El agua proveniente de la meseta anegó asentamientos

NEUQUEN (AN).- El temporal de lluvia y viento que castiga al Alto Valle dejó su sello en esta capital. Así, en la zona de los asentamientos del oeste neuquino hasta ayer había 20 familias evacuadas en el centro comunitario del barrio Almafuerte.
La tormenta obligó a las autoridades municipales a implementar un operativo en conjunto para atenuar el impacto de las inclemencias climáticas que amenazan con extenderse hasta mañana.
El subsecretario de Gobierno municipal, Fabián Pelliza, monitoreó durante toda la jornada el operativo de emergencia que puso en la calle a unos 70 operarios de las áreas de Defensa Civil, Servicios Públicos y Desarrollo Humano de la comuna, que distribuyeron chapas y nylon entre los vecinos más afectados, en especial, de los barrios del oeste.
Informó que cayeron 30 milímetros de agua entre las 4 de la madrugada y el mediodía. De todos modos el frente de tormenta que desde la madrugada de ayer está asentado sobre esta ciudad tiene características propias.

En la meseta

Explicó que a diferencia de las lluvias de la pasada estación invernal, en esta oportunidad cayó mucha agua en la meseta que luego descendió con mucha fuerza por los cañadones que existen en la zona de las cuencas de esta capital.
Con todo, el funcionario comunal admitió que hubo problemas en la barriada Almafuerte donde ayer por la tarde 20 familias permanecían alojadas en el centro comunitario del barrio.
Sin embargo, Pelliza relativizó la situación de "evacuados o autoevacuados" de los vecinos porque, aseguró, abandonaron sus precarias viviendas por la humedad y no porque haya ingresado agua.
No obstante, hubo casas que fueron alcanzadas por el agua en el barrio Unión de Mayo y en el Bouquet Roldán que registraron 3 y 2 casos respectivamente.
Aún así, subrayó que a pesar de la importante agua acumulada "no nos vimos en la necesidad de levantar un campamento de evacuados".
Pero, indicó que las desfavorables condiciones climáticas continuarán hasta mañana, según los informes meteorológicos.
Según Pelliza la persistente lluvia desnuda las falencias que existen en las cuencas que aún no tienen defensas y que facilitan que el agua caída se encauce por los cañadones y descienda hacia el bajo neuquino aumentando la presión sobre el sistema de desagües de la ciudad.

Basura acumulada

Pero la lluvia también desnudó un problema recurrente en esta ciudad: la acumulación de basura en puntos estratégicos que complican el drenaje del agua. Los desechos que descansan en los canales de desagües ayer se convirtieron en un duro escollo para los operarios municipales en su afán por despejar la ruta para que circule el agua que se abría paso por la ciudad mientras dejaba varias calles intransitables.
El sistema de defensa en la zona del alto neuquino cubre 12 de las 18 cuencas existentes. En las que no hay sistemas de contención el agua irrumpe con facilidad y pone en riesgo las viviendas de los asentamientos poblaciones que proliferaron en los últimos años.

En Cipolletti cayeron árboles y se taparon desagües

CIPOLLETTI (AC).- La lluvia y el fuerte viento provocaron la caída de un gran olmo en Cipolletti, aunque por suerte no hubo que lamentar daños. Otros tres de menor porte corrieron la misma suerte, en la zona de La Falda. El diluvio que se descargó ayer produjo anegamiento de calles y saturación de bocas de desagües pluviales.
El olmo cayó junto a una casa del residencial barrio El Manzanar, en Los Coihues y Los Cedros. El propietario de la casa, Sergio Gómez -vive con su mujer y su hijo- dijo que desde hace tiempo se viene pidiendo el corte del ejemplar, al igual que de otro que está en la esquina, y que ayer ya estaba levantando las grandes lajas de la vereda.
El secretario de Servicios Públicos, Jorge Copel, graficó la situación indicando que en Cipolletti cuando no escurre el agua de la periferia por la saturación, el radio céntrico sufre aún más las consecuencias.
Sucedió que la inusitada descarga saturó los desagües -en calle Kennedy, el P2 y otros- y el agua que llegaba por la red volvía hacia atrás, afectando diversas zonas en mayor o menor medida.
Desde el viernes por la noche -cuando se conoció el alerta meteorológico de la AIC- trabajadores municipales limpiaron las bocas pluviales -algunas tenían bolsas de nylon, de residuos, y otros desechos- pero aún así el problema de anegamientos se mantuvo.
En los barrios de la zona costera, en María Elvira, Anai Mapu, Puente 83 y otros había lagunas y lodazales y en algunas casas precarias entraba el agua, por lo que los propios vecinos reforzaban los endebles techos con nylon fuerte. El responsable de Defensa Civil, Abel Villa, quien todo el día hizo un seguimiento de la situación, dio cuenta de que no hubo que lamentar evacuados, al menos hasta última hora.
Al mediodía el sistema lumínico nuevo para el radio céntrico estaba encendido, como prueba, y de los altos de la esquina de Villegas y Roca salían fuertes chispazos, posiblemente por alguna conexión expuesta al agua. En la intersección de Fernández Oro y Brentana, un típico foco de problemas cuando llueve en abundancia, los municipales limpiaron las bocas de salida. En la calle Fernández Oro, la obra realizada el pasado año por la comuna evitó la formación de la interminable "laguna urbana" que era habitual.

foto: En Neuquén, las calles céntricas se habían convertido en vías de evacuación del agua que venía del alto.