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Martes 2 de octubre de 2001 | |
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La existencia es un infierno cotidiano |
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Antonio Dal Masetto crea un clima infernal y lleno de suspenso en "Bosque", una novela en la que sugiere más de lo que enuncia, con maestría y oficio. |
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Si hay algo fuerte en esta novela de Dal Masetto es el suspenso; pero la novedad es que ese suspenso no está construido por el devenir de la trama, sino que está hecho de detalles, de sugerencias, de alusiones. Todo esto lleva a un crescendo que al final tenemos ganas de saltar páginas para ver si el protagonista logra escapar de ese lugar infernal que se llama Bosque.
Un hombre llamado sugestivamente Muto, que ya ha pasado los 50 años, llega a este pueblo a reconstruir los últimos pasos de Dante Arditi, su enemigo durante más de 20 años, y que murió aplastado por la venganza de los vecinos, después de haber asaltado el banco junto con tres compinches. Para no despertar sospechas miente que es guionista de cine y que en ese lugar se hará la película del asalto. Esto causa conmoción en el pueblo, ya que todos dan su versión de los hechos y quieren un pequeño papel. A partir de estos hechos Muto va tirando del hilo de varias vidas hasta que todo se vuelve un enredo que lo involucra. ¿Qué pasa cuando el odio y el rencor que alimentaron la vida durante 20 años, terminan transformados en un vacío, en rabia por no sentir nada? Algo se quiebra allí, es el final de un camino y la incertidumbre de no tener rumbo. ¿Qué hace Muto? Nada "...acá repetiría lo que había hecho siempre: dejar que las cosas ocurrieran y mirar cómo ocurrían". Poco a poco nos vamos dando cuenta de que en ese pueblo todos se están vigilando, que nada es lo que parece, que detrás de la fachada de un aburrido lugar de provincia se esconden intereses, crueldades, vigilancias; y un amo sutil y terrible, el abogado Varini. Las bromas crueles, como la del loco Pedro, los engaños, van tejiendo una madeja en la que los sucesos tienen siempre la inminencia de una verdad oculta a punto de revelarse. Todos allí son cómplices porque hacen o porque callan. Muto también simula, se fabrica una identidad con la que al final se muestra conforme. Porque ahí está el acierto de Dal Masetto, en construir una atmósfera infernal. Hay una serie de postergaciones que nos hacen suponer que Muto no abandonará nunca ese pueblo, y en eso recuerda alguna de las atmósferas creadas por Buzzatti. Si hay un elemento fuerte en "Bosque" son las elusiones, los cabos sueltos que quedan a lo largo de sus páginas. El caso de la huida del cura y la empleada devenida en millonaria, la muerte de la mujer del socio de Varini, el pasado de Juan, la causa del crimen de la mujer de Varini, etc. Y en el medio de ese pueblo, una figura se salva ; Leda, la enigmática muchacha con poderes de esfinge. Todo lo sabe, lo vigila y ejecutará una venganza terrible. "Bosque" es una novela sobre la precariedad de las situaciones, "nada dura", piensa siempre el protagonista. Es una novela sobre la precariedad, sobre la certeza de que se vive en el vacío y que sólo por momentos ese paréntesis que es la vida puede ser llenado. Alguien que viene guiado por un viejo rencor termina completando la obra de su enemigo, de esas paradojas suele estar hecha la existencia. Dal Masetto construye esta novela con paso seguro, es un narrador nato, que lleva y trae a los lectores sin darles tregua. Con un estilo cuidado, parco y preciso; sugiere siempre más de lo que enuncia y crea climas de una intensidad que denotan una maestría dada por el talento y el oficio. Néstor Tkaczek |
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