Matan y roban reproductores de salmón encerrado

Desconocidos ingresaron al predio del Centro de Ecología Aplicada del Neuquén, con asiento en Junín de los Andes. No son aptos para consumo porque eran tratados con antibióticos. Los expertos consideran que el daño es inestimable, porque cada ejemplar era el fruto de 7 años de trabajo para resembrar la cuenca del río Chimehuín con una de las especies de mayor valor deportivo. Pero ahora, el programa se retrasará al menos dos años más.

JUNIN DE LOS ANDES (ASM)- Estupor en el Centro de Ecología Aplicada del Neuquén. Reproductores de "salmón encerrado", de incalculable valor por ser el fruto de años de trabajo de técnicos y especialistas, fueron sacrificados y robados de los estanques de cría. Para colmo de males, se trata de ejemplares no aptos para consumo humano por estar bajo tratamiento.
Los autores de semejante acto depredatorio quizá desconozcan que retrasarán al menos dos años los programas de siembra de alevinos de una de las especies más requeridas por su valor deportivo, y de estricta devolución obligatoria en todos los ambientes pesqueros del país.
El episodio es un golpe duro para los planes del CEAN, a poco del inicio de una nueva temporada de pesca sobre la que hay cifradas expectativas.
El hecho se habría producido entre la noche del sábado y la madrugada del domingo. Recién fue advertido ayer cuando los técnicos del CEAN hicieron una inspección de rutina en las piletas que tienen en el predio del valle de San Cabao, a 6 kilómetros de esta ciudad y a orillas del río Chimehuín.
Las piletas son circulares y están ubicadas en el exterior del edificio, de modo que se accede a ellas a poco de cruzar la entrada principal del complejo, o incluso desde la ruta 61 que va a Huechulafquen.
Pero el lugar está vigilado por un sereno, quien dijo a las autoridades no haber advertido nada extraño.
En el entorno de los estanques se observaron manchas de san-gre, signo del sacrificio de las piezas, cada una de las cuales tenía un peso aproximado de 1,5 kilogramos.
Los responsables del CEAN hicieron la denuncia policial, ya que no se está sólo ante un acto depredatorio sino ante el hurto de un bien propiedad del Estado. Los uniformados trabajaron en la mañana de ayer levantando huellas.
Se trata de un lote de 30 reproductores de dos a tres años, cuyos "padres" fueron extraídos hace unos cinco o seis años del río Traful como juveniles, especialmente para iniciar el circuito de siembra de la cuenca del río Chimehuín, uno de los más excepcionales pesqueros del mundo.
Como se apuntó, los animales estaban bajo tratamiento con antibióticos, de modo que no se los consideraba aptos para consumo humano, al menos hasta cumplir un período de carencia luego de las aplicaciones. El jefe del CEAN, Alejandro del Valle, dijo que la ingesta podría provocar consecuencias para personas alérgicas a determinados antibióticos.
En verdad, los salmones eran tratados no por estar enfermos directamente, sino como parte de un programa iniciado tiempo atrás con el asesoramiento de expertos de la Agencia Internacional de Cooperación del Japón, a propósito de la aparición de hongos en esa especie.
Junto a los salmones encerrados también fue sacrificado y robado un número no precisado de truchas arco iris y trucha marrón. Pero la angustia de los técnicos del CEAN se centra en la pérdida de los "Salmones del Atlántico Encerrado" o "Salmo Salar Sebago".
El rastro genético de los salmones robados al CEAN proviene del noreste de Estados Unidos y/o sudeste del Canadá, del lago Sebago. El "salmón encerrado" debe su nombre a que es un tipo de pez que cambió su hábitat: pasó de ser un animal marítimo con desove en agua dulce, a uno de estricta vida y reproducción en agua dulce; de allí la figura y denominación de "encerrado".
"Nos liquidaron el stock más valioso... nos liquidaron el trabajo de siete años", dijo Del Valle. El funcionario explicó que esta especie llega a la madurez a los tres años, comenzando la temporada de desove a fines de abril. "Ibamos a usarlos para obtener los huevos para el sembrado de los ríos de la cuenca del Chimehuín; ahora nos encontramos con que el año que viene no los vamos a tener, y eso retrasará todos nuestros programas", dijo.
Del Valle dijo que "la pérdida es invalorable, porque no se puede medir en dinero por kilo como se haría en una pescadería; es el fruto del trabajo del CEAN iniciado hace más de siete años, es el dinero de los contribuyentes para alimentar y poner en mar-cha el programa, es la demora en la siembra de una especie de gran valor deportivo.... ¿Cómo se mide todo eso?. Es incalculable para nosotros", insistió con amargura.
Del Valle explicó que "el año próximo no podremos hacer el sembrado previsto y los futuros reproductores que están creciendo tardarán entre dos y tres años para estar maduros...".

Foto: Pocos ejemplares quedaron en el Centro de Ecología Aplicada del Neuquén.