Trasladaron a Salud Mental al ex policía autor de la masacre

Los peritos consideraron que no estaba en condiciones de declarar

VIEDMA (AV)- El detenido por el doble homicidio de Viedma fue hospitalizado en el área de Salud Mental del Zatti. El juez ordenó su internación luego del informe de los peritos psiquiátricos del Poder Judicial que habrían concluido en que Osvaldo Basualdo no se encuentra, por el momento, en condiciones de declarar.
Pasado el mediodía el detenido fue trasladado al Zatti donde permanece internado bajo estricta vigilancia policial hasta que se encuentre en condiciones de ser indagado. Por otra parte se dispuso levantar la incomunicación que se mantenía pero no puede recibir visitas sin autorización.
Además se esperan los resultados de las pericias practicadas al arma que portaba Basualdo al ser detenido en Stroeder para determinar si fue la misma que se usó para matar a su exesposa Erica Urrutia y a Waldemar Barrientos.
El juez espera también el resultado de la prueba del guante de parafina practicada al sospechoso, a efectos de determinar la existencia de restos de pólvora en sus manos, lo que indicaría que efectivamente disparó el arma.
Varios han sido los testigos que ya declararon en esta causa, entre ellos Mauro Fumarola quien resultó herido por el detenido en la noche de los crímenes y que salvó milagrosamente su vida.
El joven de 21 años habría relatado que esa noche cuando decidió irse del departamento de Urrutia, se encontró con un hombre que lo apuntaba con un arma. Fumarola sólo le habría alcanzado a pedir que bajara el revólver pero habría sido empujado hacia el interior del departamento y derribado de una trompada. Los disparos se sucedieron en un instante y cuando el joven intentó nuevamente dirigirse al atacante para persuadirlo de su actitud, le apuntó a la cabeza que Fumarola cubrió con sus manos al tiempo que se tiró al piso. La bala hizo blanco en una uña del joven, desviando la trayectoria del proyectil que sólo dejó una huella superficial en su cabeza.
También declararon compañeros de trabajo de la víctima y del detenido. En las oficinas de Salud Pública trascendió que el día del hecho le confirmaron a Basualdo que había sido designado para prestar servicios ad honorem. El detenido habría manifestado que iría a contárselo a su exmujer alentando con ello una posibilidad de reconciliación. Sucede que Basualdo vivió del sueldo de su mujer gran parte del tiempo que estuvieron juntos. La prioridad para Erica eran sus hijos y como uno de ellos pasaba mucho tiempo con el detenido la mujer aportaba para que el chico no pasara necesidades.
En cuanto al sangriento hecho habrían indicios suficientes como para considerar que hubo una premeditación en Basualdo. Cuando Erica regresó de su trabajo, se encontró con que no tenía electricidad en su departamento. Llamó a un electricista que comprobó que el corte había sido provocado. Para ello alguien había ingresado donde se encuentran las cajas de electricidad que según se supo están bajo llave en una dependencia del monoblock.
Se supo además que en el techo del edificio se encontró una campera que en uno de los bolsillos tenía el documento de Basualdo.
Quienes lo conocen confirmaron que su padre le había enseñado el manejo de las armas desde chico. Recordaron que las usaba con frecuencia y en forma imprudente, disparando a un elemento cualquiera. Basualdo, de 35, años tenía actitudes distantes a los límites, lo que le costó la cesantía en la Policía a la que ingresó en julio del "90 y debió dejar a los cuatro años con la jerarquía de cabo. Los sumarios que se acumularon en su legajo estuvieron vinculados al quebrantamiento de las reglas.

Foto: Por el momento, Basualdo no prestará declaración ante el juez, ya que no estaría en condiciones.