Descomunal operativo policial por un perro

Fue en Centenario, por orden judicial, pero el "Batata" hallado "no se parecía al de la foto".

CENTENARIO (ACE).- Más de tres horas de operativo policial y una dotación de ocho uniformados demandó el allanamiento de una vivienda en la que se buscaba un perro aparentemente robado. Mientras los agentes sorteaban la resistencia de los dueños de casa para llevarse a la mascota a la comisaría, dos operarios del EPEN sufrieron el robo de las herramientas a dos cuadras del lugar.
"Fue tragicómico: los agentes estaban con Itakas en mi casa, mis chicos lloraban porque la Policía se llevaba al perro en el móvil, y mientras, los delincuentes hacían lo que querían acá a la vuelta", se quejó Claudia Caruzzo, la dueña de "Batata", que vive en la peatonal 15 del barrio Rochetti de esta localidad.
El perro fue a parar a la comisaría donde un efectivo avisó al juzgado que el animal "no se parece al de la foto" que se giró con el acta de allanamiento, por lo que el can fue devuelto al hogar "en custodia judicial" hasta que un perito veterinario dictamine si es el perro hurtado o no.
La dueña de casa fustigó el gasto en personal y en recursos policiales y judiciales.
Detalló que hace casi un año una mujer que andaba buscando a su perro le preguntó por el suyo, porque tenía el mismo ladrido.
"Yo obré de buena fe y hace un año le permití la entrada para que viera que no era el perro que andaba buscando; le mostré los papeles de la atención veterinaria y nunca más la volví a ver hasta ayer a las 14, que mi marido abrió la puerta y se encontró con ocho policías que rodeaban la casa y uno que le leía un acta para llevarse a Batata", describió.
La orden de allanamiento fue dictada por el juzgado de instrucción 4, de Neuquén capital, caratulado "Poblete por hurto". El titular del juzgado es el juez Carlos Alfredo Velasco Copello.

Admisión policial

Desde la comisaría Quinta de Centenario se admitió la acción, aunque se indicó que la comisión policial estuvo constituida sólo por tres agentes y no por ocho como aseguró la dueña de casa. "Sólo se cumplía la orden de un juzgado. Se verificaba la existencia del animal", dijo uno de los jefes policiales.
"Yo no podía creer que venían con una orden de allanamiento para secuestrar a Batata", dijo la mujer, quien intentó convencer a los agentes con el carné de vacunas para certificar los años de atención médica del can.
"Los vecinos pueden atestiguar que el perro lo tengo desde hace más de seis años, incluso desde soltera, pero insistieron en que venían a llevarse al perro", reiteró.
La mujer dijo que sus hijitos, de cinco y dos años, sufrieron una mala impresión cuando alrededor de las 17 y tras tres horas de escándalo "vieron que su papá se iba con el perro en la camioneta policial. Ellos preguntaban si Batata iba preso", dijo indignada al tiempo que criticó "el gasto inútil de recursos policiales y judiciales".
Mientras, en la peatonal 10 del mismo barrio y a las 14,30 los operarios del EPEN se quedaron sin herramientas para reparar la iluminación en el sector, ya que les fue robada mientras preparaban la escalera y el andamiaje. El jefe de servicio, Agustín Almendra, detalló que en el sector no se puede utilizar la grúa para ingresar a los pasadizos, por lo que los operarios se bajaron con la escalera y el material pesado y, pese a que habían dejado cerrada la camioneta, cuando volvieron a buscar las herramientas para hacer el trabajo, les habían robado la caja de herramientas completa.
Entre otros elementos, se llevaron un téster, una pinza amperométrica, pinzas especializadas y otros elemenos que en total fueron valuadas en unos 300 pesos.

Foto: El perro quedó en poder de la familia que lo tenía, ya que no se parecía al que buscaban los uniformados.