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Lunes 1 de octubre de 2001 | |
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Le dispararon, pero el arma era de juguete |
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Una mujer que tiene una florería en Cinco Saltos, pasó un susto mayúsculo. Dos jóvenes la asaltaron y le dispararon. Se escuchó una fuerte detonación, pero el arma no era verdadera. |
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| CINCO SALTOS (ACS).- "Si hubiera sido una bala de verdad, me hubiera matado por 60 pesos", dijo ayer la dueña de una tradicional florería de esta localidad, a la que dos delincuentes sorprendieron el sábado por la tarde. Fueron dos jóvenes, aparentemente menores. "Dos borregos", atinó a calificar Celestina Rondini de Vitali. La mujer, de 75 años, estaba frente al mostrador de su florería ubicada desde hace 35 años sobre la calle Roca el sábado por la tarde, cuando alrededor de las 18 dos jóvenes de contextura menuda ingresaron abruptamente al negocio "como peleando". Sin entender aún la situación, doña Celestina preguntó qué pasaba y fue en ese momento que los ladrones desplegaron su nerviosismo y violencia. "Se vinieron detrás del mostrador y me gritaron: "callate vieja de mierda"; como yo no atinaba a nada, me dispararon a menos de un metro, mientras apretaba el botón de la caja registradora", recordó. En el negocio y a pocos metros de ella estaba su esposo, de 82 años, que también se dio cuenta de lo sucedido cuando vio el arma plateada que apuntaba en contra de su esposa. Aparentemente era un revólver de juguete, porque "me disparó a menos de un metro y no me pasó nada, seguro eran balas de cebita", dijo ayer. La policía no encontró la vaina servida ni un agujero donde hubiera impactado el proyectil. "Lo único que supimos es que hizo un ruido bárbaro y enseguida se fueron como nerviosos con la caja registradora abierta y a la rastra", dijo la dueña del comercio. Por sólo 60 pesos En la huida, los ladrones perdieron parte del botín, pues la pareja encontró antes de llegar a la vereda dos billetes de cinco pesos esparcidos por el suelo. Según los cálculos, el robo no superó los 60 ó 70 pesos. La dueña de la florería salió inmediatamente tras los jóvenes y en la vereda pidió ayuda a los gritos, pero los ladrones cruzaron la calle rápidamente e ingresaron al sector bajo de las torres, donde se perdieron. Un taxista que en ese momento estaba cerca atinó a correrlos, sin embargo se le perdieron de vista a los pocos minutos. La familia Rondini Vitali se llevó sólo un gran susto y la certeza de entender que doña Celestina podría haber salido herida del atraco del cual fue víctima el sábado por la tarde. Nunca antes habían asaltado el negocio. "No le niego una moneda a nadie; a veces me vienen a pedir y si puedo se los doy, si viene gente grande igual la ayudo porque si puedo hacer el bien siempre lo hago; pero esta vez no me sirvió de nada", dijo con resignación. Sin embargo, reconoció que pudo haber muerto por unos pocos pesos "si el arma hubiera sido de verdad" al tiempo que lamentó que la localidad "se está llenando de atorrantes". |
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