Lunes 29 de octubre de 2001 | ||
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Una nueva sala abre sus puertas |
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Con una capacidad de trescientas butacas inaugurarán el 9 de noviembre una nueva sala teatral. Le será impuesto el nombre de "Daniel Vitulich", en homenaje al actor desaparecido. Está ubicada como parte del complejo educativo de la Escuela Provincial de Títeres, en Anaya y Planas. |
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NEUQUEN (AN).- Hace seis años, a la Escuela Provincial de Títeres se le otorgaron dos naves de lo que antaño fuera el enorme edificio de la fábrica de pilas "Vidor". Sí señor, para los que llegaron después, en los años setenta Neuquén contaba con una fábrica de pilas, que las malas políticas hicieron desaparecer.
Quedó el edificio, ubicado en Anaya y Planas y pasó luego al estado provincial y por muchísimos años estuvo abandonado. Hoy es compartido con Acción Social, en una convivencia de buena vecindad. Reciclado en aulas y oficinas, la escuela heredó también un tramo, que a la sazón consistía en un galpón desnudo, con paredes y pisos de cemento, pero nada más. Era lo que en el lenguaje de los sueños, iba a ser destinado a la tan necesaria sala teatral. Y así fue. Con muchas gestiones de por medio, largas caminatas recorriendo empresas y vislumbrando posibles donantes, pidiendo al Consejo Provincial de Educación a través de lo que es la dirección de Estético-Expresiva, pero sobre todo en un alto porcentaje por insistencia constante y continua a nivel personal (del personal del establecimiento) fue que se logró equipar bastante dignamente el galpón. El 9 de noviembre, a la 21.30, ya envestida y vestida como sala teatral, con capacidad para trescientas butacas, se la inaugurará con un logro no menos importante. Será fecha propicia para el estreno (íntimo con invitados especiales) de la obra de teatro de títeres "Esas eran hadas" sobre un libro de Javier Swedsky, quien comparte la dirección con Dardo Sánchez. Estará a cargo del elenco estable del centro educativo. En una entrevista con "Río Negro" la directora Eliana Fernández se mostró satisfecha por haber alcanzado la instancia final, la inauguración, sobre todo en una época en que la crisis desmantela los ya raleados espacios destinados a las expresiones artísticas. Destacó que en momentos de haberse recibido de parte del estado provincial, el edificio, era director de la escuela de Títeres el por entonces destacado actor, director teatral y profesor en la especialidad, Daniel Vitulich. Un joven pujante, creativo y talentoso que dejó para esa escuela y en la comunidad de la región, las mejores muestras de su capacidad. Falleció tempranamente, con proyectos inconclusos, entre ellos todo lo concerniente a este centro educativo y por supuesto la sala. Hoy que se ha podido montar, se decidió que llevara su nombre: "Daniel Vitulich". Es casi un milagro Es casi un milagro, poder abrir estas puertas, para que pueda ser disfrutada por todos los que así la requieran. "Fundamentalmente hemos podido acondicionarla -explicó Eliana- con dinero milagrosamente bien administrado y prolijamente rendido. El mayor costo fue el trabajo humano, con operarios de mantenimiento, servicios. Agentes de la estructura del CPE ha habido muy pocos". |
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