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Sábado 29 de setiembre de 2001 | |
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Revelan falencias ante emergencias hídricas |
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Las poblaciones ubicadas aguas abajo de las represas de los ríos Neuquén, Limay y Negro tienen un plan de escape para eventuales accidentes que no se actualiza desde hace cinco años. Así quedó demostrado anoche en el encuentro realizado en Cipolletti para conocer las prevenciones. El atentado contra las Torres Gemelas sirvió de alerta en la región. |
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| CIPOLLETTI (AC) - Las más de 800 personas que anoche habían colmado el salón del club Cipolletti no lo podían creer: a casi una década de la privatización de las grandes presas no existen en la región políticas municipales de contingencia para amortiguar los efectos de una emergencia hídrica. Curiosamente, a la convocatoria respondieron todos los actores y reguladores del negocio hidroeléctrico pero las autoridades comunales brillaron por su ausencia. Aunque parezca mentira, de las exposiciones y el debate que se iniciaba al cierre de esta edición, surgió que los cientos de miles de habitantes de las ciudades ubica-das aguas abajo de las siete presas que fre-nan las aguas de los ríos Limay y Neuquén no tienen demasiada conciencia del riesgo ni de las medidas ante una emergencia. Los mismos planos de inundaciones en escenarios de emergencia que publicó ayer "Río Negro" habían sido expuestos en las paredes del salón del club para su análisis. Allí se observa cómo el agua taparía vastas áreas de algunas ciudades y hasta localidades enteras, en caso de la rotura de algunas de las presas. Pocos funcionarios y muchos menos dirigentes políticos concurrieron a la convocatoria de la subcomisión de automovilismo del club Cipolletti, a la que respon- dieron las conducciones de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, del Organismo Regulador de Seguridad de Presas, los ejecutivos de las hidroeléctricas Cerros Colorados y El Chocón, y las direcciones de Defensa Civil de Río Negro y Neuquén. En alerta La exposición de un especialista de la AIC, Carlos Fuga, fue el disparador del debate. Con el manejo de las autoridades estadounidenses en los recientes atentados como ejemplo, el especialista abrió los ojos a una realidad de poca reflexión cotidiana en la región: aquí se vive frente a un riesgo que, lejos de despertar alarmas inútiles, debería generar conciencia. "La sociedad decidió construir las pre-sas y aceptó el riesgo", resumió. Dijo que en Argentina no existe una cultura de la prevención ni mecanismo de defensa ante el impacto de una amenaza. Por ello ponderó el ocultamiento de imágenes que hizo la prensa ante el atentado en Nueva York porque -dijo- ello ayudó a mantener alta la moral. En este sentido, explicó que los organismos reguladores públicos y los gobiernos de ambas provincias cumplieron con las pautas del manejo de emergencias y recordó que son los intendentes los que tienen por ley la responsabilidad indelegable de aplicar los diseños de planes de emergencia y preparar a sus comunidades para ello. Arrojó un dato que prendió la alarma en el auditorio: las vías de escape de las ciudades -que toda la población debería conocer- tienen cinco años y no fueron actualizadas. Recomendó además realizar simulaciones para entrenar a la población. Todos parecieron asentir cuando se dijo que el interés que despertó el encuentro de anoche estuvo generado por los atentados en Estados Unidos. Prueba de ello -reflexionó el director de Defensa Civil rionegrino, Jorge Amaro- es que hasta aquí se habían realizado 36 reuniones similares en la provincia con una convocatoria media de 15 personas y una máxima de 80. En el inicio del debate, comenzaron a escucharse críticas al intendente Julio Arria- ga, acompañadas de aplausos de algún que otro sector del auditorio. |
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