Domingo 21 de octubre de 2001

 

Ya es un "boom" el negocio de cría de caracoles

 

La región no escapa a la tendencia que es moda en todo el país. Más de 120.000 kilos de carne exportarán desde el 2002.

  ALLEN (AA).- La cría de caracoles se convirtió en los últimos años en una de las actividades económicas alternativas que más adeptos viene captando no sólo en la región, sino en todo el país. Las proyecciones realizadas hasta el momento indican que más de 120 mil kilos de caracoles se comenzarán a exportar en forma anual desde mediados del 2002.
Expertos en helicicultura estimaron que a fin de año -con las reglamentaciones dispuestas por el Senasa en las manos- alrededor de una cincuentena de criaderos quedarán definitivamente establecidos en el país. Además destacaron que existen acuerdos de intención alcanzados con diferentes países europeos interesados en adquirir la producción nacional, a partir de los primeros envíos de muestras de moluscos argentinos.
Con grandes expectativas, son muchos los que comenzaron a interesarse en el negocio y otros tantos los que ya incursionaron en este emprendimiento, dadas sus posibilidades de explotación económica. Días atrás, ante este renovado auge, el presidente de la Asociación Argentina de Criadores de Caracoles, Adolfo Coto, recorrió la zona y dictó un curso en el que participó más de un centenar de personas de distintas ciudades del Alto Valle.
"Trabajamos en esto en forma intensiva desde el 2000. Hoy ya hay algunas producciones y hemos mandado al exterior muestras de caracol procesado. A los compradores les ha encantado y algunos han firmado cartas de intención con empresas que se formaron a partir de grupos de emprendedores", comentó Adolfo Coto, durante su fugaz paso por esta ciudad, donde ofreció una capacitación a través de la Agencia de Desarrollo local.
Precisamente en Allen, dado el gran interés captado en toda la región quedó establecida la subsede de Río Negro y Neuquén de la Asociación Argentina de Criadores. Esta asociación nacional se dedica a la capacitación técnica, la investigación y el asesoramiento a los productores de los moluscos. Indicó que ya muchos frigoríficos, ante la caída del consumo de carne vacuna en el mundo, solicitaron la habilitación al Senasa para comenzar a trabajar en las exportaciones de caracoles. Del mismo modo, éste aseguró que también crece el consumo interno, que aún está lejos de ser satisfecho.
"Ahora nos encontramos en Argentina con una avidez por comer carne de caracoles, pero en los años "40, "50 se consumía mil kilos por semana en Buenos Aires. Cuando los viejos inmigrantes dejaron de comer, los hijos lo suplantaron por carnes más rápidas de cocinar", mencionó.
Coto, médico e investigador en biología, incursionó en la actividad a principios de los "90, estudiando las propiedades medicinales del caracol. Luego se volcó de lleno a su cría para consumo específicamente. "Empezamos en el 92, cuando en el país del caracol no se conocía casi nada", dijo. Luego "la gente quería estar protegida, entonces pensamos en hacer una asociación donde no se comprara ni se vendiera nada".
Para el paso posterior, la comercialización, también surgió otra propuesta. "Juntar al grupo de productores con el comprador del exterior y que entre ellos cierren el negocio. Nosotros simplemente le brindamos el asesoramiento como entidad y fiscalizamos que el productor garantice buena calidad y el comprador pague un buen precio", explicó el experto finalmente.

A la bordelesa

Limpiar y purgar 750 gramos de caracoles, prepararlos con dos o tres días de anticipación. Espolvorearlos con abundante harina para que coman. Al cabo de este tiempo se los lava muy bien, pasándolos varias veces por agua tibia y dejándoles el caparazón completamente limpio.
Luego se los vuelve a lavar con agua tibia con un poco de sal para que suelten la baba, y por último se los coloca en una cacerola con abundante agua tibia y con hierbas aromáticas.
Colocar a fuego lento hasta que los caracoles salgan del caparazón, y luego se eleva a fuego fuerte. Dejar hervir durante 20 minutos, espumando de tanto en tanto. Posteriormente se separan dos cucharones de esa agua y los animales se pasan por el colador.
Aparte, en una cacerola baja y ancha, colocar 50 gramos de manteca y media taza de aceite. Se lleva al fuego y se doran cuatro dientes de ajo y una cebolla, todo finamente picado. Agregar seis tomates pelados y bien cortados, una cucharada de hongos secos remojados y picados y 70 gramos de jamón crudo. Saltar esto y poner una cucharada de conserva de tomate y una cucharada de harina. Revolver bien, agregándole dos vasos de vino seco y una cucharada de ají. Poner los caracoles, saltarlos un momento, agregarles hierbas aromáticas y el agua que se separó de la cocción. Tapar la cacerola y dejar hervir a fuego lento hasta que la salsa esté algo reducida, luego servir.

Reglas para "la calidad"

Las primeras exportaciones de caracoles vivos en Argentina, se han realizado hasta el momento en cantidades reducidas, se puntualizó. Al respecto aún se siguen perfeccionando las normas que permiten estos envíos y la legislación que regule la creciente actividad.
El Senasa "durante el mes de septiembre y octubre está haciendo la reglamentación de cómo se debe hacer un criadero de caracoles, va a controlar la sanidad. Todavía no está la reglamentación, entonces si exportás, exportás vivo, con un contacto personal", explicó Coto. Para esto "se debe tener habilitado el establecimiento para exportar, en primer lugar por el municipio. Luego el Senasa tiene que reconocer al establecimiento solamente, porque no tiene legislación. Y la guía de ruta permite sacarlo del país".
En este procedimiento interviene un frigorífico con capacidad para congelar y cocinar carne, destacó. Actualmente "hay muchos que han pedido la habilitación para congelar caracoles, porque algunos están ociosos, dado que el consumo de la carne vacuna cayó en el mundo y están buscando nuevas alternativas. Es válido porque hoy en el mundo lo que más se busca son las carnes proteicas de alta calidad".
Hasta el momento los envíos se realizaron a través de frigoríficos, pero mediante la recolección silvestre. "Los congelan vivos y los mandan. Pero nosotros nos oponemos a esto porque ésto significa depredar. Estamos a favor de criar", destacó el especialista. Coto aseguró que "Argentina es uno de los pocos países en el mundo que puede llegar a suplantar la producción de todos los otros países productores. Porque el caracol es de pampa húmeda, y en el mundo existe un solo país que tiene esta característica en gran extensión, y somos nosotros".

Direcciones para los interesados en producir

ALLEN (AA).- La entidad nacional que agrupa a criadores de caracoles se dedica a la investigación, la enseñanza y también es la encargada de establecer nexos comerciales.
Actualmente funcionan dos instituciones: la Asociación Argentina de Criadores de Caracoles con sede en Buenos Aires, y la Asociación de Criadores de Caracoles y Pequeños Animales ubicada en Rosario. En conjunto suman alrededor de 200 productores.
Para contactarse:
Asociación de Criadores de Caracoles en Rosario 0341-4450571 y en Buenos Aires 011-45716022. E-mail: accaracoles@citynet.net.ar y adolfocoto@hotmail.com
En Allen la subsede regional comenzó a funcionar en Alem 339. Teléfono 451709.
Coto, entusiasta en emprendimientos sobre caracoles, recomienda primero contactarse con gente del lugar para informarse primero y luego escribir a los e-mail correspondientes para solicitar precisiones. "Así le irá bien a todos", asegura.

   
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