Martes 23 de octubre de 2001

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La solidaridad y el medio ambiente, entre los desafíos

 

El Congreso Mundial de Energía tuvo como fondo los atentados ocurridos en los EE. UU. El uso pacífico de la energía nuclear, el petróleo y el cuidado del medio ambiente se leyeron "en clave" del nuevo conflicto que conmueve a la humanidad.

  BUENOS AIRES (enviados especiales).-Las conferencias del XVIII Congreso Mundial de Energía, que comenzaron ayer en esta ciudad, están marcadas a fuego por el atentado del 11 de setiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York. La mayoría de los principales referentes de la energía del planeta no sólo habla de estrategias y de negocios, sino también de colaborar y dar los medios a los países menos desarrollados con políticas integracionistas que a su vez ayuden a proteger el medio ambiente.
Estos criterios corren de la mano de una manifiesta intención de que las nuevas tecnologías y los avances científicos traigan una mejor calidad de vida a más personas, expresó buena parte de los disertantes, que no por eso deja de mencionar las iniciativas para generar buenos negocios.
La reunión, que por primera vez se realiza en un país latinoamericano, se lleva a cabo desde el domingo en el predio de la Sociedad Rural Argentina, donde en forma paralela se efectúa una exposición de empresas energéticas de la que participan unos 300 expositores.
"El gran desafío es achicar las brechas, reducir costos y mejorar la calidad", afirmó John Rice, presidente de General Electric Power Systems de Estados Unidos, quien brindó un detallado informe sobre las necesidades energéticas de millones de personas de todo el mundo. "No podemos permitir que esto se transforme en algo que alguna vez digan que esta generación no logró", sostuvo Rice, quien participó de un panel que expuso sobre "Los Desafíos del Mercado Energético Mundial".
La presencia virtual del número uno de British Petroleum, el irlandés Peter Shuterland, avaló a Rice. "La pobreza absoluta de un quinto de la población es moralmente repugnante", sostuvo Shuterland, quien participó del panel que también integraron Rodolfo Martín Villa, de la empresa española Endesa, y Hiroji Ota, presidente de Chubu Electric Power del Japón.

Usos de la energía nuclear

Ota puso sobre la mesa el debate sobre el uso pacífico de la energía nuclear, a la que definió como la fuente más promisoria para el futuro del país oriental. Rodolfo Villa, que hizo las veces de moderador de este panel, felicitó el empresario nipón por dejar de lado "los complejos" que existen para hablar sobre el tema.
Loyola de Palacio del Valle Lersundi, vicepresidente de la Dirección de Transporte y Energía de la Comunidad Europea, también dejó clara la posición del viejo mundo con respecto a la energía nuclear. La mujer consideró "fundamental" el desarrollo de este tipo de energía en los próximos años, pero enseguida aclaró que es vital trabajar en técnicas seguras y responsables para el tratamiento de los residuos nucleares.
"Es indispensable trabajar en este sentido, así como también lo es evitar la producción de 300 millones de toneladas de dióxido de carbono", sostuvo Del Valle Lersundi, quien describió la preocupación que el tema medio ambiental despierta en todos los países que conforman el bloque europeo.
"Necesitamos ser solidarios no sólo con nuestra generación sino también con las generaciones futuras", agregó la representante de la Comunidad Europea, quien entre otros datos dijo que para 2010 el bloque requerirá "doblar la actual producción de energías renovables".
La mujer añadió que para el 2003 los países europeos agrupados necesitarán importar el 70% de sus necesidades energéticas. En ese contexto, afirmó que el 11 de setiembre "puede enseñarnos y señalarnos el inicio de una nueva era en las relaciones internacionales". Lo hizo para enseguida reclamar solidaridad e integracionismo internacional.
La distintas ponencias pusieron especial énfasis en brindar las condiciones para el acceso a los beneficios energéticos del mundo globalizado a los países menos desarrollados, la necesidad de afinar estrategias para disminuir la producción de dióxido de carbono, la integración y la promoción de políticas de Estado como sustento fueron la médula de la mayoría de los discursos que se escucharon en este encuentro, del que participan más de 3.000 delegados de todo el mundo.
La defensa de la globalización, la libre competencia y las presiones para garantizar la propiedad intelectual de las empresas, fueron otros de los temas centrales analizados por la mesa de "Los Desafíos de los Mercados Energéticos Mundiales" que proseguirá hoy.

Hacia una nueva estrategia

La nueva guerra, declarada luego del atentado del 11 de setiembre, marca un punto de inflexión dentro del complejo mercado energético mundial.
Durante muchos años, los países desarrollados fueron los encargados de consumir una parte significativa de la energía que se producía en el planeta.
Frente a este panorama, empresas del sector modificaban en forma continua su escala para acomodar la oferta al incremento de la demanda mundial. Pero la falta de crecimiento sostenido en EE. UU. y Europa determinó que muchas empresas comenzaran a hacer un replanteo sobre la estrategia adoptada, hasta ahora, en todo lo referente a la comercialización del sector energético.
"Necesitamos abrir mercados para poder sostener una posible caída de la demanda", aseguró un importante empresario del sector ante una consulta de este diario.
La idea de solidaridad mencionada por los panelistas durante gran parte de este Congreso lleva implícito el mensaje de un mercado con precios menos volátiles. La falta de un horizonte previsible hace que las cotizaciones oscilen sobre márgenes que pueden complicar a empresas. El caso del petróleo es un claro ejemplo.
Al aumentar los mercados de destino, disminuyen los riesgos frente a una posible caída de un segmento de la demanda. Esto es lo que hoy entienden las empresas y es lo que intentan llevar a la práctica frente a un problema que ya se encuentra en puerta: la menor demanda de energía.

     
     
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