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Un pasado poco presentable

Papelón frente a las cámaras

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Repercusiones en la región

Sartor juró como ministro. Ante los medios mostró un pobre papel

De la Rúa lo puso al frente de Desarrollo Social, en reemplazo de Cafiero. No pudo responder a las evidencias de un oscuro pasado judicial y político.

El rionegrino Daniel Sartor vivió ayer una jornada de fuertes sensaciones al jurar como ministro de la Nación, pero paralelamente tuvo que someterse a la presión de los medios de comunicación, que desnudaron la precariedad de sus definiciones, sus contradicciones en temas clave y un pasado judicial y político preocupante para el legajo de un funcionario de tan alta investidura.
Por la mañana, Sartor coronó su carrera política construida bajo la tutela de Pablo Verani, al jurar como ministro de Desarrollo Social de la Nación, en reemplazo de Juan Pablo Cafiero
. En el acto presidido por De la Rúa, pero sin la presencia de su antecesor, se confundió en un emocionado abrazo con su benefactor político, el gobernador rionegrino, convertido hoy en uno de los más importantes negociadores entre las provincias y Nación en busca de un acuerdo que tarda en llegar.
El resto del día lo consumió intentando seducir en vano a una prensa que puso en evidencia la precariedad de sus ideas y el complejo pasado que como dirigente lo definen.
Su ambición por tratar de definir las primeras acciones que desarrollará en la cartera que dejó Juan Pablo Cafiero chocó contra el interés de los medios por conocer sus puntos oscuros como funcionario rionegrino.
La causa por defraudación al Banco de Río Negro que lo tuvo como protagonista -bajo la sospecha de quedarse con algún dinero de los clientes-, el caso "Chuqui" Alvarado, los víveres electorales, su vinculación con el caso Rocafé y otras irregularidades denunciadas en su momento por este diario, subieron ayer a la escena nacional.
El momento más difícil lo vivió Sartor en el programa de Jorge Lanata, "Detrás de las Noticias". Intentó defenderse con evasivas y respuestas cortas ante la catarata de acusaciones que recibió

La asunción

En el acto realizado en el Salón Blanco de la Casa Rosada Sartor asumió como ministro, protagonizando el primero de los cambios que el presidente Fernando De la Rúa proyecta para su gabinete tras la derrota del oficialismo en las últimas elecciones legislativas.
El rionegrino deberá llevar adelante su gestión con un recorte del orden del 75% del presupuesto y será el primer hombre de la UCR en lo que va del gobierno de De la Rúa que ejerza como titular la cartera social.
En diálogo con los medios y este diario, el flamante ministro aseguró por un lado que instrumentará una reestructuración en su área que incluirá la eliminación de cargos políticos para destinar esas partidas a planes de asistencia social.
Además, explicó que se articularán los programas de su repartición con los de otras que tengan fines similares.
Pero por otro lado no descartó pedir más recursos, tal como quiso y no pudo su antecesor .
"Hay alternativas para seguir trabajando pese al recorte. Primero vamos a llevar adelante una fuerte reestructuración política en el ministerio, para que esos recursos que podamos optimizar sean volcados para programas sociales, y después articularemos muchos de los programas hoy existentes con los distintos ministerios tratando de llevar una ventanilla social única en colaboración con las provincias", insistió.
De esta manera, Sartor desestimó la creación de una Agencia Social que aglutine todos los programas asistenciales y abonó la tesis de que, de conformarse, esa repartición se encargaría exclusivamente de la Seguridad Social, es decir del Pami y de la Anses.
En off the record, un integrante del gabinete rionegrino muy cercano a Sartor reveló a "Río Negro" que es intención del flamante ministro descentralizar los planes asistenciales de manera tal que las provincias manejen esos recursos sin mediaciones y atendiendo a sus propias necesidades.
Sartor asumió sus funciones frente a una multitud de fervorosos radicales, tanto de Río Negro como de otras partes del país.
Entre los presentes se encontraban los ministros del Ejecutivo y los gobernadores aliancistas Pablo Verani, Angel Rozas (Chaco), Sergio Montiel (Entre Ríos) y Roberto Iglesias (Mendoza).
Y su asunción no fue un hecho menor: según lo reconoció uno de los ministros más leales del presidente, se trata de la confirmación de la futura "delaruización" del gabinete, una versión que venía circulando en los últimos días pero que no había encontrado respaldo oficial hasta ahora.
"La designación de Sartor es la punta del iceberg de las transformaciones que el presidente quiere llevar adelante. Está empezando un cambio que apunta a configurar un gabinete estrictamente radical, y piensa hacerlo con funcionarios de su extracción o cercanos a él", expresó el ministro.
Habrá que ver cómo se conjuga esto con la devoción que manifiesta Sartor por Alfonsín, teniendo en cuenta que el ex presidente insiste en reclamar un cambio de rumbo a De la Rúa.
Sartor hoy aparece entre dos fuegos muy cruzados.
(AR, ABA y DYN)

"Llegamos jefe"

"Felicitaciones jefe. Llegamos". El intendente de Cipolletti, Julio Arriaga, estaba casi tan emocionado como el resto de los asistentes al acto. Pronunció esas palabras mientras saludaba cordialmente, con un abrazo y un beso, al gobernador de Río Negro, Pablo Verani. (ABA)