La privatización entra en escena

Los clubes debaten la posibilidad de concesionar la actividad.

NEUQUEN (AN).- La profunda crisis que atraviesa ha hecho crecer con fuerza la idea de concesionar el manejo del fútbol regional, como alternativa si de hacerlo trascender a un nivel superior se trata. Puede ser privatización, gerenciamiento, tercerización, cesión en comodato. El nombre no importa demasiado, lo concreto es que para llegar más alto hacen falta inversiones desde el sector privado que, como están hoy las entidades no aparecen.
La creación de sociedades anónimas, dispuestas a hacerse cargo del manejo "integral" del fútbol, es la alternativa que llega a los oídos de los dirigentes, que a duras penas mantienen a los equipos en la competencia local y que se la ven en figurillas cuando asumen compromisos como el Argentino. En muchos casos, si les dieran a elegir, preferirían no lograr esa clasificación.
Las experiencias en el país, con disímiles resultados, generan reparos. Aldosivi de Mar del Plata fue un mal ejemplo, Quilmes tiene lo suyo -fundamentalmente porque en lo deportivo no le fue bien-, Mandiyú de Corrientes prácticamente ha desaparecido y hoy el presente exitoso se podría asociar con Rácing Club, en la primera de AFA.
El primer ofrecimiento lo tuvo Independiente, a través de la empresa Todo Rojo SA y está en estudio. "El interés existe, se ve con buenos ojos. Pero queremos satisfacer las dudas y sacar o agregar al convenio las cosas que creemos pueden servir para que la relación quede bien clara. Esto tiene que ser conveniente para ambos y así, seguramente, seguirá adelante", dijeron.
Pero ¿cuáles son los pro y los contra del gerenciamiento? ¿hasta dónde puede haber perjuicios para el club? Las dudas están instaladas y la definición no es sencilla.
La entidad cede instalaciones y la empresa se compromete a hacerles mejoras y devolverlas en buenas condiciones. El "privado" se hace cargo de todos los gastos que represente mantener el fútbol. Puntos sin conflicto.
Para la empresa, ¿dónde está el negocio? Uno de los aspectos son los derechos federativos de los jugadores. A partir de la cesión, ésta (la empresa) podrá contratar y realizar operaciones de compra y venta, percibir dinero por realizar préstamos, ingresar jugadores en la misma condición de otras instituciones, etc. Quedan para la empresa todos los réditos que se obtengan.
En definitiva se institucionaliza el papel de los intermediarios, dentro de los clubes.
Otra de las fuentes de ingreso estará en los contratos de publicidad y en la realización de acontecimientos deportivos, artísticos y culturales. El período, en principio, es de cinco años, con opción por parte de la empresa de cinco más.
En la rescisión, una condición ineludible para el gerenciador es no tener deuda alguna que pueda trasladarse al club.
El debate está abierto. Las instituciones prestan el nombre y, si llegan, comparten los éxitos deportivos; los empresarios arriesgan y pueden hacer una diferencia, siempre que el equipo ande y la gente se entusiasme.

"Creo que hay que alentarlo"

"Los clubes tienen un montón de limitaciones y no pueden emprender proyectos costosos, entonces hay que favorecer la participación privada. No hay que tenerle miedo, sólo hay que tomar los recaudos necesarios", expresó Alberto Da Rodda, miembro de Lifune.
Añadió que "es bueno porque alienta una alternativa que, por experiencias, es viable. Los clubes casi no tienen dirigentes ¿cómo pedirles que afronten desafíos?", planteó.

Que no sea sólo negocio

Para Simón Jalil, presidente de Petrolero Argentino, el gerenciamiento del fútbol "si es serio, es una buena alternativa. Si apunta a fortalecer a la institución en todos los aspectos, a generar actividad para los jóvenes locales y no es un negocio de unos pocos, lo veo bien".
Pero advirtió que "estos emprendimientos no deben sólo ocuparse del fútbol-espectáculo sino que debe asumir la actividad integralmente, incorporando las inferiores".
No le ve aspectos negativos a la iniciativa "siempre y cuando sirva a los clubes y los jóvenes, no se nutra de subsidios estatales encubiertos y no se desvirtúe en un mero negocio especulativo de dirigentes-empresarios".

"No estoy de acuerdo"

"Estoy en contra de los gerenciamientos. Hay que tratar de que los clubes vuelvan a ser lo que fueron antes, con su inserción en la sociedad, y no alentar las privatizaciones. Debe apoyarse a las instituciones económicamente, que no se gaste mal el dinero y otros hagan los negocios", dijo César Cedrón, presidente de Atlético Neuquén.
"Hay que diferenciar lo que es el deporte profesional del amateur. Además, la experiencia indica que las privatizaciones fueron un fracaso, hay ejemplos a lo largo del país", añadió Cedrón.

Un tema en análisis

"En tanto y en cuanto no signifique un compromiso económico para el club, la alternativa de la privatización se puede tomar como válida. Habrá que analizar el proyecto, evaluarlo en profundidad para que no haya consecuencias no deseadas y establecer con claridad la relación con los empresarios, pero la posibilidad es viable", opinó el presidente de Centenario, Hugo Montes.
Centenario es uno de los clubes que está en la mira de los empresarios que le han ofrecido a Independiente gerenciar el fútbol. "El ejemplo de estas iniciativas hoy es Rácing. No todo está dicho, pero se ha demostrado que el paso dado fue positivo", señaló.

foto: El público de la zona respondió cuando le ofrecieron espectáculos de nivel. La cancha de Independiente fue testigo.