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Cavallo se plantó firme y se trabó el acuerdo con las provincias
Insultos, amagues de pelea y declaraciones de guerra
El ministro de Economía, llegó ayer pasadas las dos de la tarde al Consejo Federal de Inversiones (CFI) con un ofrecimiento que calificó de "innegociable".
Pero fue la intransigencia planteada por el titular de Hacienda lo que derivó en fuertes cruces donde no faltaron las expresiones más duras.
Por si no alcanzara el clima espeso que se vivía en el séptimo piso del CFI, los voceros de la PJ parecían disputar ante los medios una carrera para demostrar quién había increpado más fuerte al ministro de Economía.
Cuando ya habían transcurrido más de tres horas en el CFI, en dos oportunidades la polémica pareció salirse de los carriles.
El gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner fue quién primero embistió contra Cavallo.
Kirchner lo calificó de "mentiroso" y el ministro le respondió a los gritos que era un "irresponsable". Ambos se levantaron abruptamente y el puntano Rodríguez Saá se interpuso para evitar que las cosas pasaran a mayores.
Mientras tanto, Ruckauf salía en defensa del gobernador de Santa Cruz. Entre los aliancistas, sólo el chaqueño Angel Rosas dirimió con Cavallo, el resto -hasta el verborrágico Alfredo Avelín- se alejó de la confrontación.
Distinta fue la versión del vocero de Cavallo quién se limitó a señalar que los dos son políticos de fuerte personalidad, pero que la polémica no pasó de un cruce de ideas.
Pasado el temporal inicial, fue esta vez el propio Rodríguez Saá quien se enfrentó con Cavallo.
- Tenemos que pagarle a los jubilados y empleados, necesitamos que nos respeten el piso de coparticipación.
- No hay más plata (lacónico Cavallo).
- Dinero hay, ocurre que se prefiere satisfacer a los acreedores externos.
- Bueno lo que tenemos es esto, -dijo el titular de Hacienda observando el borrador-, y se acabó.
Este nuevo enfrentamiento derivó en un "cuarto intermedio", pero el retiro de los justicialistas era inminente.
En un último esfuerzo, el gobernador Jorge Sobisch contemporizador se acercó a Cavallo para decirle que si se flexibilizaban posiciones se podía llegar a un arreglo y terminar la cuestión.
Por su parte, el rionegrino Verani apoyó el gesto de distensión.
Después la situación se volvió irreversible. "Se incendia el país, no hay nada que hablar los peronistas en cualquier momento se retiran", señaló premonitorio un portavoz justicialista.
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