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Pronostican muy alta cantidad de votos en blanco
Según los encuestadores, el porcentaje de votos en blanco e impugnados puede ser el más alto desde 1983. Se espera que en Río Negro y Neuquén este fenómeno sea muy fuerte.
A algunas consultoras, los resultados de los sondeos les dieron cifras preocupantes. En la ciudad de Buenos Aires, por caso, entre votos en blanco y votos impugnados, a Gallup la suma le dio el 21% de los consultados, mientras que para Mora y Araujo es del 50%.
Sin embargo, estos porcentajes tan elevados no se repiten de manera tan contundente en el interior. "La particularidad de este comicio es que la intención de votar en blanco o de impugnar se incrementa a medida de aumenta el nivel educativo y socioeconómico. Por eso es posible que el voto en blanco en la Capital Federal supere ampliamente el promedio nacional", advierte Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Nueva Mayoría.
Aunque una encuesta realizada por Gallup a fines de agosto mostró que el 12 % de los bonaerenses votará en blanco o impugnará su voto.
Hay otros distritos donde se podrían generar también altos porcentajes.
En las provincias patagónicas se viene registrando un contínuo crecimiento del voto en blanco en las últimas elecciones. Río Negro y Neuquén podrían quedar, entonces y según los cálculos de los expertos, entre los distritos donde mejor se verá este fenómeno.
Fraga, de cualquier manera, cree que los datos que sugieren los sondeos no necesariamente se producirán en la elección del 14 de octubre.
"Al momento de sufragar la intención de votar en blanco se reduce y el votante se ve impulsado a realizar un voto útil, ya sea eligiendo el mal menor o evitando que gane un candidato a quién no quiere", sostiene en un trabajo que acaba de dar as conocer la consultora Nueva Mayoría.
Historia del voto en blanco
Este estudio revela asimismo que el promedio de voto en blanco de las últimas nueve elecciones de diputados nacionales realizadas desde 1983 es del 3,04%.
"Es un número bastante bajo, teniendo en cuenta los niveles mundiales, en especial entre las democracias occidentales", dice Jorge Giacobbe, titular de la consultora Giacobbe & Asociados.
El voto en blanco alcanzó sus porcentajes más altos en 1995, con el 5,97%; mientras que en 1997 volvió a descender al 5,07% y en 1999 decreció llegando al 4,40%. Es decir, aunque viene en paulatina caída, durante los años noventa se acentuó el porcentaje histórico desde el '83 en adelante.
La concurrencia a votar también podría ser menor en esta oportunidad, cuando la historia argentina registra un promedio que ronda el 80 % en todas las elecciones presidenciales, desde 1916 en adelante.
En esa primera elección presidencial realizada con la vigencia de la denominada Ley Sáenz Peña que estableció el voto universal, secreto y obligatorio -cuando fue electo por primera vez Hipólito Yrigoyen- la concurrencia a votar fue de sólo el 62,85% del padrón electoral. La concurrencia a votar también fue baja en 1922, cuando resultó electo Marcelo T. de Alvear, ya que sufragó entonces el 55,33% del padrón.
"Si bien en estas dos elecciones regía la obligatoriedad del voto, todavía no estaba establecida la "cultura" del voto obligatorio y ello explica la baja concurrencia en las dos primeras elecciones realizadas en la Argentina con la Ley Sáenz Peña", explica Fraga.
En 1928, cuando fue reelecto Yrigoyen, la concurrencia se elevó al 80,86%, lo que revela un avance importante en la cultura del voto obligatorio.
En 1946, Juan Domingo Perón fue electo con una concurrencia del 83,38%. Y en 1951 resultó reelecto con una asistencia total a las urnas del 87,95%.
Sin embargo, el récord histórico lo tiene la elección donde fue electo presidente Arturo Frondizi, siete años después, oportunidad en la cual la concurrencia registrada se elevó al 90,86% del padrón electoral. Paradójicamente, es en esta elección presidencial donde también se registra el récord histórico de voto en blanco.
Gonzalo Alvarez Guerrero
Las cifras en las provincias
En lo referente a los distritos nacionales, el estudio realizado por Nueva Mayoría muestra que el promedio de voto en blanco de las nueve elecciones tiene sus porcentajes más altos en Tierra del Fuego (6,67%), Santa Fe (6,30%), La Rioja (6,17%), Chubut (5,66%) y Santa Cruz (5,06%). Es decir, tres de las cinco primeras son provincias patagónicas.
En el otro extremo, sólo hay un distrito en que el porcentaje no llega al 1%: Salta 0,84%. En tanto que Neuquén (con el 3,23%) y Río Negro (4,63%) se encuentran en el medio de la tabla nacional.
En 1999, el voto en blanco disminuyó con respecto al de 1997, reflejándose dicha disminución en la mitad de los distritos; mientras que en los otros 12 el aumento fue muy leve, con la excepción de las provincias de Chubut en donde creció del 2,96% al 10,97%, La Pampa donde se incrementó del 1,89% al 6,32%, Río Negro donde pasó del 4,85% al 8,51%, Santa Cruz donde creció del 2,15% al 8,68% y Tierra del Fuego donde se registra el mayor aumento ya que pasa del 3,47% al 11,05%.
Río Negro, entonces, se ubicó en la última elección nacional entre los distritos con mayor porcentaje de votos en blanco.
La mayor cantidad de votos en blanco a nivel nacional, se registró en la elección de 1995 con 1.087.290 sufragios y en los comicios de 1997, con 958.625. (GAG)
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