa. El camión que transportaba la carga fue interceptada por personal policial del puesto caminero de Villa Obrera, ubicado junto al puente que une esta ciudad con Cinco Saltos, tras una corta persecución por un camino de chacras. Después de haber sido descubierto protagonizó un segundo intento de eludir el control, pero fue finalmente llevado a puesto del Control de Ingreso Provincial de Productos Alimenticios (CIPPA). Tras darle participación a los técnicos del SENASA, los inspectores procedieron a incinerar la carne en el frigorífico de Copromaneu, en Senillosa. "Río Negro" intentó contactarse con el presunto dueño de la mercadería, Claudio Della Gaspera, en reiteradas oportunidades durante la tarde y la noche, pero no pudo ser ubicado en los locales comerciales que posee en el casco viejo de la ciudad y en el sector del barrio Sarmiento. El empresario, según las fuentes, acompañaba al chofer del Ford F-350, patente SOV 803, en el que se transportaba la mercadería sin ningún tipo de refrigeración. "Los policías le hicieron señas para que se detuviera, pero aceleró y se internó en un camino que lleva al frigorífico y cuando se aprestaba a ingresar a una chacra, que es de sus padres, los efectivos le cruzaron patrullero y se lo impidieron", dijo un testigo del procedimiento. Añadió que el empresario, luego de fracasar en el intento de burlar a los policías e inspectores, solicitó que lo dejaran pasar con el cargamento, en base a diversos argumentos. Con la presencia del inspector del SENASA, los agentes del CIPPA procedieron a controlar la carga. Se trataba de 1.550 kilos de asado y cuartos con hueso y 900 kilos de menudeos. La carne no tenía ninguna documentación ni sellos que aludiera al lugar del faenamiento, ni certificados de controles del SENASA ni de ningún otro organismo oficial. El equipo carecía de sistema de frío. Por estos y otros motivos, trascendió que un equipo de inspectores del CIPPA lo llevó a Senillosa para su incineración. "El transporte está plagado de irregularidades y viola todas las normas para este tipo de cargamento", dijo una fuente. El rodado quedaría secuestrado en el puesto caminero porque el chofer no tendría licencia de conducir. El ingreso de carne, particularmente de Río Negro a esta ciudad, Neuquén y otras localidades vecinas, ha dado lugar a todo tipo de polémicas. Semanas atrás funcionarios de SENASA y del CIPPA reconocieron que el tráfico ilegal era muy importante. El representante de este último organismo incluso dio cifras estimativas, pero al día siguiente otro funcionario de Gobierno lo desmintió en forma categórica. Neuquén está enfrascado en gestiones que permitan el levantamiento de la barrera sanitaria impuesta por SENASA para permitir el ingreso de ganado en pie. Entre esas diligencias figura un convenio que firmó ayer con la municipalidad (ver pág 21), que contempla el control de criaderos y faena de cerdos. |
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