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Sábado 29 de setiembre de 2001 | |
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El estado de salud de los presos neuquinos es bueno |
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Lo determinó un relevamiento del Colegio Médico al que se prestaron 270 reclusos. Padecen problemas gastrointestinales, pero no sufren ninguna patología prevalente. |
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| NEUQUEN (AN)- El estado de salud de las personas detenidas en Neuquén es "bueno", sin patologías prevalentes respecto a la población en general. Lo más común es que padezcan trastornos gastrointestinales, en especial dispepsias y gastritis, y la adicción más frecuente es el tabaquismo. Lo más preocupante es que consumen muchos psicofármacos, tienen serios problemas odontológicos, necesitan atención psicológica y vacunación, para prevenir hepatitis y tétanos. Los afectados por alguna enfermedad de transmisión sexual representan un porcentaje mínimo. Así surge de un relevamiento realizado por el Colegio Médico de Neuquén entre más de 270 hombres y mujeres alojados en cárceles de Neuquén capital que se prestaron voluntariamente al examen. Los resultados del trabajo fueron entregados ayer al ministro de Gobierno, Jorge Gorosito, durante una acto realizado en la U11 del Parque Industrial. Héctor Pianciola, presidente del Colegio Médico, explicó que "probablemente porque los detenidos son todos muy jóvenes, su estado de salud es bueno". Los exámenes determinaron que "el estado nutricional es adecuado a la edad y contextura de los internos". Aunque "en algunos casos hubo manifestaciones referentes a la disminución de peso, atribuibles a las condiciones de pérdida de la libertad, la misma no se tradujo en las condiciones físicas". Pianciola dijo que la idea de examinar el estado de salud de los internos surgió "a partir de una anécdota: una mujer policía, paciente mía, me comentó el caso de una detenida con una hemorragia que estaba siendo atendida por un médico policial que era traumatólogo". El Colegio Médico le propuso al gobierno la realización de los estudios, sin costo para la provincia. "Contamos con la mayor colaboración; pudimos acceder a los pabellones sin ningún impedimento y no nos ocultaron nada", destacó. Todas las mujeres y más del 90 por ciento de los hombres se prestaron voluntariamente a que los revisaran y les hicieran exámenes bioquímicos. "Algunos tuvieron resquemores, pensaban que según el resultado podría acarrearles algún perjuicio, pero la inmensa mayoría aceptó. Al que no quiso, no se lo trató. Y en el caso de las mujeres, fueron examinadas en consultorios particulares", señaló Pianciola. El profesional señaló la importancia de que los detenidos sean vacunados. "Si hubiera casos de hepatitis, rápidamente se contagiarían porque se trata de una población cerrada y están en contacto unos con otros. Respecto del tétanos, es porque se lastiman mucho". En cuanto a las enfermedades de trasmisión sexual, aclaró que "hay mucha fantasía sobre la situación en las cárceles. Nosotros detectamos un mínimo de casos probables". Los presos también necesitan ayuda psicológica y terapia ocupacional. "Es terrible el efecto que produce la privación de libertad. Si de verdad se los quiere resocializar, hay que ocuparse de ellos", dijo Pianciola. El Colegio Médico hizo una propuesta: la concreción de un hospital intracarcelario. El informe entregado a Gorosito dice que "si bien las conclusiones denotan un grado satisfactorio de salud en los internos, también ponen en evidencia la imperiosa necesidad de contar con un servicio hospitalario intracarcelario que permita la atención permanente". |
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