Miércoles 3 de octubre de 2001

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Alfonsín no se esforzará por retener al ministro Cavallo

 

El ministro Cafiero se irá después de las elecciones

 

Descontento con el presupuesto de Desarrollo Social y con el rumbo de la política oficial, el último frepasista ya avisó su retirada. Se habla de la creación de una poderosa "agencia social".

  Buenos Aires (ABA)- Los rumores sobre futuras modificaciones en el gabinete nacional, a medida que se acercan las elecciones, abundan en la Casa Rosada. Pero una de esas versiones ya superó la categoría de rumor, para convertirse casi en un hecho: Juan Pablo Cafiero, el último ministro del Frepaso, se iría del Ministerio de Desarrollo Social el 15 de octubre.
"No hay posibilidad de tocar fondos estatales de los progra-mas sociales cuando en el país existe una situación de pobreza creciente que afecta a miles de argentinos", declaró ayer Cafie-ro. Y claro: sonó a advertencia. El lunes se supo que la recaudación fiscal había bajado 14 pun- tos y en el Ministerio de Economía pronostican que Domingo Cavallo deberá recortar otros 900 millones de pesos para poder continuar con su política de déficit cero. Si hasta Nicolás Gallo, secretario general de la Presiden-cia, bromeó ayer: "Voy a tener que empezar a viajar en tren para ahorrar". En este contexto, todos en el gobierno leen la declaración del ministro frepasista como un aviso de que "está abriendo la puerta para irse".
"La continuidad es una uto-pía. La Alianza ya no existe, el Ministerio tiene un presupuesto paupérrimo y la relación con De la Rúa está rota", diagnosticó un funcionario frepasista que acompaña a Cafiero en esta virtual recta final.
En el gobierno, aunque no lo admiten públicamente, también dan al ministro de Desarrollo Social como "renunciado" e incluso ya están planeando la continuidad. Todos los funcionarios delarruistas coinciden en que el presidente aprovecharía esta oportunidad para lanzar, finalmente, la tan mentada "Agencia Social", donde se incluirían to-dos los planes de ayuda social que ahora están repartidos en todas las carteras. Sin embargo, nadie termina de definir cómo será la transición. Una alternativa podría ser que el rionegrino Daniel Sartor, actual viceministro, asuma interinamente como ministro, hasta que Presidencia mande al Congreso la ley para modificar el gabinete.
La otra alternativa es apurar la modificación y generar, a través de la creación de una poderosa a-gencia social, un golpe de timón en la gestión, luego de lo que se supone un resultado adverso para el gobierno en los comicios.
"Las intenciones futuras de Fernando de la Rúa dependerán, en buena medida, de cómo le vaya en las elecciones. Pero no caben dudas de que deberá hacer cambios entre los ministros", dijo Rodolfo Terragno, candidato a senador por la Alianza porteña.

Relación quebrada

La relación entre Cafiero y De la Rúa no es buena ni mala: es inexistente. A poco de asumir, el ministro se convirtió, inesperadamente, en uno de los funcionarios más escuchados por el presidente. Pero el idilio duró poco; apenas un par meses. A medida que el poder de Cavallo se acrecentaba en el gabinete, Juan Pablo Cafiero fue comprendiendo que el presupuesto de su delicada cartera no crecería.
Ahora, el ministro casi no concurre al despacho presidencial. Y sólo ve a De la Rúa en las reuniones de gabinete de los martes. De hecho, es el único integrante del cuerpo ministerial que suele exponer abiertamente su desacuerdo con las medidas gubernamentales. "Juampi sigue creyendo que Cavallo es uno de los responsables de la crisis económica de la Argentina y no termina de confiar en De la Rúa", describió un vocero del ministro.
Mientras se aleja del delarruismo, Cafiero cierra filas con lo que queda del Frepaso. Según fuentes muy confiables, el aún socio menor de la Alianza definiría su alejamiento definitivo del gobierno. El misterioso Carlos "Chacho" Alvarez ya habría dado la orden. Y el trío dirigencial que conforman Juan Pablo Cafiero, Darío Alessan-dro y Aníbal Ibarra ya estaría analizando la continuidad partidaria por afuera del poder. "La idea no es romper la Alianza, sino seguir junto al radicalismo progresista, para intentar torcerle el rumbo al gobierno", señala el vocero de Cafiero.
Así lo dijo Ibarra el sábado último: "La Alianza que yo represento no es la Alianza que encabeza De la Rúa en el gobierno". El jefe de gobierno porteño plantea las elecciones del 14 de octubre en la Capital como el enfrentamiento de dos Alianzas: la original contra "la nueva y reducida sociedad que formó De la Rúa".
"La llegada de Cavallo a E-conomía, en una fórmula asociada al justicialismo, puso una bisagra en la coalición", dice Ibarra. Y lanza el resto: "Si gana Terragno, pierden De la Rúa y Cavallo".
En el gobierno nacional ya saben que el trío frepasista tiene decidido cruzar a la vereda de la oposición. Y no harán nada para retenerlos.

Gonzalo Alvarez Guerrero
     
     
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