Jueves 27 de setiembre de 2001

 

Piden custodia para frenar violencia en una escuela

 

Un fiscal de Viedma solicitó que se vigile la salida del secundario 8. Hubo tres denuncias penales por lesiones y muchas más quejas.

  VIEDMA (AV)- Custodia policial a la salida de una escuela secundaria de Viedma pidió un fiscal. La presentación de tres denuncias penales por lesiones leves tras agresiones protagonizadas por alumnas del establecimiento llevó al fiscal Ricardo Falca a formular ese pedido al juez, además de reclamar la intervención de la asesora de menores.
El funcionario judicial admitió que entre la semana pasada y lo que va de ésta recibió tres denuncias penales de padres de alumnas que fueron golpeadas por otras compañeras por discusiones menores.
En todos los casos se trata de alumnas del secundario mixto Nº 8 de esta capital que funciona temporariamente en el barrio San Martín.
El edificio de este colegio, ubicado en pleno centro viedmense, se encuentra desde el año pasado cerrado por la obra de reestructuración y ampliación que se construye allí.
Falca explicó que solicitó al juez esas medidas a modo de prevención pero consideró que, en realidad, lo que se requiere en estos casos es atacar las causas que desencadenan estos actos de violencia en los jóvenes que "si se los deja pasar pueden agravarse".
Añadió que si bien son lesiones leves -aunque una de las chicas habría sufrido daños en las piezas dentarias- "estos hechos nos deben preocupar y, sobre todo, ocupar a quienes tienen la responsabilidad de la contención de estos jóvenes". El fiscal no descartó la posibilidad de llamar como testigo a la directora y profesores del establecimiento a los efectos de llegar a las causas de estas preocupantes actitudes en las jovencitas.

Las agresiones

En las tres denuncias penales recibidas, los actos de violencia fueron protagonizados por alumnas de los primeros años del secundario Nº 8, considerado uno de los colegios de mejor nivel en Viedma.
Además se habrían dado otras coincidencias, como por ejemplo, que en dos de los casos las agresoras serían chicas mayores que las agredidas, repitentes, y residirían en un barrio marcado por problemas sociales.
Las chicas agresoras actúan en grupo y por lo general golpean a sus compañeras cuando se encuentran solas o en inferioridad de condiciones en cuanto a número.
Sólo son tres los padres que recurrieron a la Justicia por este tema pero son varios los hechos similares que han ocurrido, según "Río Negro" pudo establecer.
Si bien no hay motivaciones que justifiquen la violencia en estos casos suelen ser sólo cuestiones "de onda" como dicen los adolescentes.
Basta con que se crucen miradas "fuertes" para que se noten las diferencias a las que se suman las amenazas y luego los golpes. La mayoría de los hechos han sucedido a la salida del colegio en pleno mediodía aunque uno de los casos habría ocurrido en la zona céntrica en un encuentro casual entre las compañeras que "no se bancan".
Alumnas del establecimiento que fueron consultadas admitieron que existen diferencias y que muchas de ellas tienen miedo a la salida, motivo por el cual tratan de retirarse en grupo o "llevarle la corriente a las que sabemos que son agresivas".
   
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