Viernes 5 de octubre de 2001 | ||
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Se cierra el cerco en torno del régimen afgano |
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Los talibanes enfrentan una "pinza" formada por un lado por los combatientes de la Liga del Norte, mientras ya comienzan a ser amenazados por posibles comandos de fuerzas occidentales. |
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DUSHANBE , TAJIKISTAN, (ANSA) - El cerco se cierra cada vez más en torno a Osama ben Laden y el régimen talibán que lo alberga. Las dos puntas de la cuerda que se está cerrando sobre Afganistán son guiadas por los mujaidines islámicos, listos a combatir con los kalashnikov y en sandalias, y por las fuerzas especiales norteamericanas con sus armas de "fantaciencia". Miles de hombres de la Alianza del Norte, la coalición que se bate contra los talibán, fluyen a la base militar de Bagran, que está a 60 kiómetros de Kabul. La base puede convertirse en el punto de partida para acciones militares a poco de que se inicien los ataques estadounidenses. Los mujaidines del general Muhammad Fahid, de 44 años, sucesor de Ahmad Shah Massud a la cabeza de la estructura militar de la Alianza, son "los ojos" de la operación anti-talibán porque conocen perfectamente Kabul y el resto del país, mientras que los marines norteamericanos la conocen a través de las computadoras. En Tashkent, capital de Uzbekistán, es esperado el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, que probablemente pedirá el uso de la ex base militar soviética de Termez, que está cerca de la frontera afgana. También en Tashkent podría realizarse el primer encuentro de alto nivel entre los líderes del frente antitalibán y el secretario de Defensa norteamericano, dijeron fuentes diplomáticas rusas, remarcando que la reunión abriría una nueva fase entre Washington y los mujaidines, hasta ahora observados con cierta desconfianza por el Departamento de Estado. En Afganistán, al sur de la base de Termez, también siguieron ayer los furibundos encuentros entre los hombres del general Rashid Dostum, de etnia uzbeka- y los talibán. Según la televisión tajika, participan miles de hombres en los combates, que se producen a no gran distancia de Dostum. Según la Alianza, en las provincias de Ghor y Badghis se habrían verificado levantamientos populares. Según Ismail Kahn, otro de los líderes militares de la coalición, sus hombres conseguirán adueñarse de la zona con la ayuda de la población que ya no tolera más a los talibán. El aeropuerto uzbeko de Termez puede llegar a ser la principal base de operaciones norteamericanas en una república de la ex Unión Soviética, pero también Tajikistán está en plena movilización. Asimismo, fueron reforzadas las medidas de seguridad y se establecieron puestos militares en los aeropuertos civiles de Khojand - y Kulyab, en la parte oriental de la república, a pocas decenas de kilómetros de territorio afgano. Kulyab tiene la ventaja de estar perpendicular, a pocos cientos de kilómetros de distancia de las regiones orientales de Afganistán donde podría estar oculto ben Laden. El ataque podría desencadenarse ya el fin de semana y las operaciones podrían durar un mes, según analistas consultados por la televisión rusa que es la más vista en Tajikistán. Omar y Ben Laden, unidos NUEVA YORK, 4 (ANSA) - Los dos hombres más poderosos de Afganistán, Osama ben Laden y Mohammed Omar, están demasiado vinculados como para que Estados Unidos pueda separarlos: se cree que una de las cuatro esposas del millonario saudita es hija del mullah, quien a su vez estaría casado con una hija del enemigo público número uno de Washington. La inteligencia norteamericana está recibiendo todos los informes que tiene a su disposición sobre los vínculos entre ben Laden y Omar, incluido los matrimonios cruzados La política de alianzas a través de matrimonios es típica de Ben Laden, que entre otras se aseguró la fidelidad y el apoyo de los extremistas islámicos filipinos del grupo Abu Sayyaf casándose con la hija de uno de los líderes del movimiento. "Es muy difícil separar a Al Qaeda de los Talibán, están vinculados de diferentes maneras", explica el analista militar Anthony Cordesman. Vínculos religiosos, políticos, financieros y militares unen a Osama y Omar, haciéndolos aparecer ante Estados Unidos como un enemigo único. Los servicios secretos norteamericanos consideran que ben Laden le dio al mullah 1.000 de sus hombres para combatir contra la Alianza del Norte, la oposición afgana. Los "guerreros de la mente" también actúan Los especialistas del Quarto Psychological Operation Group, un comando estadounidense cuyo campo de batalla es la mente del enemigo, ya están actuando en la frontera de Afganistán, en un lugar secreto de Uzbekistán. Los integrantes de comando, que no tienen autorización para matar, se encuentran entre los primeros que entraron en acción después del ataque del 11 de septiembre y sus armas son estaciones de radio, manifiestos y altoparlantes. Los especialistas del Quarto Psychological Operations Group dejaron su base de Fort Bragg, en Carolina del Norte, para instalarse en una localidad secreta de Uzbekistán. Los "guerreros de la mente" disponen de seis aviones EC-130E transformados en estaciones de radio volantes. Desde esos aparatos es posible "bombardear" al enemigo, sin entrar en el cielo de Afganistán, por medio de transmisiones de radio y televisión, alterando al mismo tiempo las comunicaciones del adversario. Esos comandos están dotados, además, de aparatos blindados que operan como tipografías móviles imprimiendo manifiestos, diarios, revistas y afiches. La misión es informar a la población de Afganistán y a las fuerzas de los talibán de las verdaderas intenciones de la máquina de guerra de EE.UU., para quien -dicen- el enemigo no es el Islam sino Osama ben Laden y quienes lo protegen.(ANSA) Unos 7 millones amenazados por el hambre Roma/Washington/Berlín/Nairobi (dpa).- La guerra civil y la sequía que azotan a Afganistán amenazan a 7,5 millones de personas con el hambre, según datos difundidos ayer por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La población de los montes centrales de Afganistán es la más vulnerable. "Cuando caiga allí la primera nieve, a mitad de noviembre, la mayoría de las calles se volverá intransitable", advirtió en Roma la directora ejecutiva de la FAO, Catherine Bertini. Actualmente se llevan adelante gestiones ante el régimen talibán para distribuir alimentos entre la población necesitada. Un eventual ataque militar de Estados Unidos empeoraría la situación, agregó Bertini. En Washington, el presidente George W. Bush anunció ayer que enviará ayuda humanitaria por valor de 320 millones de dólares para los civiles afganos. Según Bush, Estados Unidos "tiene gran compasión" por la población gobernada por los talibán. Bush señaló: "Esta es nuestra manera de decir que somos amigos del pueblo afgano, mientras que condenamos con fuerza al régimen talibán". Fuentes del Departamento de Estado norteamericano señalaron que el gesto pretende demostrar que Washington tiene en la mira al presunto líder terrorista Osama ben Laden, pero no a la población afgana. La ayuda será transportada en camiones y asnos y será lanzada también en bolsas desde aeronaves. El almirante Craig Quigley anunció que aviones militares probablemente acompañarían a los vuelos de ayuda sobre territorio afgano. Quigley señaló que, si es necesario, los aviones militares responderían al eventual empleo de misiles antiaéreos por parte de las autoridades talibán. Respecto al envío de tropas de tierra para la protección de los envíos de ayuda, el almirante afirmó: "No lo puedo descartar con seguridad". La ayuda será distribuida a través de organizaciones de la ONU y de grupos privados, para asegurar que llegue a la población y no a los talibán . "Esperamos los ataques" CAMPO DE REFUGIADOS DE SUPA, Afganistán (Reuters).- Los refugiados que viven en condiciones desesperadas en un pedazo de tierra en el norte de Afganistán dicen que lo único que los consuela es pensar en los inminentes ataques de Estados Unidos contra el movimiento talibán que gobierna este país. Las cerca de 10.000 personas que han huido al pequeño bastión de la guerrilla opositora Alianza del Norte viven en casuchas de barro o chozas de paja en un terreno reseco ubicado a pocos kilómetros de la frontera sur de Tayikistán. Con ojos hambrientos, los refugiados siguen de cerca los movimientos de los extranjeros que llegan a esta zona y los niños estiran las manos, suplicando algo de comida. No obstante, y en medio de esta hambruna y de las penalidades diarias, estas familias de desplazados dicen que encuentran gran consuelo al pensar en los inminentes ataques militares de Estados Unidos. "Esperamos que comiencen los ataques de Estados Unidos", dijo Shoran Eskolaisal, de 47 años, y quien antes de que el movimiento Talibán tomara el poder en 1996, se desempeñaba como profesor de ingeniería eléctrica. "Sería bueno que los estadounidenses llegaran y vencieran al Talibán", agregó. Hasta el año pasado, Mohammad Daud, de 40 años y padre de seis niños, había trabajado como maestro en el cercano pueblo de Imam Saheeb. Ahora enseña en el campo, y su "escuela" es una descolorida tienda de campaña. |
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